MAYO DE 2019
Expediente judicial revela que el gremio de la empresa no cuidó mercaderías ni máquinas.
El expediente judicial sobre la ocupación de la empresa Friopan realizada en 2019 revela que trabajadores agremiados provocaron a propósito pérdidas de cientos de kilos de masas que se encontraban en proceso de producción en máquinas. La empresa estimó los daños en más de $ 940.000.
“Yo tuve la orden de que se pudra todo y el sindicato dispuso que se cerraran las puertas de la planta”, declaró uno de los ocupantes ante el fiscal penal Carlos Negro.
La ocupación se desató por un rumor entre los trabajadores de que la empresa iba a impulsar una reestructura que generaría despidos. También se mencionó como motivo de la movilización la adquisición por parte de la empresa de una máquina que haría el trabajo de 10 obreros.
Molestos por estas situaciones y por un tenso relacionamiento con la empresa, el turno de la noche y varios delegados sindicales definieron la ocupación de la planta en la madrugada del 24 de mayo. Poco después, llegó a la fábrica un ómnibus con muchas personas, algunos empleados de la empresa y otros no que ingresaron a la planta, según señala la denuncia penal presentada en la Fiscalía por Friopan.
La ocupación terminó a los cuatro días. Una escribana labró actas sobre las pérdidas causadas por la putrefacción de cientos de kilos de masas y daños a las máquinas provocados por materia prima que quedó en sus interiores. El estado de la planta después de la ocupación fue filmado por un empleado. Ese video se hizo viral en las redes sociales.
En junio de 2019, los abogados penalistas Andrés Ojeda y Fernando Posada, en representación de la familia Fernández dueña de Friopan, presentaron una denuncia penal por las roturas, deterioros y faltantes que se generaron durante la ocupación. La denuncia incluyó estimaciones económicas de los perjuicios generados, un acta notarial de constatación de los daños filmaciones de las cámaras de seguridad.
La denuncia también refería a las amenazas de uno de los sindicalistas a uno de los encargados que filmó el video que se hizo viral.
El caso fue derivado a la fiscal de Flagrancia, Silvia Pérez. Tras dos años de indagatorias, Pérez entendió que no existió delito en la ocupación y la denuncia penal fue archivada. “Para nosotros, habrá un antes y después de la ocupación de Friopan”, dijo Ojeda a El País.
Ojeda y Posada presentaron ante el juez Huberto Álvarez una solicitud de reexamen del expediente. El 10 de febrero de 2021, Álvarez hizo lugar al pedido y reabrió el caso. La investigación recayó en el fiscal Negro.
El expediente.
En las indagatorias a nueve ocupantes de Friopan, el fiscal Negro procuró conocer detalles previos que llevaron a los trabajadores a tomar la planta.
Así supo, por ejemplo, que el rumor entre los empleados sobre una eventual reestructura y la adquisición de nueva maquinaria por parte de Friopan fue la “gota” que derramó el vaso en el mal relacionamiento existente entre la empresa y el gremio.
El fiscal también se enteró que la ocupación fue decidida por el turno de la noche junto con varios delegados de otros turnos. Y supo, además, que los trabajadores agremiados en ningún momento previeron o tomaron medidas para impedir la pérdida de la producción en proceso, o para evitar daños a la maquinaria.
En las indagatorias, Negro trató de obtener pruebas sobre la eventual responsabilidad de los ocupantes de Friopan en un delito de daño.
Fiscal Negro: ¿Qué recaudos o medidas para preservar la mercadería en producción se tomaron durante la ocupación de la planta de Friopan?
Ocupante: Yo tuve la orden de que se pudra todo.
Fiscal: ¿Quién dio la orden de que se pudra todo?
Ocupante: La masa (de panadería) que ya tiene levadura crece. Alguien le echó la levadura a la masa.
Fiscal: Pero había productos precocidos que también se perdieron.
Ocupante: Eso es verdad, eso es verdad.
Fiscal: ¿Por qué pasó eso?
Ocupante: Porque se bajó las puertas de la planta.
Fiscal: ¿Quién bajó las puertas?
Ocupante: No me acuerdo. Están las cámaras filmadoras.
Fiscal: ¿Fue el sindicato?
Ocupante: El sindicato bajó las puertas (de la planta).
Fiscal: ¿Cuándo se cerraron las puertas?
Ocupante: El sindicato cerró las puertas y no se permitió entrar a nadie más.
Fiscal: ¿La orden (de que se pudra todo) fue imperativa? ¿Se discutió qué hacer con la mercadería en proceso y la maquinaria? ¿Ese tema se trató?
Ocupante: Se debe haber tratado sí, porque había masa en las amasadoras. No sé en qué quedó eso.
Fiscal: Durante la ocupación, ¿se tomó alguna medida para preservar la mercadería?
Ocupante: No. Por eso el relajo que hubo.
Repartir producción.
Otros trabajadores indagados trataron en todo momento de relativizar su participación en la ocupación de la planta y minimizar los daños provocados a la empresa.
“Sacamos toda la producción que estaba lista y llenamos los freezers para que no se pierda”, coincidieron los indagados ante preguntas realizadas por sus defensores durante los interrogatorios de Negro.
Ante la pregunta si tuvo la posibilidad de hacer algo para proteger la mercadería que estaba en proceso, otro de los ocupantes señaló: “No tenía posibilidad de sacar la masa de la amasadora. (…) También debo decirle que mucha mercadería se llevó a las heladeras”.
En otro tramo del interrogatorio, el fiscal Negro preguntó quién dio la orden de apagar la energía de las máquinas de la planta. El trabajador respondió que el dueño de Friopan había dado la instrucción de cortar la electricidad. La sorpresa del fiscal fue evidente: “¿Ustedes estaban ocupando y obedecieron al patrón?”.
El trabajador respondió: “El patrón nos pidió como un favor que apagáramos la energía y nos dijo que había una llave para apagar todo”.
Fiscal Negro: ¿Usted sabe las consecuencias de apagar las máquinas de una fábrica? ¿Sabe que pueden estropearse?
Trabajador: Se bajó la llave como dijo el patrón. No sabemos dónde están las llaves de cada máquina.
Un oficial panadero, indagado por Negro, dijo en la Fiscalía que los trabajadores ocupantes debían haberse apropiado de la mercadería durante la ocupación. En el interrogatorio, el fiscal le preguntó al trabajador sobre qué medida habría adoptado con la masa en producción
Oficial panadero: Si ya estaba cocinada, trataría de repartirla entre nosotros para que no se echara a perder. O terminaría el ciclo (de producción) y repartirla. Tampoco dejarla en banda.
Fiscal Negro: Pero esa mercadería no es suya. ¿Cómo la va a repartir?
Oficial panadero: Que la comamos ahí en la ocupación. No para que se la lleven.
Fiscal: ¿Y si no está cocinada y está en proceso?
Oficial panadero: Yo la terminaría la producción de todo lo que haya. Le preguntaría a la empresa qué quiere hacer con esa mercadería. Si la empresa no quiere hacer nada con la mercadería, la repartirla.
Fiscal: Pero eso no se preguntó a la empresa.
Oficial panadero: Usted me preguntó lo que yo haría. De no tener ninguna respuesta de la empresa -seguramente no la tendría porque esa es su forma de ser-, ahí sí ña usaría.
En la misma línea, otro trabajador agremiado reconoció que no hubo ninguna indicación del sindicato para evitar la pérdida de la mercadería en proceso durante la ocupación de la planta.
El 23 de abril de este año, el fiscal Negro solicitó a la Justicia el procesamiento de nueve trabajadores de Friopan por un delito de daño agravado durante la ocupación.
Fiscal: “En una ocupación no se puede destruir bienes”
Para analizar si se configuró un daño durante la ocupación de Friopan, el fiscal Carlos Negro tuvo en cuenta el acta de una escribana que relevó el estado de la planta luego de finalizada la ocupación.
Dicha acta describe detalladamente las pérdidas ocasionadas por la falta de cuidado y conservación de las materias primas en proceso de elaboración del pan y sus derivados durante los días de la ocupación, dice Negro en el pedido de procesamiento de los nueve trabajadores.
El Fiscal reconoce que hay daños económicos empresariales que son inherentes a las medidas gremiales. No obstante, apunta, los trabajadores ocupantes desde que tuvieron el deber de cuidado sobre la maquinaria y mercaderías de la empresa “dañaron dolosamente” estas últimas al “inutilizarlas en todo o en parte”, infringiendo deberes de cuidado impuestos por los contratos de trabajo y los derivados de los derechos de huelga. “
La ocupación en ningún caso puede significar la destrucción, el deterioro o abandono de los bienes de la empresa, sea por acción o por omisión”, advirtió Negro.