ABUSO INTRAFAMILIAR
La madre de los seis hijos dijo a la Policía que “todos están locos” y que los gritos que escuchó su vecina eran por esta situación.
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La investigación policial del caso de violencia y abuso intrafamiliar en el barrio de Montevideo,Nuevo París, constató que tres hermanos violaban a otros tres hermanos, dos chicas con discapacidad intelectual de 35 y 26 años, y un chico de 13 años, según dijeron a El País fuentes del Ministerio del Interior.
La madre de los seis hijos dijo a la Policía que “todos están locos” y que los gritos que escuchó su vecina -los cuales desembocaron en que se conociera la situación de violencia familiar- eran por esta situación. En este sentido, la fiscal de Delitos Sexuales Mariana Alfaro le solicitó a la madre ver la historia clínica de cada uno de sus hijos. Los agresores aún permanecen en su casa mientras que la investigación sigue en curso.
Fuentes policiales indicaron que es probable que la Fiscalía, junto con un equipo especializado, se acercarán a las víctimas para tomar declaraciones cuando el Hospital de la Mujer del Pereira Rossell les otorgue el alta. Las dos mujeres siguen internadas con un equipo de médicos, psicólogos, psiquiatras y asistentes sociales que las atienden.
Karen Saas, directora de Discapacidad del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), señaló a El País que las mujeres “están por ser trasladadas a un centro dependiente del Mides”.
“Los equipos de salud y del Mides están trabajando en pos de reconstruir su historia de vida, de articular con otras cuestiones que tienen que ver con lo sociolaboral y lo socioeducativo, al igual que proyectos que sean acorde a su situación de discapacidad y dependencia”, expresó Saas. Y puntualizó que recién ahora comienza la labor del ministerio.
El Mides todavía no determinó si la discapacidad de las dos mujeres es de nacimiento o fue producto de la violencia y abuso sexual que padecieron.
Por otro lado, Saas afirmó que la madre de las víctimas sigue sin estar en contacto con ellas.
El caso
El 7 de marzo de 2022 una vecina de Nuevo París escuchó los gritos desgarradores de una mujer. Se acercó a la cerca, miró en dirección al patio vecino y la escena la impactó: una joven era violada por uno de sus hermanos a plena luz del día. Llamó a la Policía. A los pocos minutos llegaron a la vivienda varios patrulleros de la Unidad de Respuesta Rápida de Montevideo (URPM).
Los policías, acostumbrados a ver situaciones límites, se sorprendieron por el estado en que encontraron a dos mujeres que estaban allí. Vestían buzos de mangas cortas, shorts, no tenían calzado y sus cabellos estaban llenos de greñas.
A simple vista los policías apreciaron que las víctimas estaban en shock. Una de ellas, la de 35 años, no hablaba. Se tapaba la cara con una mano y no se separaba de un osito de peluche. Su hermana, de 26 años, sí intercambió algunas frases con los agentes. Las dos víctimas se veían en estado andrajoso, desnutridas y con falta de higiene.
Las estaturas de ambas eran similares a las de niñas de 13 años, según relató una fuente de la investigación a El País.
La misma fuente indicó que las dos mujeres y un hermano de 13 años fueron subidos a un patrullero de la URPM y trasladados a un centro asistencial para su atención.
La mató, la tiró al arroyo y fue imputado
El homicida de Bettina Araujo, de 26 años, fue detenido el 17 de marzo de 2022 y como medida cautelar sufrirá prisión preventiva durante 180 días. Durante ese plazo, la Fiscalía lo investigará como supuesto autor de un homicidio especialmente agravado.
En esta línea, el fiscal de Delitos Sexuales de 2º Turno Raúl Iglesias informó que la pena a recaer será la regulada en los parámetros de 15 a 30 años de penitenciaría y eventualmente podrá enfrentar medidas de seguridad eliminativas de otros 15 años más de prisión. El caso se conoció el 29 de diciembre de 2021, durante el mediodía, cuando un hombre se acercó a la orilla del Arroyo Pantanoso para sacar un tanque de plástico color negro que estaba flotando. Lo tocó con un pie y se cayó la tapa del recipiente. El hombre vio dentro del tanque un cuerpo en descomposición.
Los restos pertenecían a una mujer. Llevaba puesto solamente un sostén rosado y un pañuelo que cubría su cabeza.
Poco después, la Policía ubicó a una testigo. La mujer relató que vio cómo el hoy imputado estranguló a la víctima y luego la llevó en una carreta hasta el arroyo y la tiró allí adentro del tanque.
Una vez detenido, el homicida declaró que había matado a Bettina porque ella le había robado “una pipa” y “una bolsa de papas”.
De la investigación surge además que la víctima y el indagado tenían relaciones sexuales a cambio de dinero y droga. Esto ocurrió en la finca del imputado al menos en tres oportunidades entre los meses de noviembre y diciembre del año pasado.