Redacción El País
La investigación del fiscal especializado en Delitos Complejos, Gilberto Rodríguez, sobre el cierre de Casa de Galicia avanzó este viernes con la declaración de los veedores por entonces designados por el gobierno para evaluar la viabilidad financiera de la mutualista.
Esto luego de que el abogado de Casa de Galicia, Martín Reyes, dijera ante el mismo fiscal que uno de los veedores, Luis Fraschini, había comentado que había recibido presiones del gobierno para modificar su informe sobre el estado de la mutualista.
A la salida de la sede fiscal, Fraschini declaró que en ningún momento sintió presión por parte del gobierno y, si bien deslizó que alguien le sugirió un cambio, él no hizo lugar, y luego agregó que, en realidad, nunca alguien le pidió una modificación.
"Me pidieron una aclaración sobre una grabación que habría efectuado el doctor Reyes y nada más", dijo en rueda de prensa sobre su declaración en la Fiscalía. "Él tuvo conocimiento de que yo había declarado que nos habían sugerido un cambio. Después todo lo demás es interpretación del doctor Reyes", añadió.
Consultado sobre ese presunto cambio que le reclamaron, explicó: "No llegamos a dar pie para conversar el cambio".
"A mí no me presionaron", afirmó Fraschini, que luego agregó que tiene 12 años de trayectoria en el Ministerio de Salud Pública y "nunca" le sugirieron un cambio.