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Por “disciplina partidaria”, 17 ediles del FA votaron contra la colocación de la estatua.
No habrá una estatua de la Virgen María en la rambla del Buceo, al menos en esta legislatura. El Frente Amplio hizo valer la disciplina partidaria e impuso la negativa en la Junta Departamental de Montevideo al proyecto presentado por el intendente Daniel Martínez a pedido de grupos católicos.
No obstante, la Iglesia Católica anunció tras la votación que no bajará los brazos y volverá a presentar la iniciativa en el próximo período de gobierno.
El ecónomo de la Arquidiócesis de Montevideo, Pablo Coimbra, único sacerdote presente en sala, afirmó a El País que "ya se anticipaba el resultado porque el Frente Amplio declaró el asunto de disciplina partidaria".
"Para mí esto es claramente un signo de discriminación a la comunidad católica. Cada uno sabrá su fundamentación y la grey católica sabrá lo que hacer con su voto", dijo el sacerdote.
La Iglesia no tiene previsto plantear el tema ante el Parlamento como se hizo en el año 1987 con la cruz del Papa. "Esto no quita que en una próxima legislatura se pueda volver a presentar el proyecto ante la Junta Departamental porque es el camino más natural", indicó a El País.
Coimbra aclaró que la estatua se mantendrá dentro de Montevideo. "Le vamos a buscar una ubicación", subrayó.
El ambiente en las barras estuvo calmo durante toda la sesión. Había un grupo con banderas que decían "Sí a María" y otro con hojas A4 que decían simplemente "no".
Dentro del público había una docena de personas con rosarios en las manos, y cada tanto se las veía rezar. Dos mujeres lloraron y varios hombres entonaron himnos religiosos en varias oportunidades.
En el piso más alto del espacio destinado al público estaba un heterogéneo grupo de representantes de organizaciones contrarias a la instalación de la imagen.
Cada vez que terminaba de hablar un edil se escuchaban aplausos, de un lado y del otro. La presidente de la Junta debió llamar la atención varias veces por el ruido intenso que se generaba desde las barras.
Tras más de tres horas de debate, la mayoría oficialista del deliberativo departamental aplicó sus 17 votos contra los 14 de la oposición. El edil y exintendente Mariano Arana aclaró que votó en contra por disciplina partidaria al igual que la legisladora Adriana Barros.
Arana afirmó que le hubiera gustado que la decisión fuera asumida por un plebiscito.
En tanto, Walter de los Santos, edil electo por el Frente Amplio pero de actuación independiente en la Junta, votó a favor y dando vivas al intendente Daniel Martínez. Además, colocó una bandera en su banca en la que decía "Sí a María".
Tal como ocurriera en el debate parlamentario por la cruz del Papa en la década de 1980, varios ediles confesaron su fe en el seno de la Junta. Mariano Tucci (MPP), dijo ser bautizado, catequista y casado por Iglesia, de todos modos votó en contra.
Desde la otra posición, Daniel Villamil se definió como "colorado, batllista y católico". Votó a favor de la estatua.
Choque.
El intercambio de opiniones entre los ediles tuvo un único punto de quiebre cuando intervino el nacionalista Javier Barrios Bove.
"Oponerse a la instalación de la virgen es un gesto de intolerancia. Esto es anticlericalismo. La mejor ciudad no es la que esconde ni prohíbe, sino la que reconoce las diferencias y convive con ellas", afirmó.
Hasta allí todo bien, pero en determinado momento Barrios Bove comenzó a criticar que la bancada del Frente Amplio obligara a sus legisladores a votar en bloque contra la iniciativa del intendente Martínez.
"Se impide que varios ediles de la bancada de gobierno puedan expresar lo que realmente opinan", afirmó.
La presidenta de la Junta, Delia Rodríguez, interrumpió al edil y le dijo que no correspondía que se entrometiera en la interna de otros partidos. Los otros ediles oficialistas ayudaron a la presidenta reclamando que Barrios Bove dejara de hablar en contra de su partido.
Rodríguez ordenó un cuarto intermedio de 10 minutos para enfriar los ánimos. De inmediato la edil oficialista Graciela Villar (Partido Socialista) se levantó de su sitial para increpar a Barrios Bove: "No te metas con la interna de mi partido, yo no me meto en la tuya".
La discusión siguió fuera de la sala. "Perdiste los códigos, no te metas con la interna", dijo Villar. De inmediato la socialista y el blanco se metieron dentro de un despacho. Menos de 30 segundos después la edil salió gritando de la habitación.
"Alguien les tiene que pasar factura y no les gusta", dijo Barrios Bove a El País.
Una vez que se calmó el ambiente la sesión volvió a la normalidad y el edil blanco insistió: "No me retracto de lo que dije". Además, pidió que se le explicara si otras estatuas de la virgen, como la del Verdún o la Candelaria, violan la laicidad.
Walter de los Santos exigió que la votación fuera nominal; por tanto, cada uno de los ediles tuvo que expresar su opinión y justificar su voto. En esa ocasión, Marcos Laens (Partido de la Gente) se mostró partidario de plebiscitar la propuesta al tiempo que lanzó una pregunta: "¿Por qué se autorizó la imagen de Iemanjá y otras, y no se acepta la de María?".
La socialista Villar aclaró que el Frente Amplio resolvió no hablar de la estatua en sí sino del espacio público. "Lejos de ser jacobinos, nos preocupa la llamada laicidad positiva. Fue la laicidad la que nos permitió la convivencia respetuosa entre extraños, a diferencia de lo que pasa en otros países", señaló.
Para Diego Rodríguez (Partido Nacional) "en un Uruguay laico, la estatua de la virgen no divide, sino que une". Para el colorado Alfonso Iglesias "este debate estaba superado en nuestra sociedad" y la aprobación del proyecto "mejoraría la tolerancia" a pesar de que puede aparecer una "catarata de pedidos de este tipo".
Gritos.
Una vez que finalizó la votación, las barras del "no" estallaron en aplausos. Se escucharon vivas a la "laicidad" y a la "república". Del lado católico surgieron frases como "la virgen los bendice a todos", o "los hombres pasan y la virgen seguirá". En las barras una monja contuvo a varias manifestantes que tenían rosarios en sus manos.
TRES POSICIONES.
A favor - Walter de los Santos. - Edil independiente.
Colocó una bandera de "Sí a María" en su pupitre, pidió varias veces la palabra y anunció que más allá del resultado, seguirá trabajando "por los sueños de los uruguayos". Exigió votación nominal "para que se sepa qué vota cada uno de los ediles".
En contra - Graciela Villar - Edil oficialista.
Reclamó a un edil opositor que no se metiera con la interna partidaria que resolvió votar en bloque. Estimó que el debate generará una "pérdida para el Frente Amplio" y que la negativa a la estatua de la virgen "está lejos de ser jacobina".
Insistirán - Pablo Coimbra - Sacerdote católico.
El ecónomo de la Arquidiócesis aseguró que la Iglesia volverá con su idea de tener una imagen de la Virgen en el Buceo. En principio, presentarían la iniciativa en la próxima legislatura. "Esto es discriminación. Cada uno sabrá qué hacer con su voto", afirmó.
CARDENAL STURLA.
“Retroceso claro en el camino hacia la laicidad”.
La Arquidiócesis de Montevideo, a través de un mensaje que difundió anoche el arzobispo Daniel Sturla, lamentó "profundamente" el resultado de la votación, la que calificó como "un claro acto de discriminación hacia la comunidad católica que nos retrotrae a más de un siglo de distancia, a tiempos de duros enfrentamientos que parecían ya superados".
Respetando la decisión que tomó la Junta Departamental, "el hecho de esta votación significa un claro retroceso en la laicidad entendida como apertura, pluralidad, posibilidad de manifestar, también a través de un monumento, una de las expresiones religiosas más queridas para un importante núcleo de la ciudadanía", expresó en un comunicado.
"La petición de colocar una imagen de la Virgen María en la Rambla del Buceo, iniciativa de un grupo de ciudadanos católicos, avalada y presentada a las autoridades municipales por el Arzobispo de Montevideo, contó con la aprobación de la Intendenta Ana Olivera, del Intendente Daniel Martínez, de la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación, del Municipio CH y de la Comisión de Nomenclatura de la Junta", recordó Sturla.
El arzobispo subrayó: "Queremos ser constructores de una cultura del encuentro, lo que supone compartir la pluralidad de visiones en la vida democrática desde la identidad de cada uno".