ANDRÉS LÓPEZ REILLY
Del arroyo Carrasco a Tres Cruces en nueve minutos de auto. Eso es lo que propone el grupo empresarial Eurnekián, en su proyecto de transformación de avenida Italia. La autovía tendría tramos subterráneos y podría ser realidad en cuatro años.
Una inversión de US$ 130 millones y una obra colosal, como nunca antes ha conocido Montevideo. Hasta ahora, no pasa de ser una ambiciosa propuesta empresarial, pero cuenta con el visto bueno de la Intendencia, que pretende hacer en los próximos meses un llamado a licitación sobre la base del proyecto presentado.
El respaldo municipal tiene sus motivos: no se trata de un "lujo" para la ciudad, o de un "capricho" de las autoridades de turno. La obra podría solucionar uno de los problemas más acuciantes de la ciudad actual y en su proyección a futuro: el tránsito congestionado, sobre todo en las "horas pico"; con los accidentes, contaminación y pérdida de tiempo que esto conlleva.
Pero además, descomprimiría el tránsito en la rambla, muchas veces utilizada como vía de ingreso o salida de la ciudad -así como el de la avenida Rivera-, y mejoraría la interconexión con el nuevo Aeropuerto Internacional de Carrasco.
El grupo argentino Eurnekián, operador del aeropuerto a través de Puerta del Sur, propone recorrer el tramo que va del arroyo Carrasco a Tres Cruces en 9 minutos. Y completar el viaje desde ese punto a la zona portuaria en otros tres minutos.
También contempla el transporte colectivo de pasajeros en sendas exclusivas, como quiere la Intendencia. Pero no habla de autopista, sino de "autovía", con una velocidad máxima de 70 kilómetros por hora. El tiempo ganado surge de la posibilidad de hacer el trayecto sin detenciones, en un estructurador vial bien ordenado y moderno.
Recientemente, la empresa inició una serie de contactos con los vecinos de los barrios, a través de los Centros Comunales Zonales.
Fue a sugerencia del municipio, que quiere escrutar la opinión de la gente afectada directamente por una megaobra de tres años de duración.
El proyecto ya fue exhibido y explicado en los comunales N° 7 y N° 6. Y próximamente, sin fechas previstas, será llevado al N° 8 y al N° 4.
"Hasta ahora, los que se han arrimado han sido en su mayoría personas de más de 50 años. Y han hecho preguntas bien interesantes", dijo a El País el representante técnico de Puerta del Sur, ingeniero Ramón Díaz.
"Yo diría que la respuesta de la gente es muy buena, muy positiva. Los vecinos ven la conveniencia del proyecto en lo que tiene que ver con la cuestión ambiental y en el tema de la seguridad. Hasta ahora no he encontrado nada que me haga temer una reacción pública adversa", añadió Díaz.
PROYECCIÓN. El proyecto es una vieja iniciativa de los ingenieros Óscar Schmidt y Arandú Cabrera, que imaginaron una autovía que pudiera absorber el crecimiento del parque automotor de los próximos 40 años.
Como base, se tomaron experiencias similares de Estados Unidos, Suecia, España y otros países de Europa.
Según el inversor, la obra tendrá varios beneficios. La autovía minimizaría la contaminación ambiental y sonora, por menores emisiones de anhídrido carbónico y porque un tercio del trayecto estaría "en el túnel" y otro "en rampa", con un muro de contención que canaliza el ruido verticalmente.
Además, los que circulen por los carriles gratuitos, fuera de la autovía, lo harían a menor velocidad, en recorridos cortos. Y los peatones tendrían la posibilidad de cruzar por pasos seguros, disminuyendo la probabilidad de accidentes.
Como en toda concesión privada, la vía rápida de Avenida Italia tendría un costo para el usuario. Pero ninguno lo sentiría en su bolsillo, asegura el inversor.
Para circular por la autovía desde el arroyo Carrasco a Tres Cruces, sería necesario abonar un peaje (mediante el sistema de prepago para evitar las detenciones), que se calcula sobre la base del ahorro de combustible que se logra al circular más rápido.
Según estudios presentados por la empresa ante la Intendencia y el Ministerio de Transporte, avalados por escribano público, en promedio, a un conductor le lleva 24 minutos y fracción hacer el recorrido de Avenida Italia.
Pero en horas "pico", con paciencia, fácilmente hay que soportar 40 minutos, o más.
Según los informes de la empresa, hacer el trayecto en 9 minutos representaría un ahorro de 1,2 litros de combustible, por lo que el peaje costaría unos $ 37.
SEGUNDO TRAMO. Para el segundo tramo del Centro, está previsto el cobro de un "peaje sombra" (ver entrevista).
Con este sistema, el municipio compensaría a la empresa el costo de la obra, pagándole por cada auto que transite por las calles intervenidas.
Aquí, también sería necesario apelar a la tecnología: el conteo de los vehículos se haría con sensores electrónicos, colocados en lugares estratégicos del circuito.
En este segundo tramo, se incorpora una verdadera novedad: Paysandú quedaría reservada exclusivamente para el transporte colectivo de pasajeros, en ambos sentidos.
También a lo largo de las calles "colectoras" habría sendas exclusivas para ómnibus (ver infografía), como plantea el Plan de Movilidad Urbana de la Intendencia para varias avenidas de la capital.
PEATONES. Cada túnel está asociado a un área verde o a un espacio para uso público. Allí se podrán realizar actividades recreativas, culturales, o incluso deportivas.
Además, está previsto colocar 16 cruces peatonales adicionales a los cuatro kilómetros de vía subterránea.
Según el inversor, la eliminación de los cruces directos, disminuirá el riesgo para los peatones, en una de las arterias con más accidentes de la ciudad.
No está prevista una vía para motos o bicicletas; no hay un espacio físico para hacerla. Pero según el proyecto, estos vehículos tendrían mayor seguridad que ahora, porque se va a separar el tránsito rápido del lento.
"Durante los próximos 40 años, la calidad del servicio va a ser mejor que la actual, incluso en la vía colectora gratuita", aseguró Díaz.
Por su magnitud, la obra tendría un impacto en muchos otros aspectos.
Por ejemplo, se estima que durante la construcción, se generarán unos 1.500 puestos de trabajo directos y otros 3.000 indirectos.
A futuro, la obra reduciría los costos de transporte de mercaderías.
Tendría un efecto dinamizador para el sector inmobiliario y un desarrollo de micro y medianos emprendimientos en el entorno y en el área metropolitana.
La iniciativa también aspira recuperar los vínculos con el Centro de Montevideo, que se han ido perdiendo con la construcción de los shoppings, la expansión del estacionamiento tarifado y la inseguridad.