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"La mujer necesita menos cerebro para igual inteligencia"

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ALICIA RIVERA | EL PAÍS DE MADRID

Este neurólogo estadounidense es una autoridad mundial en el campo de la investigación cerebral. Profesor emérito de la Universidad de California, se ha dedicado a estudiar las diferencias en las características cerebrales de los hombres y las mujeres, y sus distintas respuestas ante, por ejemplo, accidentes vasculares. "Hay ciertas tareas verbales en que las mujeres son mejores que los hombres. Pero la mayor diferencia está en determinadas habilidades de visualización espacial en las que los hombres son mejores que las mujeres", asegura Haier.

-¿En qué se diferencian los cerebros de hombres y mujeres?

-Hay que distinguir dos cosas. Por un lado están las características físicas del cerebro, y se aprecian diferencias; la más obvia es que el tamaño medio del de los hombres es mayor. La segunda cuestión es si estas diferencias se relacionan o no con otras mentales porque hombres y mujeres pueden tener inteligencia equivalente aunque la media del volumen cerebral de los primeros sea mayor. Tal vez las mujeres no necesiten tanta cantidad de cerebro para ser igualmente inteligentes.

-¿Para qué sirven estas comparaciones?

-La evolución ha generado al menos dos formas de organización del cerebro para hacer las mismas actividades mentales. Y esto es muy importante cuando se producen daños en el cerebro. Por ejemplo, cuando una mujer sufre un infarto cerebral en una determinada zona puede padecer consecuencias cognitivas diferentes que si se produce el mismo daño en la misma parte del cerebro de un hombre. Y si el cerebro tiene diferentes formas de hacer las mismas cosas y alguien sufre un daño en una zona del cerebro, puede haber maneras de rehabilitar otras áreas que compensen esa lesión.

-¿Es genética la base de esas diferencias?

-En el siglo XXI ya no hablamos de base genética o de influencia del entorno. Son conceptos del siglo pasado. Sabemos que los genes se activan y se desactivan a lo largo de toda la vida. Los mecanismos son muy complicados y sólo ahora se empiezan a entender, pero sabemos que los factores del entorno contribuyen a la activación y desactivación de algunos genes.

-¿Hay diferencias en patologías mentales entre hombres y mujeres?

-Algunas enfermedades se dan más frecuentemente en hombres y otras en mujeres, como el autismo, que se da mucho más en hombres. En cambio, la depresión parece que es más común en mujeres.

-¿Cómo detectan los científicos esas diferencias cerebrales por sexos?

-Mediante técnicas de imagen. Con diferentes tipos de resonancia magnética se puede ver la estructura cerebral o las funciones, con la tomografía por emisión de positrones vemos el uso energético del cerebro... Con todas estas técnicas se aprecian diferencias entre hombres y mujeres, pero recuerde que éstas son sólo una parte, y la otra es relacionarlas con las capacidades mentales, y eso es más difícil. Nuestras investigaciones muestran que cuando relacionamos características del cerebro con los test de cociente de inteligencia (CI) están implicadas diferentes áreas en hombres y mujeres, aunque unos y otros tengan el mismo CI.

-¿Estas diferencias pueden ser utilizadas como argumento de discriminación?

-El conocimiento que tenemos de esas diferencias actúa en contra de la discriminación: hemos visto que en la mayoría de los aspectos hombres y mujeres son iguales, y algunas pocas cosas distintas a veces son a favor de las mujeres.

-Aparte del volumen cerebral, ¿qué otras diferencias hay?

-Por ejemplo, las fibras que conectan los dos hemisferios del cerebro son más gruesas en las mujeres, parece que tienen más conexión entre la parte izquierda y derecha. Todavía no entendemos exactamente qué significa esto. Todo el cerebro funciona en conjunto, como una orquesta. Lo que no está claro es cómo actúa el director. Y esta organización de la orquesta puede ser diferente en hombres y en mujeres, dependiendo de la tarea cerebral que se esté realizando, incluso con diferentes áreas activadas.

-¿Se aprecian las diferencias ya entre niños y niñas?

-Empiezan en la infancia, pero algunas no son obvias entonces, como la habilidad aritmética. Los niños y niñas son iguales en esto, pero, luego, parece que a las matemáticas más avanzadas se dedican más hombres que mujeres.

-¿Qué es la inteligencia?

-Es lo que uno hace cuando uno no sabe qué hacer. Llego a Madrid, hablo muy poco o nada de español y no sé qué hacer, alguien que me vea pensará que soy estúpido. Pero con inteligencia puedo averiguar cómo salir adelante. Otra definición se basa en las diferencias en aprendizaje, memoria y razonamiento.

-Pero ambas definiciones parecen la misma

-Sí, una es una definición más formal que la otra de lo mismo. Unos individuos recuerdan más que otros, unos aprenden más rápido que otros y unos razonan mejor que otros. Llamamos inteligencia a esas diferencias. Pero puede haber otras definiciones de inteligencia.

-¿Se distinguen mente y cerebro?

-Sea lo que sea, la mente procede del cerebro. No tiene mucho sentido hacer esa distinción, muy poca gente considera ese dualismo. Con las técnicas de imagen cerebral estudiamos la consciencia.

-¿En qué tareas son mejores o peores unos y otras?

-Hay ciertas tareas verbales en que las mujeres son mejores que los hombres. Pero la mayor diferencia está en determinadas habilidades de visualización espacial, en las que los hombres, sobre todo en el extremo superior de rendimiento, son mejores que las mujeres. Esto puede ser una explicación de por qué hay muchas mujeres en todos los campos de la ciencia -el 50% o más en las ciencias de la vida-, pero no en matemáticas, física e ingeniería. Es controvertido si esto se debe a razones sociales o culturales, o realmente a diferencias en estas habilidades de razonamiento matemático y espacial.

Buscando diferencias

Richard J. Haier tiene 59 años y es profesor emérito de neurología pediátrica de la Universidad de California. Desde hace años se dedica a investigar en qué se diferencian el cerebro de los hombres del de las mujeres. Sus objetivos, además de recabar información neurológica básica, apuntan a abrir vías hacia el estudio de los daños cerebrales y algunas de sus posibles soluciones.

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