La musicoterapia comienza a desarrollarse en Uruguay. Mientras preparan el segundo Congreso Latinoamericano de Musicoterapia, a realizarse en julio, las diez integrantes de la Asociación Uruguaya de Musicoterapia llevan a la práctica su disciplina mejorando la salud tanto de niños como de adultos mayores.
La musicoterapia es una técnica que utiliza sonidos, fragmentos musicales e instrumentos para conseguir diferentes resultados terapéuticos. A través de la mejora del ánimo de las personas logran una mejora psicológica, psicomotriz y orgánica, aún en casos críticos.
En Uruguay, esta técnica es aplicada tanto en niños que se encuentran bajo tratamientos oncológicos en el Hospital Pereira Rossell, como en adultos mayores en el Piñeyro del Campo o pacientes con Alzheimer del Hospital de Clínicas.
Si bien aún no han realizado ningún estudio sistemático que permita ver el cambio fisiológico y psicológico de los pacientes, según Maira Hugo, presidenta de la Asociación Uruguaya de Musicología "percibimos que hay un cambio importante de actitud y estado de ánimo de los pacientes y sus familiares, que logran ver la vigencia de sus potencialidades más allá de la enfermedad".
SONRISA. Jenny, una niña de ocho años y que diariamente va a recibir medicación contra el cáncer parece avalar los efectos positivos de la musicoterapia. Cuando llegó a la sala de espera, del Centro Hemato - Oncológico Pediátrico del Hospital Pereira Rossell, coincidiendo con el cronista de este diario, se le caían las lágrimas por el dolor del pinchazo. Pero apenas vio a Maira Hugo y a Alejandra Goldfarb cantando, la sonrisa comenzó a aparecer en su cara. En seguida éstas le dieron para que tocara el Toc toc, un instrumento de percusión que pretendía acompañar el concierto musical formado por diez niños, todos pacientes del centro hospitalario en el que trabaja la Fundación Peluffo Giguens.
Desde hace cinco años esta práctica se repite todos los días en las distintas secciones del hospital para vincular al niño con su dimensión sana y "motivarlo a que deje su pasividad".
El juego terapéutico a través de la música es con los niños que están internados inmunodepresivos, aquellos que están atravesando procesos invasivos de medicación o bien los que están en la sala de espera.
"Generalmente los niños están deprimidos, decaídos o están por entrar a una operación. A través de la música logramos hacer más llevadero el proceso. Los padres ante estas situaciones también se ven afectados cuando observan a sus hijos cantando o tocando un instrumento reconocen ese aspecto del niño que tenían anulado", explicó Hugo.
Diariamente ellas reciben entre 25 y 30 niños menores de 15 años que llegan al Centro Hemato - Oncológico Pediátrico del Hospital Pereira Rossell.
"Cuando vamos a las salas, previamente tenemos el informe de la nurse, entonces adaptamos la dinámica al estado del niño. A algunos a través de la música le damos la posibilidad de expresarse ya sea con la improvisación, canciones o intentando que el niño tenga una primera aproximación al instrumento", comentó Hugo.
Para la presidenta de la Asociación Uruguaya de Musicología la técnica es toda una "innovación" en Uruguay, país que aún no cuenta con la licenciatura en esta materia como otros.