¿Las encuestas telefónicas son científicas?

En los últimos días han surgido severos cuestionamientos hacia la técnica de la entrevista telefónica como forma de recabar información en los sondeos de Opinión Pública. Nos parece pues oportuno aportar algunos apuntes metodológicos con el fin de explicar de qué forma se diseña una muestra telefónica y por qué es una técnica absolutamente válida para este tipo de investigación.

Para que una muestra sea realmente aleatoria, cualquier individuo que conforma el universo de estudio (en este caso todos los ciudadanos en edad de votar en 2004 residentes en Montevideo y todas las localidades de más de 2000 habitantes) debe tener la misma probabilidad de ser entrevistado. Cuando la encuesta es "cara a cara", se sortean manzanas al azar dentro de cada localidad usando los mapas del Instituto Nacional de Estadística. Cada manzana tiene un "código" compuesto por el número de la Sección Censal a la que pertenece, su Segmento Censal y el propio número de manzana. Luego se realizan las encuestas en las manzanas sorteadas según algún tipo de "fórmula" (por ejemplo, tocando timbre en una de cada tres viviendas).

La principal dificultad que plantea esta técnica es que existen muchos barrios de Montevideo —y casualmente los más poblados— en los que resulta hoy imposible realizar entrevistas personales respetando esa aleatoriedad, ya que no se puede entrar en los edificios. Pocitos, Punta Carretas, Cordón, Parque Rodó, Centro y otras zonas quedarían excluidas de la fórmula aleatoria y la muestra correría el riesgo de quedar "sesgada" hacia las personas que viven en casas y no en apartamentos. Por otra parte, en barrios como Malvín, Punta Gorda y Carrasco se ha vuelto casi imposible traspasar la puerta de las casas, así como también se ha vuelto muy peligroso ingresar a determinadas zonas.

La encuesta telefónica permite superar estos obstáculos. ¿Cómo se asegura la aleatoriedad? Hemos dividido el mapa de Montevideo en 25 zonas geográficas según los límites de las zonas de ANTEL. Cada zona corresponde pues a un grupo de características telefónicas. Por ejemplo, la zona "Aguada" corresponde a las características 200, 203, 204, 208 y 209. Luego hemos superpuesto los datos del Censo de Población a cada una de estas zonas, de tal forma de saber exactamente cuántas personas residen en ellas. La muestra total de Montevideo (483 casos en nuestra encuesta) se divide entonces por zona proporcionalmente a su población. Para seguir el ejemplo de la Aguada, se realizaron 41 encuestas en esa zona de ANTEL. El encuestador recibe entonces una hoja con cinco columnas - una por cada característica de esa zona - y series de cuatro dígitos al azar que adjunta a la característica. De esta forma, cualquier número de teléfono tiene la misma probabilidad de salir sorteado.

Para el Interior, se han sorteado 50 localidades de más de 2000 habitantes: una cada cinco de entre 2000 y 5000 habitantes, una cada tres en el tramo de 5000 a 10000 habitantes, una cada dos de las de 10.000 a 20.000 habitantes y todas las de más de 20.000 habitantes. El número de casos a realizar en cada localidad se define proporcionalmente a su población. Luego, para el sorteo de los números de teléfono, se repite el mismo procedimiento que para los barrios de Montevideo. Todo esto es posible gracias a que la penetración de teléfonos en hogares llega al 80% en todo el país (90% en Canelones y Montevideo). Se objetará que estamos excluyendo los hogares sin teléfono, pero ¿quién puede demostrar que un hogar sin teléfono del barrio Ituzaingó o de Guichón se comporta en forma diferente que un hogar con teléfono del mismo barrio o de la misma localidad?

El debate en torno a la validez del "teléfono" como instrumento para realizar encuestas de cualquier tipo, es un debate que está perimido en todo el mundo desde hace mucho tiempo. En Estados Unidos, el país en el que más se invierte en Investigación de Mercado y de Opinión, prácticamente no es imaginable que una encuesta se haga de otra forma. En nuestro país, Grupo RADAR viene utilizando esta técnica desde la creación de la empresa en 1997, tanto en sondeos de Opinión Pública a lo largo de todas las campañas electorales de 1998 al 2000, como en Investigación de Mercado. Actualemente estamos realizando la medición de audiencia de radios —contratada por el Buró de Radios y la Cámara de Anunciantes— en un 60% bajo esta modalidad. Empresas como Johnson & Johnson, Sudy Lever, Multiahorro, DHL, Discount Bank, entre otras, nos contratan encuestas telefónicas y toman decisiones estratégicas a partir de sus resultados sin cuestionarse la validez del instrumento. Y en 1999, utilizando la misma metodología, Grupo RADAR fue la empresa que más acertó en sus previsiones de resultados para las tres instancias electorales nacionales.

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