La comparecencia del ministro Daniel Olesker a la Comisión de Salud de Diputados dejó como saldo un estado de disconformidad general. Legisladores de la oposición esperaban respuestas más elaboradas, y los del Frente Amplio, planteos más de fondo.
Los nacionalistas Pablo Abdala y Antonio Chiesa habían convocado a Olesker hace un mes, cuando se conocieron ciertas irregularidades y cambios jerárquicos en el Instituto Nacional del Cáncer (INCA). Ayer, las respuestas del ministro dejaron un sabor amargo entre los convocantes, que discutirán con el resto de la bancada del Partido Nacional los pasos a seguir.
"Me quedé con la sensación de que el ministro trabajó a reglamento, de que vino porque no tenía más remedio. Y que no está convencido de lo que está defendiendo, porque fue muy cauto en sus afirmaciones, porque no fue convincente, porque en algunos casos no tenía argumentos y dejó responder a ASSE. Vi a un ministro incómodo", dijo Abdala a El País.
Por su parte, Álvaro Vega (Espacio 609) catalogó al encuentro de "un aburrimiento imponente". En diálogo con El País, Vega criticó que se haya discutido sobre "líos internos" en el INCA en vez de hablar sobre los temas de fondo. "Los cambios en las direcciones no hacen a la gestión", opinó, y agregó: "Fue un planteo pobre, por lo que las respuestas fueron acordes al planteo".
En su planteo inicial, Abdala expresó su "preocupación por la politización de ASSE", algo que "ha sido señalado incluso desde el Frente Amplio". Alegó que existen "versiones sustentables sobre un acuerdo entre (el presidente de ASSE, Mario) Córdoba y (el representante de los trabajadores, Alfredo) Silva para dirigir el organismo", y que "desde allí se han decidido los cambios más polémicos".
Afirmó que, ante esto, la respuesta del ministro en un primer momento fue deslindarse del asunto y decir que "los directores los elige el presidente", pero que tras una frustrada remoción de Córdoba ("Mujica cedió a las presiones", dijo), Olesker optó por "cerrar filas con ASSE".
Respecto al INCA en concreto, Abdala denunció "arbitrariedades, irregularidades y desviación de poder que han causado daños a la administración y perjuicio a los pacientes". Criticó especialmente la remoción de la administradora del instituto, Carmen Vallejo, cesada el 30 de marzo mediante una resolución infundada.
"Nos pasamos discutiendo si la señora que sacaron (por Vallejo) tenía un buen funcionamiento o no; hablaron sobre gente que se siente desplazada, algo que he visto mil veces en Salud Pública", se quejó Vega.
En comisión, Abdala planteó que el cese de Vallejo se resolvió en el directorio de ASSE sin discusión previa, y que luego se elaboraron dos informes sobre los supuestos errores de Vallejo para "intentar justificar la decisión". Ninguno de los presentes se lo refutó.
De todas maneras, tanto Olesker como el vicepresidente de ASSE, Ángel Peñaloza, reconocieron que en el cese de Vallejo "no se hicieron los procedimientos administrativos que correspondían". El ministro anunció que se iniciará un sumario para respaldar la medida.
Abdala aportó datos respecto a sobreprecios en determinadas compras en el INCA, y afirmó a El País que las respuestas brindadas en todo momento fueron "a medias tintas".
En tanto, a la salida del encuentro Olesker afirmó que "buena parte de las estrategias del INCA tendrán que ver con temas que el diputado Abdala planteó como carencias".
Dijo, además, que consideraba que había dado "las respuestas adecuadas".
Durante la reunión también se discutió la pérdida de medicamentos del Banco de Citostáticos del INCA, generadas a raíz de tres fallas eléctricas entre febrero y mayo. La delegación de ASSE informó que los episodios fueron denunciados ante el Departamento de Delitos Complejos, porque resulta "muy casual" que haya sucedido lo mismo en tres ocasiones. Aún se está investigando.
La oposición cuestionó que además de la denuncia no se haya hecho una "investigación administrativa completa", y que sin embargo "se haya cortado el hilo por lo más fino, sumariando exclusivamente a la jefa del servicio (Susana Tchemeian), que hizo más de 20 advertencias y pedido de mejoras, y nunca le respondieron".
Desde ASSE argumentaron que el sumario fue porque Tchemeian demoró cuatro días en hacer la denuncia.
ENTREDICHO. El presidente de ASSE también asistió ayer y casi al inicio del encuentro tuvo un entredicho con Abdala, quien ha anunciado su deseo de que Córdoba deje el cargo..
"A esta altura no es necesario que el Partido Nacional pida la renuncia del presidente Córdoba, porque estuvo técnicamente renunciado. Su propio gobierno ya le pidió la renuncia, aunque después haya tratado de disimularlo", afirmó.
Córdoba dijo que la polémica por su eventual remoción se debió a que "muchos tienen el deseo de que no estuviéramos donde estábamos". Y agregó: "Si el presidente o el ministro me lo piden, mi renuncia es inmediata".
"Yo, si fuera usted, ya me habría ido", respondió Abdala. Córdoba no volvió a participar.
SMU: "Córdoba no nos representa"
El Sindicato Médico (SMU) emitió ayer un comunicado en el que "rechaza por inoportunas y no representativas las declaraciones" del presidente de ASSE, Mario Córdoba.
En diálogo con El País el sábado pasado, Córdoba dijo que no se necesita un delegado del SMU en el directorio. El sindicato está "recontra representado en la estructura de ASSE", afirmó. El flamante presidente del SMU, Martín Rebella, inició gestiones días atrás para que un representante del gremio participe de ASSE y de la Junta Nacional de Salud.
El SMU pidió la renuncia de Córdoba hace dos meses y luego guardó silencio porque no iban a realizar una "campaña de menoscabo de la persona". Sin embargo, ahora reivindican que Córdoba, que no es afiliado al SMU, "se adjudica representaciones que nadie le confirió".