1/1:  20100828 723x600 ()

PILAR BESADA

El Codicen inició un sumario y separó del cargo a tres arquitectos del organismo, por supuestos "vicios y defectos" en el liceo 68 de Montevideo, inaugurado en 2008. Uno de los profesionales ya había sido destituido y retomado.

El arquitecto Martín Martínez fue separado de su cargo en 2004, cuando la ANEP lo consideró uno de los responsables de los riesgos estructurales que presentó el liceo de Médanos de Solymar, que debió ser clausurado durante un mes por problemas con los pilotes que sostenían al edificio.

Sin embargo, en enero de 2006, Martínez fue restituido nuevamente como funcionario de la ANEP, luego de gestiones con su abogado. Según Martínez, en 2004 fue "mal destituido", y retomado luego de demostrarlo.

En julio de este año, el Codicen inició un sumario a Martínez y a otros dos arquitectos porque aparecieron "enormes inconvenientes arquitectónicos" en el liceo 68, en Cordón Norte, luego de que los arquitectos autorizaran la recepción final de la obra, que supone la devolución a la empresa constructora de la garantía por cualquier defecto de construcción. De esta forma, según el Codicen, actualmente no se le puede cobrar a la empresa constructora por los defectos que aparecieron en el edificio.

El liceo, ubicado en Salvador Ferrer Serra y Defensa, costó unos US$ 670.000 y comenzó a funcionar en 2008. El local tiene siete aulas comunes, un aula de informática, tres laboratorios y biblioteca.

En tanto, los arquitectos presentaron un recurso de nulidad de la sanción del Codicen, porque afirman que el organismo no explica los motivos que ameriten una medida tan grave como el inicio de un sumario, con separación del cargo y retención de medios sueldos.

La arquitecta Bettina Lagreca, una de las implicadas, dijo a El País que si no hay marcha atrás en la decisión, piensan hacerle un juicio al Codicen, y también evalúan hacerle un juicio por difamación a la directora del liceo 68, por acusar sin fundamento a los arquitectos en reiteradas ocasiones. Dijo Lagreca, que la directora del liceo denunció que el edificio no tenía servicio de agua "cuando el todavía no tenía tramitada la recepción provisoria". Lagreca manifestó que "los docentes te enchastran como profesional sin ningún fundamento".

Según la arquitecta, luego de la recepción definitiva de la obra, aparecieron algunos problemas, como la pinchadura de un tanque de agua, pero señaló que todos los defectos fueron reparados por la empresa constructora.

Luego de la recepción definitiva de una obra, durante 10 años la empresa constructora tiene la "responsabilidad decenal" de reparar los vicios de construcción que aparezcan. Lagreca afirmó que la empresa no está obligada a reparar las roturas que surjan por mal uso del inmueble. "En algunos casos reclamaban que las puertas estaban todas rotas, pero las habían roto los chiquilines, les arrancaron las cerraduras. El uso que hacen los chiquilines es realmente vandálico", indicó.

Por otra parte, la arquitecta señaló que según el resultado de un peritaje de las obras del liceo 68 encargado por el Codicen a la Facultad de Arquitectura, no hubo incumplimientos por parte de los supervisores de la obra.

Liviandad. El arquitecto Martínez, que hace 41 años es funcionario de la ANEP, dice estar "muy tranquilo". "Esto ya me pasó una vez, hasta me destituyeron y me volvieron a restituir, y al año de restituido formaba parte de tribunales seleccionando personal de jerarquía. ¿Le parece bien que un organismo tenga la liviandad de destituir una persona y restituirla de nuevo?", preguntó el profesional.

Para Martínez, ahora "hay gente en el Codicen que nunca estuvo en la educación", como Nora Castro y José Seoane. "Después de tantos años, creo que no merezco que personas que no tienen ni idea de lo que están haciendo juzguen de manera tan exabrupta", señaló.

Los tres arquitectos sumariados, Bettina Lagreca, Pablo Melo y Martín C. Martínez, presentaron un recurso ante el Codicen de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) para revocar dicho sumario.

Según el recurso, la resolución es "cuasi-arbitraria", ya que no nombra cuáles son los actos irregulares cometidos ni cuál fue la falta de los arquitectos.

Según una resolución del 14 de julio de 2010, el Codicen dispuso "la instrucción de sumario, con separación de cargo y retención de medios sueldos" a los tres arquitectos.

Esta decisión del Codicen es más severa que la que recomendó la Asesoría Letrada, de disponer "la instrucción de sumario administrativo (...) sin separación de cargo ni retención de medios sueldos".

Según alumnas del liceo, el centro está en buenas condiciones, y los baños "parecen de shopping".

El arquitecto Martín C. Martínez fue supervisor de la obra del liceo de Médanos de Solymar, que entre el 2 y el 27 de mayo de 2004 fue clausurada por problemas en los pilotes que sostenían la estructura. Entonces, Javier Bonilla presidía el Codicen.

En enero de 2006, cuando el Codicen era presidido por Luis Yarzábal, Martínez fue restituido, al demostrar que su destitución había sido equivocada.