Montevideo - Los líderes de la oposición respaldaron hoy al Gobierno uruguayo en lo actuado por el enfrentamiento con Argentina debido a la instalación de dos plantas de celulosa, y coincidieron en la necesidad de reanudar el diálogo para buscar una solución negociada al problema.

El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, se reunió con los líderes de los partidos de la oposición para analizar el futuro de las relaciones con Argentina, tras el resultado favorable en la Corte Internacional de Justicia de La Haya a la construcción de las plantas.

El socialista Vázquez, primer presidente de izquierda en la historia de Uruguay, recibió en la residencia presidencial al líder del Partido Nacional, principal de oposición, Jorge Larrañaga y al dos veces presidente (1985-1990 y 1995-2000) Julio María Sanguinetti, del Partido Colorado.

También fueron invitados los líderes de dos partidos menores, Pablo Mieres, del Partido Independiente, y Aldo Lamorte, de la Unión Cívica, y el presidente de la gobernante coalición de izquierda Frente Amplio, Jorge Brovetto, que además es el ministro de Educación y Cultura.

"Todos estamos de acuerdo en lo actuado por el Gobierno y en la necesidad de que se retomen las negociaciones con Argentina", afirmó Sanguinetti en una conferencia de prensa conjunta al finalizar la reunión.

Podemos tener discrepancias en la forma en que el Gobierno llevó el tema, pero en el fondo, en la sustancia, este es un tema nacional en el que estamos juntos , señaló el senador Larrañaga.

Brovetto aseguró que el Gobierno se mantendrá firme en el respeto a la ley y las normas internacionales y ratificó la voluntad de diálogo para superar las diferencias.

Los líderes de la oposición no quisieron entrar en polémicas sobre el tenor de algunas declaraciones del presidente argentino, Néstor Kirchner, y de funcionarios de su administración tras conocerse el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.

El pasado jueves, por catorce votos a favor y uno en contra, la CIJ rechazó la solicitud argentina de una paralización cautelar de las obras de las plantas de celulosa de las empresas Ence (española) y Botnia (finlandesa).

Las autoridades argentinas se oponen a la construcción de las plantas, ubicadas en las proximidades de la ciudad uruguaya de Fray Bentos, a orillas de Río Uruguay, límite natural entre ambos países y frente a las costas de la provincia argentina de Entre Ríos.

El Gobierno argentino y grupos de vecinos de Entre Ríos argumentan que las plantas causarán daños irreversibles al medio ambiente de la región, lo que es negado por las autoridades uruguayas y las empresas.

Tras conocerse el fallo, el presidente Kirchner dijo en un acto público que el tema "recién empieza", y la secretaria de Medio Ambiente, Romina Picolloti, anunció que Argentina intentará convencer al sistema financiero internacional para que no financie parte de las obras.

"La postura argentina no ayuda demasiado a resolver el conflicto", afirmó el canciller Reinaldo Gargano en referencia a esas declaraciones.

La construcción de las plantas demandará una inversión de 1.300 millones de dólares en el caso de Botnia y 500 millones de Ence, la mayor conjunta en la historia de Uruguay.

EFE