El senador De León aseguró que se “estigmatizó” a las empresas públicas.

El sector que encabeza el vicepresidente Raúl Sendic denunció la "estigmatización" de las empresas públicas, y advirtió que las mismas no pueden ser usadas para financiar presupuestos estatales o para controlar la inflación y el déficit fiscal.

La definición se hace en momentos en que las empresas públicas son cuestionadas por un mal desempeño, tanto por la oposición como por algunos sectores más moderados dentro del Frente Amplio identificados con el astorismo. Esto incluye a Ancap, que en enero del año pasado debió ser capitalizada luego de haber acumulado una deuda de US$ 800 millones durante la gestión frenteamplista.

El debate sobre el rol que deben tener las empresas públicas fue planteado el jueves por la noche en el local de la lista 711 por el senador Leonardo De León y Agustín Afonso, miembro del Ejecutivo del Sindicato Único de Telecomunicaciones (Sutel), ante un grupo de sindicalistas que se hicieron presentes en el lugar, entre ellos el secretario de propaganda del Pit-Cnt, Gabriel Molina, y Martín Pereira, presidente de la Federación de Funcionarios de Salud Pública.

"Hoy el déficit fiscal está regulado y no aumenta por los impactos positivos que tienen las empresas públicas", señaló De León. El senador se encargó de realizar una defensa cerrada del rol que tienen los entes en "el desarrollo del país" para la transformación de la matriz productiva.

En ese marco, afirmó que "se ha ido estigmatizando tanto a las empresas públicas que da la sensación en la ciudadanía que el problema es ese". Sin embargo, señaló que la realidad expresa "lo contrario". Para probar su hipótesis se apoyó en números, como por ejemplo la participación estimada de las empresas en el 10% del Producto Interno Bruto (PIB).

Además aprovechó para manifestar su posición contraria al uso de las empresas públicas como una fuente de recursos disponibles para Rentas Generales. Esta visión choca con la del Ministerio de Economía que viene reclamando un mayor aporte de los entes a las cuentas públicas y un recorte de las inversiones que se venían realizando en el gobierno del expresidente José Mujica.

"La opinión nuestra es que las empresas públicas no son para financiar presupuestos públicos, no son para controlar la inflación; son para generar bienes y servicios públicos en cantidad y calidad adecuados, y ser elementos genuinos de articulación con el sector privado para permitir el desarrollo del país", opinó De León.

El senador de la lista 711 pidió dar el debate a la interna del Frente Amplio sobre el rol que deben jugar las empresas públicas como forma de saldar de una vez por todas la discusión. "¿Queremos empresas para reducir el déficit fiscal o empresas públicas para dar servicios de calidad y promover el cambio de la matriz productiva?", preguntó. "Sin empresas públicas fuertes es imposible ir a un proceso de desarrollo; necesitamos tener esta discusión porque hay que lograr una síntesis para tomar este camino", afirmó el legislador.

Las cementeras de Ancap —en Paysandú y Minas— perdieron US$ 25 millones el año pasado y el Directorio de Ancap se propuso una reestructura por la cual está reduciendo agresivamente sus costos. Sin embargo, la decisión que tomó la presidenta de Ancap Marta Jara no conforma a todos los sectores dentro del Frente Amplio.

La lista 711 es uno de los grupos que no está de acuerdo con la detención de inversiones, como por ejemplo la decisión de no instalar un horno que tiene un costo de US$ 80 millones. "Tenemos calizas y hemos escuchado permanentemente en los medios muchos políticos decir que la industria del Pórtland pierde 25 millones de dólares al año. ¡Y a esta altura chocolate por la noticia! Mientras no se hagan las inversiones que hay que hacer Ancap va a seguir perdiendo 25 millones", indicó De León.

Para defender la realización de más inversiones en las cementeras, el senador de la lista de Sendic argumentó que "hay una industria privada que usa las mismas calizas, hizo las inversiones que tiene que hacer y tuvo resultado positivo, por lo que Uruguay tiene que terminar las obras en la industria del Pórtland".

"Es estratégico que un país tenga empresas estatales para asegurar un país en crecimiento, que necesita infraestructura vial, ferroviaria, que necesita tener Pórtland nacional y producido por industria nacional (...) y esto también nos genera energía renovable", justificó De León.

El grupo del vicepresidente Raúl Sendic iba a realizar un encuentro este mes para discutir estrategia política e ideología, así como también alianzas de cara a las elecciones del 2019.

Sin embargo, en el proceso de discusión interna surgieron diferencias de enfoque entre las corrientes que componen el sector, lo que motivó la suspensión de la actividad prevista para evitar más roces internos.

Una fuente del sector dijo a El País que no es momento para "tensar" más las diferencias internas, por lo que se decidió que lo mejor era tratar de cerrar filas y dejar en suspenso el encuentro nacional del sector que lidera el vicepresidente de la República.

El grupo no pasa por su mejor momento desde que se conformó la investigadora parlamentaria por las cuentas de Ancap que finalizó con una denuncia penal realizada por los partidos de la oposición ante Crimen Organizado.

A la polémica pública por Ancap se suman otros componentes internos. Por ejemplo, la salida de varios dirigentes que supieron tener cargos importantes a nivel de gobierno. El caso más notorio es el de la subsecretaria de Salud Pública Cristina Lustemberg, quien abandonó el sector en febrero de este año y se mantuvo en el cargo al contar con el respaldo del presidente Tabaré Vázquez.

Lustemberg no fue la única que abandonó las filas. También lo hicieron el asesor del Ministerio del Interior, Gustavo Leal; el expresidente de la Junta Nacional de Drogas Julio Calzada; el economista Sebastián Torres, que fue director de energía en el Ministerio de Industria, y el exsubsecretario de Salud Pública, Leonel Briozzo.

VALERIA GIL

TRATAN DE ORDENAR EMPRESAS PÚBLICASVALERIA GIL