Los sicarios iban en una moto a contramano; presumen ajuste por drogas.
El hombre acababa de recibir ocho disparos y yacía muerto en el asiento del conductor del Ford Escort, junto a la entrada a la refinería de Ancap. Sus dos hijos, de 6 y 12 años, y un sobrino de 14 charlaban sin ningún nerviosismo a pocos metros del cuerpo.
La pareja de la víctima sacudía la cabeza con desasosiego. Sabía que, tarde o temprano, ese infortunio iba a llegar: su esposo había recibido antes amenazas de muerte.
Tal vez ella no sabía en qué pasos andaba su marido. Sí sabía que, tiempo atrás, había estado preso por un caso vinculado al tráfico de drogas.
Operadores judiciales confirmaron que la persona fallecida tenía antecedentes por tenencia de estupefacientes. Por ello, una de las líneas de investigación que trabaja el Departamento de Investigaciones de la Zona IV (Cerro y aledaños) es que el crimen podría enmarcarse en un ajuste de cuentas.
Tiros en la noche.
Próximo a las 20:00 horas del viernes 25, Claudio García Barrios (29) circulaba con su pareja, dos hijos y un sobrino en un Ford Escort color rojo.
Al llegar al cruce de Humbolt y Emilio Romero, el auto fue interceptado por dos individuos que se acercaron a contramano, con evidentes intenciones de matar.
Una balacera cayó sobre el vehículo. García Barrios recibió ocho impactos: en la cabeza, el torso y un brazo. Dos tiros impactaron en el parante del auto.
Luego que el conductor se desplomó sobre el volante del auto, su esposa, desde el asiento del acompañante, lo condujo hacia la entrada de la refinería de Ancap, en La Teja. Finalmente, el auto se detuvo al chocar contra una columna de un estacionamiento, ubicado a 20 metros de la entrada de la refinería, dijeron fuentes del caso.
Informaciones primarias recabadas por la Policía indicaron que los sicarios utilizaron dos armas para asesinar a García Barrios: una de grueso calibre y otra de calibre más pequeño. Los investigadores creen que dispararon con una pistola calibre 22 y lo remataron con una 9 milímetros, un arma de gran potencia.
El juez de 3° Turno, Gustavo Iribarren, ordenó una pericia forense al cadáver de García Barrios para determinar las armas usadas por los asesinos. Policía Científica también elevará al magistrado un informe de los casquillos de balas encontrados en el lugar.
En la misma tarde del viernes 25, en La Teja, un hombre de 42 años se encontraba bebiendo en un bar en Leonardo Olivera y Emilio Romero cuando dos ocupantes de una moto le dispararon varios tiros. Uno de ellos impactó en la ingle de la víctima. Los investigadores sospechan que ambos ilícitos están relacionados.
Lucha.
En la zona oeste de Montevideo hay varias bandas que suministran drogas a decenas de "bocas".
Según informaciones manejadas por investigadores policiales, una de las gavilla es liderada por los Albín. Esta familia, a través de casamientos, se alió con las bandas de los "Ricarditos" y de "El Manolo", quienes controlan Cerro Norte y Casabó, entre otros barrios de la zona oeste.
Otra banda que trafica drogas y que, en ocasiones se enfrenta con las anteriores, son los Alvariza.
En diciembre del 2014, efectivos de Homicidios de la Zona IV desarticularon una banda de sicarios menores de edad de Casabó. Fueron detenidos el "Dibu" y el "Tuerto Purri". En tanto, el "Rey" fue procesado por herir en el abdomen a una niña de 4 años y a un adolescente. Los sicarios se movían en motos y con armas cortas. Cobraban deudas para las "bocas" de drogas de esa zona. Sus "tareas" consistían en efectuar disparos en las piernas de los deudores —primer aviso—, tiros a las fachadas de las casas de los mismos — segundo aviso— y finalmente balazos al cuerpo y la cabeza desde corta distancia.
Otros casos de sicariatos.
La muerte de la pareja paraguaya
El 6 de febrero de este año, un matrimonio paraguayo falleció tras recibir más de 14 tiros disparados por sicarios que circulaban en auto por la avenida Giannattasio (Solymar). El hijo de la pareja dormía en el asiento trasero de la camioneta. Una adolescente, que circulaba por la vereda, falleció tras ser embestida por la camioneta. No hay detenidos por el caso.
Homicidios de un bebé y un joven
El 31 de enero pasado, dos motos con dos ocupantes se detuvieron en una vivienda de Carlos María Ramírez. Uno de los hombres llamó a "Carlitos" dos veces. En la puerta de la vivienda había dos personas y un bebé de 15 meses al que le daban de comer. Nadie contestó al nombre de "Carlitos". Los sicarios tiraron y mataron a un joven de 25 años y a un bebé. "El Gárgola" y otros dos cómplices fueron capturados.
Balacera en el centro de Sayago
En junio de 2014, un hombre y una mujer fueron acribillados de 25 balazos en el centro de Sayago. Los investigadores señalaron en principio que fue un ajuste de cuentas por temas relacionados con la distribución de cocaína en el barrio Verdisol. En el coche viajaban Fabián Nicolás Morales, de 26 años, Natalia Carolina Manrique de 31 junto a los dos hijos y un sobrino de la mujer.
SICARIOS EN EL OESTE DE MONTEVIDEO