La policía y testigos señalan que habría más cuerpos enterrados; la “banda del Casabó” declaró hoy ante la Justicia.
Durante las excavaciones que continuaron ayer en el barrio El Tobogán, cerca del estadio Luis Tróccoli, los investigadores de la Unidad de Hechos Complejos encontraron más restos óseos humanos. El miércoles de mañana se confirmó que Jorge Cotelo (18) y Emiliano González (19) estaban enterrados allí, detrás de una rancho precario.
Ahora, Policía Científica tratará de establecer si las piezas óseas pertenecen a Cotelo y González, quienes se encontraban desaparecidos desde hacía nueve meses, o se trata de otros cadáveres, porque se presume que hubo más enterramientos clandestinos en el predio.
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En la sede judicial, a cargo de la jueza María Noel Odriozola, declararon dos testigos claves que vieron en más de una ocasión cómo los cuerpos eran trasladados hasta El Tobogán, y posteriormente quemados y enterrados por la banda de delincuentes de Casabó.
Los testigos que declararon haber presenciado otros enterramientos en El Tobogán, admitieron a la jueza Odriozola que no habían denunciado los hechos por temor a correr la misma suerte. Ayer salieron del juzgado custodiados hasta el barrio, donde juntaron sus pertenencias y se marcharon.
Otra de las personas que se tuvo que ir de su casa, en el barrio El Tobogán, es la tía de un delincuente que integra la banda del Casabó. La casa de la mujer fue señalada por los vecinos como una boca de drogas, y quedaba justo detrás de donde se quemaron los cuerpos de González y Cotelo.
La mujer, que está siendo buscada por la Policía, también es presunta testigo de la cremación y enterramientos de los cuerpos. La Justicia aún no hizo un pedido de captura aunque en las próximas horas, "a medida que avance la investigación puede ser citada a declarar", informaron a El País.
Hoy declararon.
La banda de Casabó, integrada por el "Manolo", el "Tulita" y el "Gárgola", prestó hoy declaración ante la Justicia en relación con este caso. Los tres están en prisión por el asesinato de un bebé de 15 meses y su tío, de 26 años, cuya casa en el barrio Casabó fue baleada el 30 de enero pasado. El otro miembro de la banda, el "Oreja Donato", está recluido en Brasil por tráfico de estupefacientes.
También se relaciona a estos cuatro sujetos con el asesinato del matrimonio paraguayo baleado en la Ruta Interbalnearia, a la altura de Solymar, el pasado 6 de febrero. El "Manolo", el "Gárgola" y el "Tulita" fueron capturados a fines de febrero.
Sanguinarios.
Walter Horacio Alfonso Linares, "el Manolo", es mencionado como el cabecilla de la banda de Casabó. Su prontuario se remonta a 2003, cuando tenía 13 años. Desde entonces registró 22 anotaciones policiales por distintos hechos delictivos. Fue indagado por homicidios, rapiñas, hurtos, lesiones personales y tenencia de drogas y armas. La última vez que fue ingresado en dependencias del INAU, hace 10 años, se fugó al mes.
Como mayor fue procesado por primera vez el 25 de octubre de 2014 al encontrarse en su poder armas y drogas tras un allanamiento en Casabó. En menos de un año, recuperó la libertad. Cuando volvieron a arrestarlo, en febrero pasado, la Policía informó que andaba armado con dos subfusiles de asalto y se escondía en el barrio El Tobogán.
Fuentes policiales dijeron en su momento a Subrayado que "Manolo" y el "Tulita" son responsables de al menos 10 homicidios.
El "Tulita", siendo menor de edad, protagonizó el 24 de agosto de 2006, en el barrio Casabó, una represalia sin precedentes hasta entonces.
Junto a otros dos menores entraron a una casa y dispararon sus armas a quemarropa contra un matrimonio, hiriendo de gravedad al hombre, Ramón Avelino Mujica, militar retirado, y dando muerte a su esposa, Teresa Susana Cardozo, de 57 años. "El Tulita" efectuó sin piedad algunos de los disparos directos a los rostros del hombre y la mujer.
El hijo del matrimonio había denunciado una boca de venta de drogas en el barrio. En venganza se decidió la muerte de sus padres, para lo cual se contrató a los tres menores, que fueron detenidos e internados en el INAU. También se vincula al "Tulita" y al "Gárgola" con el homicidio de un joven de 21 años en Santa Catalina, al que mataron de 28 balazos confundiéndolo con otra persona, en octubre de 2015.
Movimiento.
Una máquina retroexcavadora fue enviada ayer al barrio El Tobogán, donde fueron encontrados los restos de los jóvenes desaparecidos.
A primera hora de la mañana, con un tamizador, los investigadores hicieron un trabajo minucioso para descartar que hubiese más huesos humanos.
En el escenario, además de los efectivos de Hechos Complejos, trabajaron una dotación de Bomberos y el antropólogo Horacio Soya, mientras policías uniformados acordonaban y custodiaban la zona.
Los padres de Jorge Cotelo y una de sus hermanas, al igual que la madre de Emiliano González, observaban con atención la búsqueda que se llevaba a cabo en el lugar.
"Vinimos a ver si se encuentran más restos de nuestros hijos, queremos saber qué fue lo que les hicieron cuando los agarraron", declaró la madre de Cotelo a los medios.
Eduardo Cotelo (54), padre de Jorge, dijo a El País que "si la Policía nos hubiese hecho caso cuando le denunciamos hace varios meses las sospechas de que había cuerpos enterrados en El Tobogán, quizás se habrían evitado otras muertes, como la de la pareja de paraguayos y la joven de 16 años en Solymar, y la del bebé al que mataron en Casabó".
Barrios al rojo vivo.
En el mapa se explican los distintos escenarios que forman parte de esta guerra de bandas. Casabó ha sido el feudo del "Manolo", el "Tulita", el "Gárgola" y el "Oreja Donato", entre otros delincuentes, la mayoría de los cuales está en prisión. La Paloma es el barrio de donde procedían los dos jóvenes secuestrados, torturados y asesinados. Estuvieron, hace nueve meses, cautivos en una casa de la Cachimba del Piojo y sus cadáveres fueron trasladados a El Tobogán, quemados, descuartizados y enterrados. De Cerro Norte procedía el "Marcio", quien entregó a los jóvenes a la banda del Casabó y poco después fue también asesinado, presumiblemente por la misma banda. Su cadáver apareció cerca de la Ruta 1.
CASO MACABRODIEGO PÍRIZ