Jerusalen - El Patriarcado Latino de Jerusalén anunció el lunes que tiene previsto oficiar una misa especial el miércoles en el Santo Sepulcro, en memoria del papa Juan Pablo II, "peregrino de la paz".
En conferencia de prensa en la Ciudad Santa, el Patriarca, monseñor Michel Sabah, señaló que se han puesto libros de condolencias en la iglesia del Santo Sepulcro para que los fieles puedan escribir sus mensajes de pésame por el Papa, fallecido el sábado.
"Juan Pablo II mantenía un vínculo especial con Tierra Santa por tres razones: es el lugar del nacimiento de Jesús, su relación humana con el pueblo judío y su relación especial con el pueblo palestino", declaró monseñor Sabah.
"El Papa hablaba claramente del fin de la ocupación. Era un peregrino de la paz. Había tenido palabras justas para los israelíes y para los palestinos", destacó.
Monseñor Sabah recordó que fue designado por el difunto Papa y que fue el primer patriarca latino palestino. "Nombrándome quiso hacer un gesto hacia el pueblo palestino", comentó.
"Vino a nosotros y ahora somos nosotros quienes tenemos que ir a él", añadió el máximo representante de la Iglesia Católica en Tierra Santa.
En Belén, la ciudad natal de Jesucristo según la tradición, se celebró una misa en memoria del Papa el lunes por la mañana en la Basílica de la Natividad.
Además, se izó una bandera negra en el ayuntamiento de Belén, Cisjordania, que está frente a la Basílica.
La Universidad de Belén y siete escuelas católicas cerraron en este día de luto mientras la bandera amarilla y blanca del Vaticano que ondea en la universidad estaba a media asta.
En el cercano campo de refugiados de Dheisheh, al que el Papa efectuó una histórica visita en marzo de 2000, había banderas negras y fotografías de Juan Pablo II con el difunto presidente de la Autoridad Palestina Yasser Arafat durante ese viaje.
En las escuelas de este campo, donde no vive ningún cristiano, se dedicó una clase a las enseñanzas del Papa. Estaba prevista una marcha con velas entre el campo y Belén pero tuvo que ser anulada por el mal tiempo.
Durante su visita a Israel y los territorios palestinos, Juan Pablo II fue acogido literalmente como un salvador por los refugiados de Dheisheh, donde hizo un llamamiento a la comunidad internacional para poner fin a su sufrimiento.
Allí le esperaba un Yasser Arafat radiante, después de ser ovacionado por los refugiados.
"A lo largo de todo mi pontificado, me sentí cerca del pueblo palestino en sus sufrimientos", declaró el Papa.
Recientemente, en las últimas Navidades, Juan Pablo II deseó que "Tierra Santa pueda conocer tiempos de prosperidad y de coexistencia pacífica, en el respeto recíproco de sus habitantes", durante su homilía retransmitida en directo en 72 países.
La comunidad católica cuenta con unas 100.000 personas en Israel y los territorios palestinos.
AFP