Cómo se ve a los extranjeros
Personas más educadas tienen una mirada más positiva.
Los venezolanos trajeron el sarampión, los colombianos el narcotráfico, las dominicanas la prostitución y los chilenos los métodos para explotar los cajeros. A la hora de echar culpas, o de buscarle una justificación a los problemas propios, el dedo índice de varios uruguayos apunta a los extranjeros. Y cuando empieza a escasear el empleo, al menos en algunos rubros, hay quienes ven en los inmigrantes una competencia.
Uno de cada tres trabajadores locales piensa que los inmigrantes "toman empleos que son de los uruguayos". Lo curioso es que solo el 12% de los empleados locales sostiene que el extranjero es, efectivamente, "una amenaza" para el puesto de trabajo que ocupa.
El miedo de que "nos vienen a sacar el trabajo" parece estar condicionado por el nivel educativo de quien responde a la pregunta. Así lo entiende Marcos Rivero, gerente comercial de Unión Capital AFAP, empresa que junto a la consultora Equipos y el Instituto de Economía de UdelaR realizó una investigación sobre cómo los trabajadores uruguayos ven a sus pares inmigrantes.
Entre los trabajadores más pobres, solo el 16% mantiene un contacto diario con personas que provienen de otros países. Entre los más ricos, en cambio, el porcentaje crece al 47%. De hecho los residentes en Montevideo, asalariados privados y de nivel socioeconómico alto son los que conocen más de cerca a los extranjeros, confían más en ellos y tienen una imagen más positiva.
Según Rivero, el estudio demuestra que, en líneas generales, "el trabajador uruguayo tiene una imagen positiva de la inmigración y la mitad considera que la llegada de extranjeros es positiva para la economía del país".
La escribana Susana Novaro, quien sigue de cerca la situación laboral de los inmigrantes por ser voluntaria en la ONG Idas y Vueltas, tiene una lectura diferente. Para ella existe una "xenofobia latente" y la prueba está en que "muchos uruguayos piensan que a los extranjeros les dan más cosas que a los locales".
El estudio revela que el 48% de los trabajadores nacionales —públicos y privados— cree que el gobierno trata "mejor" o "mucho mejor" a los inmigrantes que a los uruguayos. Y eso, según Novaro, "no condice con la realidad… es una fantasía".
Cada tanto circulan noticias de que el Mides les da a los extranjeros prestaciones especiales o que acceden a garantías de vivienda con más facilidad que los uruguayos. "Es falso" insistió Novaro, quien además representa a la sociedad civil ante la Comisión de Refugiados.
A ella le ha tocado seguir de cerca el caso de las familias sirias, las que, por estar en un programa de reasentamiento, sí recibían una partida de dinero. "Pero que era baja y que, a lo mejor por falta de comunicación generó una imagen equivocada".