Hace un mes, el Ministerio de Salud comenzó a hacer test rápidos a embarazadas en los 19 departamentos del país para detectar a futuras madres portadoras de sífilis, que si no se trata puede causar muertes, abortos o malformaciones en bebés.
La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual, que se puede evitar con el uso del preservativo. También se transmite de madre a hijo (sífilis congénita).
Ayer, con un acto el Ministerio de Salud Pública (MSP) conmemoró el Día Latinoamericano y Caribeño por la Eliminación de la Sífilis Congénita. Además, un grupo de personas distribuyó folletos y preservativos para sensibilizar sobre esta enfermedad.
El director general de la Salud, Jorge Basso, dijo que es una enfermedad que "se puede resolver fácilmente. Hay un diagnóstico muy sencillo y un tratamiento muy económico y se cura". Pero en Uruguay la cifra de sífilis congénita sigue siendo muy alta: 29 por 1.000. "En el subsector público de salud de Montevideo hay 32 por 1.000 embarazadas con sífilis y 18 por 1.000 en el interior", dijo a El País, Libia Cuevas, asesora del programa prioritario de ITS (Infecciones de Transmisión Sexual) /SIDA del Ministerio de Salud Pública.
En parte, esto se debe a que al Ministerio de Salud le ha sido difícil captar a la pareja sexual de la embarazada para evitar que la mujer se vuelva a infectar una vez tratada. En relación a ese tema, Basso dio a conocer un estudio hecho por el programa de la Niñez en el que se hizo el seguimiento de 17 embarazadas con sífilis a las que se las trató con penicilina. Después de las 20 semanas se logró negativizar la enfermedad en la mayoría de los casos, pero se reinfectaron al fin del embarazo, contó. Esto se debe a que el compañero sexual de la futura madre no se trató.
Para poder reducir la incidencia de la sífilis congénita a 0,5 casos por 1.000 nacidos vivos, el Ministerio aplicó un plan piloto de detección precoz con los test rápidos en las policlínicas en Montevideo.
"Como se comprobó que el test rápido es efectivo se decidió extenderlo a las policlínicas públicas de todo el país y a las puertas de emergencia de los hospitales. Se acaba de instrumentar en los 19 departamentos; se entregaron 758 test rápidos", indicó Cuevas.
En "un momento se planteó cómo llegar al 12% de embarazadas que no llega al sistema de salud. Entonces se decidió ir a la puerta de emergencia de las maternidades, donde muchas veces las mujeres van porque tienen algo", contó. Fue así que este año "en cuatro meses se hicieron 1.404 test rápidos a embarazadas sin control en la puerta de emergencia del Pereira Rossell y dio una incidencia de embarazadas sin control de 6% con sífilis".
En esta instancia, al igual que en el plan de las policlínicas, "se trató de captar a la pareja de la embarazada para hacerle el test rápido y darle la penicilina, pero fue muy dificultoso, las mujeres van solas. Hay padres que se negaron a pincharse el dedo o tienen el concepto que la enfermedad venérea es parte de ser `macho`. Entonces hay que hacer cultura, hay que salir a la calle a concientizar que existe la enfermedad y que el condón es un profiláctico y no un anticonceptivo; aunque la chica use pastillas deben usar condón", dijo Cuevas. "Los test rápidos se van a hacer hasta que no se salga de la situación de emergencia", anunció.
Encuesta
En una encuesta hecha por Equipos Mori en 2007-2008 a personas de entre 18 y 65 años surgió que el 88% sabía que la sífilis es una enfermedad de transmisión sexual, el 84% sabía que se previene con el preservativo. Mientras que el 74% de los entrevistados indicó que sabía que se curaba con antibióticos. Sólo el 59% de consultados sabía que la mujer embarazada transmite la sífilis a su hijo. Un alto porcentaje, 31%, aseguró que esta enfermedad ya no existe en el país, cuando es remergente. Y el 21% indicó que no tiene cura, pero sí la tiene.