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FEDERICO CASTILLO

El estado de salud de la primera mujer con un corazón artificial en Uruguay se agravó y ahora necesita urgente un corazón humano para seguir viviendo. La Asociación de Trasplantados lanza hoy una campaña para fomentar la cultura de donación.

Pasaron 41 días desde que Fati Arostegui fue intervenida para colocarle un dispositivo de asistencia biventricular, un complejo aparato que cumple con las funciones de bombeo de sangre al organismo que su propio corazón ya no puede realizar por sí solo.

El mecanismo -pionero en Uruguay- le salvó la vida y la mantuvo estable a la espera de un corazón humano que todavía no llega.

Hoy la situación se complicó debido a una infección y diversas hemorragias internas. La espera se transformó casi en pedido desesperado: sin un trasplante urgente, la vida de Fati está en serio riesgo.

"Es la única salida. Hay que conseguir un corazón para que Fati siga con vida", dijo a El País Uruguay Russi, director técnico del Sanatorio Americano, centro sanitario donde se realizó la intervención y en donde la paciente se encuentra ahora internada.

El médico explicó que el tiempo corre en contra del estado de Fati. "Normalmente en Estados Unidos cuando se coloca a una paciente un dispositivo de este tipo, a la tercera semana ya aparece un corazón para hacer un trasplante, acá es más complicado", señaló Russi.

Pablo Márquez, el esposo de Fati, ya sabe bien lo difícil que es esperar algo que no llega. "Conseguir un corazón no es conseguir un remedio", se lamentó en diálogo con El País.

"La está pasando muy mal, en una situación crítica. Está viviendo gracias a ese corazón artificial, pero en un estado bastante delicado", agregó Márquez sobre la situación de su mujer. "Lo que nos está faltando es tiempo. Si hubiésemos conseguido un corazón antes, nada de esto estaría pasando", sostuvo.

La operación. El 2008 ha sido un año complicado para Fati (31). Durante su segundo embarazo -tiene un hijo de 11 años y una niña de 10 meses-, se le diagnosticó una insuficiencia cardíaca de rápida evolución que obligó a una cesárea y a un tratamiento intensivo para apoyar su contractilidad cardíaca. A lo largo de todo este año ingresó numerosas veces al CTI de Rocha y fue colocada en lista de espera para un trasplante de corazón en los primeros días de julio.

A fines de agosto es trasladada al Centro Cardiológico del Sanatorio Americano y luego de varios estudios se decidió la colocación de dos dispositivos de apoyo ventricular.

La intervención se realizó el 3 de septiembre. Se le colocaron dos dispositivos para apoyar el ventrículo izquierdo y otros dos para el derecho. Desde el lado izquierdo se impulsa sangre hacia la aorta, y del derecho hacía los pulmones.

Ambos dispositivos están controlados por una consola neumática externa que permite regular en forma independiente los flujos de sangre que el organismo necesita para sus funciones. El sistema costó unos US$ 180.000 y se trajo desde Estados Unidos 20 días antes de la operación.

Fati evolucionó bien luego de la intervención, tanto que a los 15 días fue dada de alta del CTI e instalada en una amplia habitación del Americano junto a su familia y a la espera de un trasplante.

El corazón artificial está ideado para cumplir, al menos, por un año las funciones del órgano vital. En este caso, una serie de infecciones complicaron el estado de la paciente y ahora un trasplante es imperioso.

Donar. Obtener un corazón adecuado para el trasplante cardíaco es más complejo que para el resto de los órganos del cuerpo humano.

Se requiere que el potencial donante haya sufrido una muerte encefálica y que el corazón todavía esté vital y con buena función. Hay que actuar con rapidez.

En lo que va de este año ingresaron 12 nuevas personas a la lista de espera de trasplante cardíaco y se han realizado ocho trasplantes de este tipo.

Actualmente hay 22 pacientes esperando un trasplante de corazón.

Conscientes de las dificultades que el tema implica, la Asociación de Trasplantados del Uruguay (ATUR), lanzará hoy en el Edificio Libertad una campaña publicitaria que busca incentivar la donación de órganos, una cultura que en Uruguay todavía no está del todo instalada.

El lema de la Asociación de Trasplantados es: "Donar órganos es salvar vidas" y en la campaña mediática, que saldrá en radio y televisión, se hará especial hincapié en que "todos merecemos una segunda oportunidad".

"Lo que se pretende es llegar a la población, sensibilizarla de la importancia que tiene ser donante. Porque si bien todos podemos ser donantes, también podemos ser receptores alguna vez", enfatizó Miguel Sluckis, integrante de ATUR.

Sluckis, que se ha sometido ya a dos trasplantes de riñones, consideró que en Uruguay falta información y debate sobre el tema, además de que se conozcan testimonios de los trasplantados.

Por eso entiende importante que haya más difusión en los medios sobre la donación y el trasplante. "Muchas veces en base a la información que le llega la gente toma decisiones, porque los tabúes todavía existen en torno a este tema", señaló el integrante de ATUR.

En los pacientes graves en lista de espera para un trasplante cardíaco los tiempos hasta encontrar un órgano compatible pueden ser más extensos de lo aconsejable.

Por lo general, casi la mitad de quienes se encuentra en lista de espera mueren antes que llegue el corazón para un trasplante.

Las cifras actuales de mortalidad por cuestiones vinculadas al corazón muestran que son alrededor de 10.000 las personas por año que mueren por patologías cardiovasculares, 27 por día.

En 1997 se realizó la primera intervención de trasplante cardíaco en Uruguay. Desde ese año se llevan realizados 112 trasplantes de corazón. En lo que va de 2008 ingresaron 12 nuevas personas a la lista de espera de trasplante cardíaco y se han realizado ocho intervenciones de este tipo. Actualmente hay 22 pacientes esperando un trasplante de corazón. Desde el Instituto Nacional de Donación y Trasplante (INDT) se subrayó que el trasplante es la única solución para pacientes con insuficiencia cardíaca terminal y que gracias a la técnica se logra salvar la vida del paciente y otorgar "una excelente" calidad de vida posterior a la operación. En la actualidad, hay más de 600.000 donantes. Para ser donante basta con tener 18 años y expresar la voluntad de serlo. Ese trámite se puede cumplir enviando un correo electrónico a la dirección: indt@hc.edu.uy con los siguientes datos: nombre, dirección,

Teléfono, fecha de nacimiento y cédula de identidad. Por otra parte, la ley 17.688, vigente desde julio de 2003, expresa que "toda persona mayor de edad fallecida sin haber expresado su voluntad en contrario, cuya causa de muerte amerite pericia forense, será considerada donante".