Los baños públicos de Montevideo se modernizan. En los próximos días se instalarán en algunos baños de diferentes organismos, 25 máquinas expendedoras de papel higiénico.
Los diseñadores del nuevo sistema sostienen que en la gran mayoría de los baños públicos no hay papel higiénico y en los que se encuentra está en "mal estado" o lo roban.
Los nuevos aparatos funcionan con una moneda de dos pesos. Acto seguido, la máquina lee la orden a través de un mecanismo "inteligente" y entrega tres metros de papel al usuario.
Los rollos son de 600 metros y son controlados todos los días por el personal de la empresa Boxes, encargada del proyecto que fue financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
PRUEBA. Durante tres meses se realizó una prueba piloto en las facultades de la Universidad de la República y algunas sociedades médicas, como Casmu y Médica Uruguaya, y en el Ministerio de Turismo.
La responsable de la fabricación, diseño y mantenimiento de estas máquinas es la empresa Boxes, cuyos principales responsables son Daniel Machín (40) y Jorge Russo (38).
Superada la prueba piloto, ahora la empresa se dedicará a instalar el sistema en los baños.
Boxes comenzó a diseñar máquinas expendedoras de diferentes artículos hace aproximadamente ocho años.
"Nuestra filosofía de trabajo es detectar una necesidad, vemos la potencialidad de un producto y realizamos una propuesta a las empresas", sintetiza Machín.
Machín cuenta que en algunos casos "había empresas que decían que colocaban un rollo a las seis de la mañana y a las nueve ya no había más".
FINANCIACION. Una vez ideado, Machín y Russo presentaron el proyecto de los dispensadores de papel higiénico al Plan de Desarrollo Tecnológico del Banco Interamericano de Desarrollo en setiembre del año pasado.
Luego de estudiarlo detenidamente, se resolvió hacer la prueba piloto. Boxes se contactó con la empresa Ipusa, que aceptó ser socia en el emprendimiento. El nombre Elite, entonces, aparece en todas las máquinas.
Las pruebas piloto se hicieron únicamente en baños públicos para mujeres. Esto fue porque, según datos de mercado que manejó Machín, "ellas gastan cinco veces más papel higiénico que los hombres".
Las evaluaciones fueron positivas y el BID decidió apoyarlos con el 50% del capital necesario para la elaboración de dispensadoras de papel higiénico, preservativos y protectores de inodoros.
Este sistema todavía continúa en la fase de prueba piloto en dos aparatos en el pub Azabache y el Punta Carretas Shopping Center. A diferencia de sus pares de papel higiénico, Boxes aún no tiene socios para ese emprendimiento. Finalmente, los primeros dispensadores de protectores de inodoros están previstos para fines de mayo.
Cada una de estas máquinas tiene un costo de fabricación entre 4.500 y 5.000 pesos. Se utiliza hierro, plástico y componentes eléctricos.
SOCIOS. Para el papel higiénico Boxes consiguió un socio en Elite. También son los responsables, junto a Johnson & Johnson, de unos 100 dispensadores de toallas higiénicas femeninas instalados en baños públicos de Montevideo. En estos momentos, están buscando un socio para el prototipo que entrega preservativos.
Boxes no quiere limitarse a Montevideo. "En este momento, lo que más buscamos nosotros, es a alguien que esté interesado en participar como socio para exportar este producto", enfatiza Machín.
Máquina de golosinas y preservativos
n Daniel Machín y Jorge Russo no ocultan el orgullo que sienten por sus creaciones. Las dos dispensadoras ya en funciones —de toallas femeninas y de papel higiénico— como el prototipo a estudio —el de preservativos— son el resultado de un proceso que comenzó hace diez años, cuando Machín dejó de atender un comercio minorista y Russo abandonó su trabajo en un shopping.
"Lo esencial fue trabajar en algo que nos gustaba", aseguró Machín.
"Y demostrar que todo es cuestión de esfuerzo y sentido común. Yo no terminé mis estudios de ingeniería y él es mecánico tornero. O sea, no somos ningunos eruditos y conseguimos solucionar una necesidad que tenía la gente y que servía a varias empresas".
En 1999 lograron el primero de sus éxitos. Consiguieron asociarse con Johnson & Johnson para colocar cien dispensadoras de protectores diarios (dos monedas de $ 2) y toallas higiénicas (tres de $ 2), en tantos baños públicos de mujeres.
Su proyecto de dispensadoras de papel higiénico no sólo encontró eco en la empresa Ipusa, a través de Elite, sino que será subsidiado por el BID (ver nota central).
Ellos dos, y otras dos personas revisan todos los días las máquinas que ellos mismos han diseñado. Al mismo tiempo, en un taller instalado en la ciudad de La Paz trabajan trece personas en el ensamblaje de los aparatos.
Hay otros proyectos que incluyen desde preservativos a golosinas. Mientras tanto, buscan socios para exportar sus servicios. Para estos hombres, no hay casi artículo que no pueda ser dispensado por una máquina.