"Se puede gargantear todo lo que se quiera pero a la garganta hay que prestarle el bolsillo. Sobre todo cuando el tono central en nuestra garganta es el mensaje de solidaridad con los más pobres, con los desvalidos y los que quedan al costado del camino", dijo el presidente.
El presidente José Mujica habló en su audición de este viernes en M24 y realizó una evaluación de sus aportes al Plan Juntos durante 2014.
Mujica señaló que "por desgracia la solidaridad social es menguada en nuestro medio. Las empresas privadas tienden, por aquí y por allá, a pedir alivios fiscales en las contribuciones que debe recibir el fisco para colaborar en lo social y cuando estos fenómenos se dan en en realidad en el fondo indirectamente damos cuenta que esa ayuda social tiene poco de privada y bastante de pública".
"Hay muy poco aporte privado directamente en la ayuda social en nuestro país. Pero cuidado. Esta afirmación no puede ser absoluta y tomada al pie de la letra, porque es innegable que existen empresas que ayudan y ayudan mucho socialmente y merecen reconocimiento en este país.
Son desgraciadamente pocas, pero existen", sostuvo el mandatario.
El presidente hizo una evaluación de los aportes que personalmente ha destinado este año al Plan Juntos: "En lo que nos es personal, en lo que humildemente se puede hacer como persona, al cerrar el año y cerrar el gobierno estamos terminando los aportes globales que hemos hecho al Juntos con parte de nuestro salario. Y entre los aportes en dinero y equipos nuevos que hemos comprado vamos a redondear un valor cercano a los 400.000 dólares, según se coticen los dólares".
Mujica dijo que "también cerramos el año con el aporte como corresponde a la fuerza política a la que pertenecemos y que nos llevó al gobierno. Porque ser militante de una fuerza política significa la obligación moral y ética de colaborar con nuestros ingresos líquidos y vamos a cerrar un quinquenio donde el aporte del presidente ronda los 150 mil dólares", explicó".
"Sabemos que con estas cosas no cambiamos el mundo en el que vivimos pero sentimos y multiplicamos nuestro compromiso con la sociedad", señaló.
Y agregó que "se puede gargantear todo lo que se quiera pero a la garganta hay que prestarle el bolsillo. Sobre todo cuando el tono central en nuestra garganta es el mensaje de solidaridad con los más pobres, con los desvalidos y los que quedan al costado del camino".
"Es relativamente fácil como gobierno poner impuestos y que otros paguen, pero hay un deber ético de nosotros mimos, de quienes pensamos así", aseveró el presidente.
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