"Los mejores dirigentes son los que dejan gente que los pueda suplantar", dijo el presidente en referencia a los directores de ANCAP, empresa a la que catalogó como "el pulmón de la energía en el Uruguay".
Además, en directa alusión a las autoridades que asumían, sostuvo que "no están acá para servirse, sino para servir y ese servir es realizarse como hombres y mujeres".
"No se es un país de primera por arte de magia, con consignas políticas", sostuvo Mujica, agregando que "solo tendremos un país mejor si somos capaces de vivir creativamente, comprometiéndonos con él".
También habló de la sociedad uruguaya, en referencia a que "somos tres millones y pico de habitantes", y comparó a la cantidad de la población del país con un barrio de San Pablo y catalogándolo de "el país más envejecido de América Latina".
Esta situación es atribuida a "la cobardía que hace mucho tiempo amenazó nuestras entrañas (…) La pirámide social de este país es cada vez más condenatoria, con menos jóvenes para aportar y más viejos para sostener", indicó Mujica al tiempo que apuntó a esta situación como "el desafío que tiene el Uruguay hacia delante".
"No tenemos otro camino que la educación y la formación de nuestros hijos para que tengan un grado infinitamente superior de productividad que nosotros", manifestó el primer mandatario.
Mujica también hablo sobre inversiones. "Tenemos que invertir, pero no tenemos ni la costumbre, ni la capacidad de ahorro, ni el criterio empresarial; eso no se improvisa", dijo.
"Tenemos que tender la mano por que hace 50 años no supimos guardar, ni invertir cuando realmente se podía, y se nos fue como Maracaná", reflexionó.
Mujica sostuvo que "estamos en la puerta de ser un país de primer mundo", pero que "nadie nos va a regalar nada (…) Necesitamos unidad nacional, que nos hemos dado el lujo de no cultivar desde hace décadas", dijo.
"Podemos tener diferencias, pero hay que tener ciertos compromisos comunes porque es gigantesco el desafío que tenemos por delante", sostuvo. También dijo que se ha perdido mucho tiempo "y el mundo está cambiando aceleradamente".
REFORMA ESTATAL. El presidente también habló del Estado. "No podemos tener un Estado sin compromiso, inventando festividades para no laburar y no podemos seguir con un país que no asume que el progreso es hijo del trabajo humano", sostuvo.
Mujica dijo que hay que comprometerse "no por lo que nos pagan, sino por lo que le vamos a dejar a la generación que viene" y que la prosperidad de quienes van a venir "depende de la capacidad que tengamos como pueblo de mirarnos al espejo".
Para finalizar, el primer mandatario dijo que "en el acierto o en el error, digo lo que pienso y espero mucho de las posibilidades que tiene este país".