Cada gramo de proteína y de glúcido de la dieta contiene 4 calorías, y cada gramo de grasa, 9 calorías. Pero estos requerimientos de energía deben ser complementados con los llamados nutrientes esenciales.

A esta última categoría pertenecen 39 elementos: 9 aminoácidos (eslabones de la cadena de proteínas), 2 ácidos grasos (lípidos poliinsaturados que el organismo no puede sintetizar), 13 vitaminas, y 15 elementos inorgánicos minerales.

Las proteínas esenciales son la histidina, isoleucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano, valina y leucina. Estan presentes sobre todo en alimentos de origen animal cuyas proteínas se reconocen como de "alto valor biológico" que están en las carnes rojas y blancas (sobre todo en el pescado), en los huevos y en la leche.

En una dieta equilibrada, la OMS considera que las necesidades proteicas de la población quedan cubiertas en el 97,5% de casos con 2600 Kcal. por día. Esa dieta debería aportar entre el 50 y 60% de calorías en forma de glúcidos, y el 30% restante en forma de lípidos.

Se ha jerarquizado el aporte de glúcidos derivados de fibras vegetales (de verduras y frutas frescas) para prevenir enfermedades cardiovasculares y enfermedades oncológicas como el cáncer de colon. Además, con ellas se consigue completar las necesidades de varias vitaminas y minerales.

Algunas grasas tienen, además de un alto contenido calórico, el valor de nutrientes esenciales como por ejemplo, el ácido linoleico. Este aspecto se hizo evidente cuando se prescindía totalmente de las grasas al realizar nutrición artificial intravenosa. En estos casos se hizo evidente la necesidad de algunas grasas para evitar efectos indeseables.