CRISIS EN ASSE: UN FINAL ANTICIPADO
El presidente apunta a mejorar la gestión en Salud y cortar con los desvíos de autoridades.
La mirada está puesta en la salud. El presidente Vázquez puso sobre la mesa de discusión de su gabinete —y también lo trasladó al Frente Amplio— la necesidad de impulsar una "segunda generación de reformas" en el sistema de salud. Pero al mismo tiempo el jefe de Estado es consciente de que en la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) hay problemas de gestión y desvíos de jerarcas con los que quiere cortar de raíz.
Así lo conversó Vázquez en las últimas reuniones con su gabinete. El mandatario es consciente que el 2018 será un año complejo, por las disputas políticas que se van a dar en el año preelectoral, y por eso quiere tener a su equipo trabajando perfectamente ensamblado. Sabe que cualquier desvío es material para que la oposición lo utilice con fines electorales.
En la reunión de planificación del año en la estancia presidencial de Anchorena, en Colonia, el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, planteó sus prioridades para el 2018 y entre ellas recogió el guante de lo que Vázquez había solicitado un mes antes en la despedida de año: mejorar la gestión de la salud pública sin la necesidad de aumentos presupuestales.
En el gobierno tienen claro que el accionar del directorio de ASSE que ayer fue removido en su casi totalidad, estaba permitiendo acciones incorrectas. Por eso Basso planteó al presidente hacer una rectoría del servicio descentralizado.
La preocupación del ministro de Salud Pública es que la autonomía que tiene ASSE fue lo que permitió la toma de decisiones políticas que en algunos casos no se ajustaban a lo estrictamente jurídico. "Muchas veces se da un especie de vale todo con tal de cumplir la gestión. El caso del hospital de Rivera fue un claro ejemplo. Bueno, eso no va más", comentó a El País una fuente oficial. El jerarca explicó que para evitar nuevos desvíos en la gestión el Ministerio de Salud Pública va a estar encima de cada decisión, incluso más de lo habitual.
En agosto del año pasado el directorio de ASSE le pidió la renuncia a Andrés Toriani por el manejo de fondos de forma poco transparente. Destinaba recursos que eran para estudios médicos al pago de salarios. El directorio de ASSE actuó luego que el presidente Vázquez le quitara el respaldo político a Toriani.
En ese momento, la entonces presidenta de ASSE, Susana Muñiz, justificó su forma de hacer las cosas aunque no se ajustaran a lo jurídico. "A la gente le importa poco si a la ambulancia nosotros la compramos por compra directa o la licitamos", dijo en un entrevista con Radio Uruguay.
El presidente Vázquez quiere evitar que esta consigna se mantenga en ASSE. Su prédica de: "dentro de la Constitución y la ley todo, fuera de ella nada", quiere que se aplique "a rajatabla" en todas las órbitas del Estado. Y en ASSE su equipo de gobierno tiene diagnosticado que eso no se estaba cumpliendo en toda su magnitud.
La decisión la tenía tomada incluso antes de resolver despedir a parte del directorio de ASSE. Pero el episodio de la contratación de la novia del vice del organismo, Mauricio Ardaus, como su secretaria por $ 57 mil mensuales la adelantó.
Ahora el ministro Basso discutirá con el Ministerio de Economía y Finanzas las aspiraciones para conformar el proyecto de ley de Rendición de Cuentas. Allí la decisión del presidente de la República es que con los mismos fondos se logre una mejor gestión, redistribuyendo y logrando mejores resultados.
Cargada agenda de gobierno.
El lunes 19 el presidente Tabaré Vázquez citó a la reunión del Consejo de Ministros. El gabinete se reencontrará luego de Anchorena donde planificaron el 2018. Además de los cambios en ASSE, el equipo de gobierno también preparará la instalación de la Mesa de Diálogo con las gremiales agropecuarias y los autoconvocados del movimiento "Un solo Uruguay".
Buena visión de la salud pública
La gestión de los servicios de salud pública ha estado en cuestión tras la instalación de una comisión investigadora en el Parlamento a mediados del año pasado.
Una encuesta de la Consultora Equipos de octubre del 2017 analizó la valoración de la ciudadanía sobre ASSE. El 44% de los consultados valoró como "Muy bueno" el funcionamiento de ASSE. Solo un 19% de los encuestados opinó que los servicios de salud pública funcionan "mal o muy mal". Incluso en la comparación con las mutualistas privadas la diferencia fue de 10 puntos porcentuales a favor de la salud pública: el 40% dijo que las mutualistas "funcionan bien", mientras que en salud pública esa valoración ascendió al 50%. A su vez, el 23% de la ciudadanía consideró que las mutualistas privadas "funcionan mal o muy mal", y en salud pública esa respuesta se reduce a 16%. Sin embargo sí se ha observado un deterioro en la visión de ASSE al analizar el historial. Mientras en la medición de octubre del año pasado el 44% consideró "muy bien" los servicios en la salud pública, en febrero de 2015 quienes valoraban de esa forma ascendía al 48%.