Nueve décadas de golf frente al mar

Aniversario con historia. El Club de Golf del Uruguay cumple 90 años. Su cancha de 18 hoyos, a cinco minutos del centro de la ciudad, es un distintivo de Punta Carretas

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LUIS PRATS

Con sus 18 hoyos frente al mar en Punta Carretas, el Club de Golf del Uruguay siempre fue emblema de este juego. Hoy, cuando cumple 90 años, es también una institución social y polideportiva.

Su cancha, diseñada por el legendario arquitecto de golf escocés Alister Mackenzie, es escenario de varios de los principales torneos del golf nacional, aunque el boom de este deporte hizo surgir después otros clubes en la zona metropolitana y el interior, especialmente Punta del Este. Además, el club practica desde básquet hasta natación e incluso tiene un equipo de rugby, Los Cuervos.

Su antecedente más lejano se remonta a fines del siglo XIX, cuando Punta Carretas era un espontáneo escenario deportivo. Allí jugaban los primeros futbolistas y también se instaló el Montevideo Golf Club, creado por miembros de la colectividad británica, que improvisaron una cancha de nueve hoyos que llegó a albergar actividad internacional. En 1909 los ingleses emigraron a un predio donde luego se estableció el Cementerio del Norte y posteriormente a Sayago, pero poco después el club se disolvió.

A comienzos de la década de 1920, golfistas uruguayos comenzaron a practicar en el inmenso baldío que habían dejado los británicos al abandonar Punta Carretas. Por entonces, la zona estaba escasamente habitada. Había algunas chacras y tambos, además de la mole de la cárcel, inaugurada en 1910. El desarrollo urbano apuntó primero a Pocitos. Con el tiempo, también Punta Carretas se convertiría en un barrio residencial y, desde fines del siglo XX, en una zona de intenso movimiento comercial. La presencia del manto verde del golf en ese sitio representa una singularidad de Montevideo.

PRIMERA CANCHA. Uno de aquellos golfistas, el ingeniero Juan Pedro Fabini, integraba además el Concejo de Administración Departamental, por lo cual gestionó la concesión del predio. El Municipio advirtió la posibilidad de incluir el golf entre los beneficios para los pasajeros del vecino Parque Hotel, por lo cual en 1921 tomó a su cargo el proyecto de construir una cancha de nueve hoyos.

El trazado, inaugurado el 14 de enero de 1923, ocupaba un terreno mayor al actual, ya que llegaba casi hasta el Parque Rodó, por sobre el actual emplazamiento de la Facultad de Ingeniería.

Su primer visitante ilustre fue el príncipe de Gales, Eduardo de Windsor (luego sería el rey Eduardo VIII de Inglaterra y un poco más tarde abdicaría para casarse con una estadounidense divorciada), que jugó allí en 1925.

Un plan para terminar los 18 hoyos avanzaba a fines de los `20, cuando el Municipio le quitó al club la parte de terreno sobre el Parque Rodó para otorgárselo a Peñarol, que comenzó a construir un estadio diseñado por el arquitecto Julio Vilamajó. La obra no se completó y en su lugar se levantó poco después Ingeniería. El Club de Golf se encontró con un campo amputado, cuando llegó la noticia de la llegada a Buenos Aires de Alister Mackenzie, autor de algunas de las mejores canchas del mundo, como el Augusta National o Cypress Point.

José Pedro Urioste, vicepresidente de la institución, viajó para proponerle construir una nueva cancha en Punta Carretas. Mackenzie aceptó venir a Montevideo: cuentan que al ver la ubicación del club, en una península frente al mar, aceptó de inmediato. Cobró por su trabajo 1.127 pesos, equivalentes entonces a unos mil dólares, de los cuales el Municipio aportó la mitad. Hoy, un especialista internacional en canchas percibe no menos de dos millones de dólares.

Mackenzie dibujó 18 hoyos para el Club de Golf del Uruguay en mayo de 1930 y se marchó. Nunca vio el resultado de sus ideas, pues no regresó al país e incluso cuando se inauguró el campo, el 25 de mayo de 1934, hacía cinco meses que había fallecido. Sin embargo, su diseño representa un sello de prestigio para la institución uruguaya, al punto que una comisión "consultiva y guardadora" vela para que no se realicen reformas que alteren el espíritu del plan del especialista: una cancha que sea tan atractiva para el golfista avezado como para el novato, que castigue al jugador temerario y premie la estrategia acertada. La evolución del golf en el mundo hizo que quedara corta en relación a los nuevos desarrollos (mide 6.635 yardas de longitud, algo más de 6 kilómetros), pero su ubicación junto a la costa determina que frecuentemente los golfistas deban enfrentar un escollo adicional, el viento.

Fue escenario del Mundial de 1954, varios Sudamericanos y certámenes de profesionales con destacas figuras argentinas -Roberto De Vicenzo, el primero-, europeos y estadounidenses. Allí jugaron estrellas del golf, como Gene Sarazen y Bobby Jones, y de otros ámbitos, como el actor y cantante estadounidense Bing Crosby. El visitante más ilustre del período reciente fue el argentino Ángel Cabrera, que estuvo en 2008 y 2009, poco después de ganar el U.S. Open y el Masters.

En 1999, la revista estadounidense Golf Digest la incluyó entre las mejores canchas de 100 países. Su colega Golf Magazine considera su hoyo 16, que corre junto al lago de las canteras del Parque Rodó como uno de los mejores 500 hoyos del mundo.

INSTITUCIÓN SOCIAL. Casi simultáneamente con la construcción de la cancha actual, el arquitecto Juan Scasso (luego autor del Estadio Centenario) reformó la sede de la institución, club house según el argot golfístico. Contaba entonces con 850 socios.

Su cancha figura en la lista de las mejores de 100 países

En diciembre de 1971, el club house resultó destruido por una bomba colocada por un grupo radical. Sin embargo, escapó del atentado la casilla donde se guardaban los implementos para el juego, básicamente los palos, por lo cual la actividad golfística nunca se detuvo. Incluso el club albergó el Sudamericano Juvenil de 1973 entre ruinas e instalaciones provisorias. En 1975 se inauguró el nuevo edificio, obra del arquitecto Raúl Clerc, ejecutada por la empresa García Otero, Butler y Zaffaroni.

El predio del club, de propiedad municipal, se denomina Parque de las Instrucciones del Año XIII. Los domingos de tarde, si no hay torneo, salvo de junio a agosto, la cancha sirve como paseo público. Los lunes la práctica del golf es libre para los no socios, aunque es necesario tener conocimientos del juego.

El campo es una atracción turística, encierra gran belleza paisajística e incluso tiene valor histórico debido a la firma de Mackenzie, pero también hubo quienes pusieron sus ojos sobre sus 40 hectáreas, pensando en darle otro destino. En 1967, por ejemplo, el entonces intendente colorado Glauco Segovia intentó, sin éxito, dejar sin efecto la concesión con la finalidad de construir viviendas en el predio. La concesión inicial fue periódicamente renovada por las autoridades comunales. La última vez, por el frenteamplista Tabaré Vázquez, a cambio de una serie de contrapartidas, esencialmente obras en el entorno que corrieron por cuenta del club.

El golf fue siempre la actividad esencial, pero en los últimos tiempos incorporó nuevas actividades para sus 3.700 asociados. Hoy se practica también tenis, natación, gimnasia, básquet, fútbol, rugby, atletismo y karate. Incluso la base del golf se amplió con la creación de una Escuela de Golf para niños, abierta incluso a no socios.

El entorno natural y la amplitud de sus instalaciones, además, colocaron al Club de Golf como un actor importante en el mercado gastronómico y de la organización de eventos, desde presentaciones empresariales a casamientos.

PROGRAMA DE LOS FESTEJOS

A partir del lunes 1° de octubre se desarrollará una semana de actividades especiales en el área deportiva del Club de Golf del Uruguay, que abarcará disciplinas como bicicletas estacionarias, ritmos, gimnasia aeróbica, gimnasia rítmica, karate y corredores. El sábado 6 y el domingo 7 de octubre se realizará el torneo golfístico "90 Aniversario del Club de Golf del Uruguay". Todo lo recaudado por concepto de inscripciones será donado a una institución benéfica.

Con el apoyo de la Fundación Itaú, el club organizó un concurso de esculturas a nivel nacional.

También se realiza un concurso de cuentos y anécdotas divertidas que hayan ocurrido en el club, bajo el título "90 años de historias".

Para el martes 30 de octubre está programado un concierto al aire libre, a cargo de la Banda Sinfónica Municipal.

El programa de festejos se cerrará con un cóctel para la masa social e invitados especiales el 14 de noviembre en el Salón Long Drive, a las 20 horas.

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