Parejas de presidente y vice del BPS trabajan en directorio del ente

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Ambos directores mantienen a sus respectivas parejas en cargos administrativos. Foto: Presidencia

AL FINAL, LO PRIMERO ES LA FAMILIA

Jerarcas opinaron que no está mal que sus parejas trabajen en el directorio que dirigen.

Nepotismo, para la Real Academia Española (RAE), es una "desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos", para la ciudadanía, un comportamiento totalmente repudiable. Primero trascendieron casos en las intendencias de Lavalleja y Artigas, luego en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), más tarde en el propio Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA) que es uno de los órganos de contralor del Estado; ahora es el turno del Banco de Previsión Social (BPS).

La esposa del presidente del ente autónomo Heber Galli, Patricia Cesari, se desempeña como administrativa en el despacho del director Álvaro Nodale. A su vez, la concubina del vicepresidente Gabriel Lagomarsino, Fernanda Chieza, ocupa el cargo de transciptor en el despacho del director en representación de los trabajadores, Ramón Ruiz, según constató El País en base a tres fuentes del BPS.

La situación se conoce tres días después de que el presidente Tabaré Vázquez nombrase al propio Galli al frente de ASSE de forma interina tras constatar que el directorio del organismo votó la designación de la novia del hijo del vicepresidente Mauricio Ardus como su secretaria. En una decisión que la oposición tildó de "tardía" —debido a las denuncias de irregularidades en ASSE— el mandatario pidió la renuncia a los tres directores políticos del prestador de salud.

En el primer caso, la esposa de Galli acompaña al jerarca en la dirección desde que él era asesor del hoy ministro de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Ernesto Murro, cuando éste ocupaba la representación de los trabajadores en el directorio del BPS. Más tarde, cuando Murro asumió como presidente del ente, Galli pasó a integrar el directorio como vocal primero, y luego como vicepresidente. Hoy es el presidente del ente. La esposa de Galli lo acompañó durante toda su trayectoria en el directorio.

En el caso del vicepresidente Lagomarsino, su concubina lo acompaña desde que él era asesor en materia económica de Murro.

El directorio del BPS está integrado por siete miembros: cuatro son designados políticamente y tres son sociales. Los implicados ocupan cargos políticos. Según una de las fuentes consultadas, "el directorio es una unidad laboral, tanto es así que en el reglamento de evaluación de desempeño, los secretarios que son funcionarios del banco son evaluados por un único Comité por lo que queda reafirmado que es una unidad, por más de que tenga representantes políticos y sociales".

El propio Estatuto del Funcionario del BPS establece en su artículo 23, inciso K, que se deben "declarar los vínculos de parentesco hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad, con otros funcionarios del organismo". A su vez, en el artículo 24 aclara que "no podrán desempeñar funciones en la misma sección, departamento o unidad, en relación de dependencia jerárquica directa (entre sí), los cónyuges o parientes dentro del segundo grado de consanguinidad o afinidad".

De acuerdo con el artículo 35 del decreto N° 30 de 2003, se prohibe a los empleados públicos "revistar dentro de la misma oficina de funcionarios que tengan un vínculo de parentesco con el jerarca de la unidad".

La normativa establece que "si ingresare a la oficina un funcionario que mantenga los vínculos mencionados (de primer o segundo grado) en el inciso anterior, la autoridad competente dispondrá los traslados necesarios, sin que se perjudique la categoría de funcionario alguno". A su vez, el artículo 26 prohibe a los trabajadores públicos "con competencia para gastar e intervenir cuando estén ligados con la parte que contrata con el organismo a que pertenecen por razones de parentesco hasta el cuarto grado de consanguinidad o tercero de afinidad o por matrimonio".

Dos lecturas.

El abogado especializado en derecho constitucional y administrativo, Ruben Correa Freitas, dijo a El País que existen dos lecturas sobre el caso, pero que quien debe expedirse es la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep). "Hay una interpretación que es amplia, por ejemplo en lo que se entiende por una oficina como estrictamente el lugar de trabajo, por ejemplo la presidencia y la vicepresidencia", indicó el abogado. La otra lectura a la que calificó como "restringida" no permitiría que ambas personas estén en el directorio.

Enamorados.

Consultado por El País, Galli dijo que su mujer trabaja en el BPS desde el año 1982 y que ingresó a la dependencia por concurso. El jerarca dijo que no iba a realizar declaraciones sobre el tema, pero sí opinó que la información de que su pareja trabajaba en el directorio "no es pertinente".

Sin embargo, negó que su esposa trabaje en el directorio del BPS donde Galli ocupa el cargo jerárquico más alto: la presidencia. "Ella no trabaja en el directorio", dijo y se negó a comentar en qué oficina es que trabaja su esposa dentro del organismo. El presidente del BPS se excusó de hacer más comentarios: "Son chismes y no voy a decir nada más. Publiquen lo que quieran", dijo al cortar.

En el caso de la concubina de Lagomarsino que trabaja como adjunta al director Ramón Ruiz, El País se contactó con él para conocer su versión.

"Ella es funcionaria de carrera. Acá la tengo a mi lado, hace 25 años que ingresó (al BPS). Yo la conocí a Fernanda hace 15 años cuando ella ya era funcionaria. Y después nos enamoramos. ¡Qué horrible! Nos enamoramos y somos pareja. Pero ella trabaja allí porque siempre fue una destacada funcionaria y los directores llevan a trabajar a sus despachos a los funcionarios más destacados. Si eso es un pecado, que el infierno me castigue", dijo el vicepresidente del BPS.

El jerarca indicó que a su entender la información no tenía valor periodístico. "Ya veo que están levantando chusmerío por todos lados. Chusmeríos baratos. Sigan así que eso es hacer periodismo. Ahora, con los que te pasan los chusmeríos tené cuidado", dijo.

Al ser consultado sobre si considera correcto que su pareja ocupe un cargo en la misma dependencia donde él tiene un rol jerárquico, remarcó: "Ya expliqué que ella es funcionaria de carrera" y agregó que no implica una lesión a ninguna norma.

"Por supuesto (que me parece bien) ella es funcionaria, ¿qué quiere que renuncie? Es absurdo. Nunca trabajó en mi oficina. ¿No tenés una pregunta inteligente para hacer? Está adjunta a un director en particular. Pregúntele a ese director porque trabaja con él. No trabaja conmigo. Lamento, la verdad, que con tantos temas que hay, anden revolviendo basura y hacerse eco de rumores y chusmeríos, y en este caso con una cuestión que nada que ver", dijo antes de terminar la conversación.

Tras varios intentos para contactar a Ramón Ruiz, el director en representación de los trabajadores atendió la llamada a las 22 horas; varias horas después de que El País hablase con Galli y Lagomarsino. Al contestar el teléfono preguntó: "¿Quién habla?" y negó ser él.

Al ser consultado sobre si el número marcado era el correcto, confirmó su identidad y dijo que no iba a hablar nada. "No, quién habla, ¿ta?", expresó. "Sí la verdad que sí, molesta. Mirá, yo estoy con mi madre enferma en Paysandú y en este momento no te puedo atender", dijo.

Al ser consultado si en su despacho trabaja la concubina de Lagomarsino, explicó que no tenía tiempo para hablar. "Te digo que no te puedo atender, ¿no entendiste? Estoy con mi madre en Paysandú de licencia y ella está enferma", disparó.

Acomodos prohibidos.

La cantidad de casos de jerarcas que acomodaron a sus familiares en la dependencia que dirigen han salido a la luz en los últimos meses tras varias investigaciones periodísticas. El tema preocupa a los integrantes de la Junta Anticorrupción (Jutep). Su presidente Ricardo Gil Iribarne dijo a El País que la semana próxima se analizarán los casos. Adelantó que hay un decreto vigente que prohibe la convivencia de familiares de primer y segundo grado. Pero a su vez dijo que también hay temas éticos. "Hay cosas que no están prohibidas, pero están mal. Porque el mensaje que le doy a la ciudadanía es que estoy acomodando a mi familia. Éticamente está mal. El propio decreto dice que los jerarcas no tienen que hacer cosas que parezcan que están mal", explicó.

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