"Planchas" rebotan en los shoppings

Medida. Desde hace casi un mes Montevideo Shopping y Punta Carretas limitan ingresos

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Desde hace un mes aproximadamente, el shopping Punta Carretas y Montevideo Shopping se reservan el" derecho de admitir" planchas. Solicitan a los jóvenes que ingresen con la visera hacia la nuca e incluso impiden que otros ingresen.

Los niños corretean por el corredor del shopping Punta Carretas, mientras de fondo suena el circo que se instaló para las vacaciones de julio. Entre el barullo, el calor y la afluencia permanente de gente, el guardia de seguridad se las ingenia para distinguir la orientación de las viseras. Y lo logra.

Parado en la entrada, tiene como consigna no permitir que entren jóvenes con la visera para adelante. Los adolescentes no se quejan. En cambio, varios ya acataron la nueva normativa y sin necesidad de que alguien se los pida cambian la posición de la gorra ni bien atraviesan la puerta. "Es por las cámaras", explica Andrés García, guardia de seguridad del lugar.

No es la única nueva política de ingreso que se aplica: el shopping también se reserva el derecho de admitir entre sus clientes "barras de planchas". Y desde esa misma entrada los guardias evalúan, caso a caso, quién puede entrar.

"El shopping se reserva el derecho de admisión y directamente no entran cuando son barras medias pesadas, en sentido de planchaje, lamentablemente no pueden ingresar. Es algo que se evalúa en el momento. Es una orden de gerencia", afirma García.

La política, que tiene casi un mes de vigencia, ya se aplicaba en el Montevideo Shopping Center. "Lo que pasa es que los sacan de un shopping y se vienen a otro. Están viniendo más, principalmente los fines de semana", cuenta el guardia.

Convivencia. En la puerta de entrada del Montevideo Shop-ping resalta un cartel cuyo título dice: "Normas de convivencia", y donde se establecen una serie de puntos a respetar para ingresar al shopping. "El personal de seguridad podrá no autorizar el ingreso de grupos de personas que puedan ser factor de desorden en el shopping", aclara uno de ellos.

"En el shopping Montevideo, no te dejan entrar, así nomás, igual sin gorro no te dejan entrar", comenta Cristopher Granero (16) en el hall del shopping Punta Carretas, a donde ingresó con su gorro dado vuelta.

Sus amigos siguieron el gesto. Uno de ellos, Pablo Ferreira, en la tarde del domingo intentó, sin suerte, ingresar a ese lugar. "Algunos te ven por la pinta y no te dejan entrar aunque no tengas gorro", recuerda.

Desde ese centro comercial desmienten los hechos: "La verdad es que no impedimos la entrada de nadie al shopping, salvo que haya tenido algún inconveniente y haya distorsionado la actividad dentro del centro. En ese caso evitamos su ingreso, pero no hacemos discriminación", refirió a El País Gastón Martín Valdez, gerente general de ese centro comercial. "En los bancos y en los locales de pagos controlan que ingresen con gorros, o cubiertos… bueno acá es lo mismo. La mayoría de la gente que viene al shopping es gente mayor que viene al paseo de compras y no les gusta que se los moleste, y por eso velamos", afirmó

Medidas. Consultados ambos shoppings sobre las medidas adoptadas, afirmaron que trabajan para brindar seguridad y tranquilidad a sus clientes y, en base a ese criterio, toman "las medidas necesarias".

El País preguntó, concretamente, a la gerencia de Punta Carretas Shopping si habían detectado situaciones o problemas ocasionados por estos jóvenes, y si las medidas obedecían a casos denunciados.

Desde el centro comercial respondieron que "no se discrimina a personas, sino que se trabaja desde hace ya tiempo en la prevención".

"La prevención y los sistemas de vigilancia en los que hemos invertido nos permiten identificar a cualquier persona, sin importar su condición o su vestimenta, que pueda estar impidiendo el disfrute del paseo de quienes nos visitan y pretenden recorrer nuestras instalaciones con tranquilidad y seguridad. Esa tarea se realiza en forma sistemática y con apoyaturas profesionales, y es objeto de permanente evaluación por parte de las autoridades del shopping", agregaron desde dicho centro comercial.

Para la tarea, el centro dispone de un sistema de vigilancia electrónica dotado de 200 cámaras y seis domos (cámaras que registran en 360°) que son monitoreadas por un equipo de la empresa Prosegur, cuyos guardias vigilan además todo el shopping. Tan así es que el personal de seguridad se jacta de conocer a casi todos los ladrones que actúan por descuido.

"Cuando se los detecta comenzamos a enviarles guardias, los siguen en forma escalonada. Ellos saben que no pueden dar un paso sin que los estemos viendo", explicó en su momento el supervisor del centro de monitoreo.

Otra visión. "No hay adolescentes que se autocalifiquen como planchas. Esa categoría es vieja y ellos prefieren la categorización de `pibes`", afirma el antropólogo Marcelo Rossal, investigador de la Facultad de Humanidades.

Según Rossal la categoría del "plancha" actualmente forma parte de una mirada externa basada en una estética que incluye a la mayoría de los jóvenes de clase baja y media.

"Hay un discurso normalizador relacionado a la inseguridad, a los carritos, a la gente en situación de calle, detrás del cual hay configuraciones sociales que identifican a los jóvenes pobres con un peligro social", explica el investigador.

"Se trata de cosas muy distantes, que tocadas por el discurso de la inseguridad, se vuelven una".

Pinta: "Algunos te ven y no te dejan entrar, aunque estés sin gorro; no podés", afirman.

Guardia: "No impedimos la entrada de nadie salvo que haya tenido algún inconveniente".

DOS TESTIMONIOS

Andrés García: "Es una orden de gerencia, y cumplimos"

"El tema acá es que el shopping se reserva el derecho de admisión; directamente no entran", dice Andrés García, guardia de seguridad del shopping Punta Carretas. "Cuando son barras medias pesadas, lamentablemente no pueden ingresar. Los planchitas son los más observados, aunque no se admite tanto en el shopping. Con respecto al gorro, hay gente mayor con la que no hay drama, porque no le vas a decir a una persona de edad que se corra el gorro. Eso es algo que se evalúa en el momento. Es como sucede en el Montevideo Shopping. Es una orden de gerencia y cumplimos con eso".

Pablo Ferreira: "Nos gusta usar la gorra para adelante"

"Me parece horrible. A nosotros nos gusta usarlo para adelante", dice Pablo Ferreira, de 15 años, en el shopping Punta Carretas luego de sacarse el gorro y cambiar la orientación de su visera. "Pero si no se puede entrar, por lo menos nos ponemos el gorro para atrás para poder entrar. Está bien, igual. Ellos están haciendo su trabajo. No podemos hacer nada. ¿Qué les vamos a decir? Es lo mismo que si yo estoy trabajando y ellos vienen a hacer lo que ellos quieren. Si están haciendo su trabajo, están haciendo trabajo. Algunos te ven por la pinta y no te dejan entrar al shopping. Aunque no tengas gorro, no te dejan entrar. Ayer fuimos al Montevideo Shopping con un amigo y no nos dejaron entrar".

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