De forma paralela, el jefe de Policía, Daniel Balbis, ordenó la instrucción de las investigaciones administrativas correspondientes, tarea que le encomendó al personal de la Dirección de Investigaciones a cargo del comisario César Álvez.
El propio Balbis, visiblemente consternado por el episodio, aseguró que se tomaron todas las medidas para llegar a la verdad de los hechos y dijo que la familia será informada de todos los pasos de la investigación.
El titular de la fuerza recibió ayer de mañana a los padres y familiares del joven fallecido para transmitir el sentir de la institución y asegurarles que el caso será aclarado como corresponde, con las máximas sanciones sobre los implicados.
El incidente causó un enorme impacto en familiares y amigos del fallecido, quienes se congregaron de inmediato frente a la Jefatura de Policía en la capital fernandina para exigir las explicaciones del caso.
Rosario Olivera, madre del joven, dijo a El País que su hijo fue asesinado por una simple infracción de tránsito, en oscuras circunstancias aún no aclaradas por las autoridades policiales. "Él iba con un amigo. Cuando los policías lo empezaron a perseguir, le dijo a su amigo que se bajara. La última vez que tuvimos noticias suyas fue cuando llamó a otro amigo para avisarle que estaba escondido en un descampado de Piriápolis. Luego nos avisaron a las cuatro de la mañana que estaba muerto", aseguró la madre.
Los familiares y amigos de la víctima no salieron de su asombro cuando a media mañana de ayer domingo fueron informados por un medio local que la Policía había encontrado un arma en el interior de la camioneta. "¿Qué arma? Él jamás tuvo un problema con nadie. Todo el día trabajaba para poder salir adelante", protestó la madre. "El arma fue plantada. Él nunca tuvo un revólver, ni nada que se le parezca", agregó un amigo.
De todos modos, en el correr de las horas la versión fue desestimada por la propia Policía.
Tampoco las causas del incidente están claras para los familiares. El lugar donde apareció la camioneta se encuentra a pocas cuadras de la Comisaría de Piriápolis, donde no existe ningún descampado tal como narró la víctima por teléfono. Los restos del joven fueron entregados poco después del mediodía a sus familiares.