TENSIÓN ENTRE BARRAS BRAVAS
Desde el Ministerio del Interior entienden que resolver este caso va a descomprimir parte del conflicto entre las barras, aunque barajan la posibilidad de un nuevo enfrentamiento entre ellas.
En el Ministerio del Interior hay una prioridad casi absoluta esta semana: capturar al principal sospechoso de matar en La Unión al menor de 17 años el pasado lunes 10 de enero, antes de que se juegue el primer clásico de verano este sábado. Es un partido asumido como de alta peligrosidad debido a este antecedente y al del tiroteo del 6 de enero pasado en la avenida 8 de Octubre, que también terminó en el asesinato de un hincha, en este caso de la barrabrava de Nacional y nada menos que un condenado por el homicidio de Hernán Fiorito, hincha de Peñarol fallecido en 2016.
De resolver al menos la primera etapa de este caso antes del clásico, en Interior entienden que se descomprimirá parte de la tensión entre las barras y bajarán las posibilidades de un nuevo enfrentamiento entre ellas.
Lo que se sabe de la investigación es que el adolescente asesinado se trasladaba en bicicleta al momento de morir de un disparo, y que vestía una camiseta de Peñarol. Luego entran las hipótesis a nivel policial, como por ejemplo que los autores de este homicidio son integrantes de la barrabrava de Nacional, y que el ataque fue en represalia por la muerte del hincha tricolor cuatro días antes.
Hasta el momento, señalaron a El País fuentes policiales, declararon al menos tres personas ante la fiscal Morales, y una de ellas quedó emplazada, lo que implica que no está técnicamente detenida, pero sí sujeta a la investigación y a disposición de las autoridades.
Esta persona fue capturada el viernes pasado, y aunque la indagatoria continúa, el ministro Luis Alberto Heber dio por hecho ayer que está involucrada en el asesinato.
“La Policía de Montevideo está trabajando, y ya ha agarrado a uno de ellos”, dijo en concreto ayer el secretario de Estado al ser consultado por este tema.
Las fuentes del caso complementaron que aunque su participación no haya sido directa -no sería quien disparó pero sí se entiende que estaba en el lugar- su detención era importante a los efectos de lo que pudiera aportar en Fiscalía al ser llevado a declarar.
“Estamos en procura de agarrar a las personas que participaron de este asesinato horroroso, absurdo, rechazable”, siguió el ministro en la conferencia de prensa que dio en la sede de la cartera de seguridad, y en la que destacó que este hecho en particular “genera un manto de violencia en el fútbol” que las autoridades no se resignan “a aceptar”.
El principal sospechoso de matar al menor -el que habría disparado- no solo está identificado sino que la Policía ya visitó los lugares donde se asumía que podía ser ubicado, pero sin suerte. “Rastrillamos todo Montevideo y no lo encontramos”, dijo a El País una fuente de la investigación.
Una de las sospechas que tiene entonces la Policía es que esta persona esté escondida “en el interior” del país, pero en la cartera de seguridad hay “plena confianza” en dos cosas: en la labor que está llevando adelante el jefe de Policía de la capital, Mario D’Elia, y en el resultado de una búsqueda calificada como muy intensa, y que pretende cercar al presunto delincuente sin descanso.
“Estamos persiguiéndolo en cada paso que da; lo estamos apretando bien”, dijo otra fuente del Ministerio del Interior.
El desafío de la Policía en la seguridad de un partido peligroso.
La proximidad con las fechas de los dos clásicos de verano que se disputarán en los próximos días (22 y 26 de enero) y los dos eventos de violencia entre barras de los últimos días generaron varias idas y vueltas entre las propias autoridades del Ministerio del Interior sobre la posibilidad de suspenderlos, pero eso quedó finalmente descartado. “Nosotros como ministerio tenemos (que dar) la seguridad en los alrededores y en el acceso al estadio”, dijo ayer el ministro Luis Alberto Heber. “No somos quienes determinan si se suspenden o no los partidos”, agregó el secretario de Estado.
Los dichos de Heber se dieron luego de que la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) se desligara de la organización de los encuentros para evitar reproches legales en caso de que haya heridos o muertos, pero sin que eso implique que los partidos no se jueguen. Finalmente serán organizados por la empresa Tenfield y ambos clubes. En el ministerio, no obstante, hay “plena confianza” en el operativo de seguridad que se desplegará en ambos encuentros, aunque se recomendó que ambos partidos, fijados para las 21:30, se jueguen a las 19, con luz solar, sugerencia que ya fue aceptada.