GOLPE AL NARCOTRÁFICO
La Policía observó a una distancia de 1.200 metros el aterrizaje de la aeronave y esperó por poco tiempo para asegurarse de incautar todos los paquetes de droga.
Fueron apenas seis minutos y algunos segundos. La aeronave estuvo en tierra ese tiempo luego de aterrizar en el medio de un campo ubicado en el departamento de Salto, al límite de Tacuarembó.
Durante esos seis minutos la Policía, que los observaba a una distancia de 1.200 metros, tuvo que esperar para asegurarse de poder incautar todos los paquetes de droga que se iban a descargar de la avioneta Cessna 182, que suponen venía Bolivia. Pero fueron mucho más de seis minutos lo que duró el trabajo de inteligencia que se montó para poder llegar a ese momento. La “Operación Gallego” se inició hace dos meses y tuvo su foto final con la incautación de 460 kilos de cocaína, armas, dinero y la detención de nueve personas.
Aterrizaje de la aeronave.
Participaron 69 policías en el operativo; 23 se turnaron durante el día y la noche para observar cómo los delincuentes iban preparando el campo para que finalmente la aeronave, modelo Cessna 182, pudiera aterrizar en ese punto desolado entre Salto y Tacuarembó elegido por los propios delincuentes.
Ese momento llegó el 22 de octubre a las 11:57 horas, según un video al que accedió El País. En ese registro se observa cómo aterriza la avioneta y, mientras se desplaza por una pista improvisada, le sigue una camioneta con cuatro personas en la caja de atrás. La aeronave frena tras recorrer varios metros en el suelo, el piloto la hace girar y queda enfrentada a la camionetas que, tras unos segundos, logra alcanzarla.
Las personas que estaban en la caja comienzan a descargar bidones de nafta para poder surtir de combustible a la avioneta. En paralelo, otras dos se bajan de la aeronave y comienzan a descargar los 14 paquetes, donde estaban los 420 ladrillos con cocaína. En seis minutos y unos segundos los delincuentes cargan toda la droga en la camioneta. Pero cuando parecía que la meta se había logrado es cuando la Policía da el golpe.
Escape hacia Brasil.
Con los efectivos yendo por tierra a toda velocidad para detenerlos, el piloto de la avioneta apenas consiguió cargar con 50 litros el tanque y subió para pilotearla. Con él también logró introducirse en la aeronave otra persona. En ese momento comenzó a andar por la pista que habían construido los delincuentes.
Según contaron fuentes policiales a El País, durante 23 días las personas pertenecientes a ese grupo de narcotraficantes llegaban al campo en una camioneta, y usaban bordadoras para cortar las malezas y crear así una pista de aterrizaje que fuera visualizada desde el aire por la avioneta. Los policías miraban todo y no podían prender fuego, a pesar del frío, para que los traficantes no se dieran cuenta de que estaban siendo observados a la distancia.
Tras la huida la aeronave logró tomar vuelo y un helicóptero de la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU), que estaba a pocos minutos de distancia, comenzó a seguirla hasta que finalmente logró cruzar hacia Brasil y debió suspender la persecución. Los investigadores estiman que con el poco combustible que el piloto llegó a cargar no debe haber volado más de 30 o 40 minutos. Según supo El País, desde la FAU se hicieron las comunicaciones correspondientes con Brasil para poder rastrear a la aeronave en ese país.
Si bien la Policía disparó por tierra contra la aeronave cuando levantaba vuelo, la misma no fue derribada porque la llamada ley de derribo -que en realidad es un artículo de la LUC- aún no está reglamentada. El director Nacional de la Policía, Diego Fernández, explicó que si bien ese ley existe “no está protocolizada, no está en funcionamiento y entonces (los efectivos de la FAU) se comportaron de acuerdo a lo que el marco legal establece”.
“Se siguió hasta el límite territorial de Uruguay”, puntualizó Fernández. Por otra parte, explicó, Uruguay no tiene las armas adecuadas “para abatir la capacidad de vuelo de esta aeronave”. “En el futuro se va a tratar de solucionar el problema”, aseguró.
Un uruguayo lideraba la banda criminal
La operación montada por la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Droga y la Brigada Antidrogas, en coordinación con la fiscal especializada en Estupefacientes Mónica Ferrero, permitió la detención de nueve personas. Cuatro fueron capturadas en el momento que hacían la descarga y el resto, luego de distintos allanamientos en diversos puntos del país.
Según indicaron fuentes judiciales a El País, la fiscal Ferrero interrogó en el correr de la tarde de ayer a las personas detenidas y fijó una audiencia para las 10:00 horas de hoy. Esta instancia judicial será en el juzgado de Crimen Organizado y marcará el inicio de una investigación penal contra los detenidos.
El Ministerio del Interior, por su parte, informó que dos de los nueve detenidos son extranjeros: uno brasileño y otro boliviano.
En tanto, la cartera detalló que la organización criminal que descargó la droga es liderada por un uruguayo que no posee antecedentes penales. Esta persona era la encargada de organizar la logística para que distingas aeronaves aterrizaran en el país y descargaran la droga.
“El ciudadano uruguayo responsable de la maniobra mantenía contacto con diversos ciudadanos, en principio de apariencia extranjera, a los cuales les proveía de transporte y alojamiento en nuestro país, para luego presentarles una superficie que a la postre oficiaría de pista de aterrizaje clandestina”, señaló la cartera.