INSEGURIDAD EN LA FRONTERA
La guerra entre dos bandas brasileñas por hacerse del territorio donde se controla la venta de droga tiene en vilo hace tiempo a la frontera Rivera-Santana do Livramento.
Un dedo se mueve lentamente por la fría palanca de metal y en cuestión de pocos segundos lo frío se convierte en caliente. Ese movimiento genera un fogonazo de calor mientras que las balas avanzan a toda velocidad y atraviesen las paredes hasta impactar en el objetivo.
Un auto, sicarios, una orden y menos de diez segundos para terminar con todo. Esa escena que parece de una serie sobre narcotraficantes sucedió en Rivera en la noche del 30 de abril. El vehículo estacionó frente una vivienda, dos sicarios bajaron y desde lejos vaciaron un cargador de 30 balas apuntando hacia una casa en el barrio Treinta y Tres. Las ráfagas de disparos cubrieron el sonido de la noche, un niño y un perro salieron corriendo de la vivienda mientras que las balas traspasaban las paredes. Alguna de esas balas mataron a un hombre de 58 años que estaba sentado sobre su cama.
Este homicidio, suponen los investigadores, fue una escena más de una historia que desde hace tiempo tiene en vilo a la frontera Rivera-Santana do Livramento: la guerra entre dos bandas brasileñas por hacerse del territorio donde se controla la venta de droga.
Protagonistas.
“Bala na cara” (Bala en la cara) y “Os manos” (Los manos) son dos bandas que desde hace dos años pelean para ocupar esa frontera dividida por una línea imaginaria trazada a los pies de un obelisco. Esa gran estructura simboliza la Frontera de la Paz. Pero la paz en esa línea divisoria entre Uruguay y Brasil dejó de existir hace tiempo por la presencia de estas “facciones”, como llaman los policías brasileños y los locales a las bandas de narcotraficantes del país vecino.
Según indicaron fuentes policiales a El País este último homicidio habría sido ordenado desde una cárcel de Porto Alegre. Ahí está recluido uno de los cabecillas de “Os manos”. El delincuente, desde Brasil, se contactó con sicarios locales y ordenó el asesinato del hombre, en Uruguay, que según las fuentes pertenecería a la banda contraria.
“Bala na cara” fue la “facción” que controló el negocio de la droga en Santana do Livramento y Rivera hasta 2018, pero ese año “Os manos” llegó para disputar el territorio. El nombre “Bala na cara” surgió porque cuando sus integrantes iban a matar a una persona le disparaban al rostro. De esa manera los delincuentes saben a quién correspondía ese asesinato. Pero la bala en la cara también se usa como una forma de deshonrar al muerto.
“Cuando un delincuente muere de esa forma, la familia no puede velar a la persona a cajón abierto. Entonces lo hacen de esa manera para que los familiares no puedan verle la cara cuando lo despiden”, explicaron las fuentes. Una imagen similar se ve en la película brasileña Tropa de Elite. Cuando la policía atrapa a un delincuente y lo apunta este le dice “na cara no”.
Uno de los líderes de esta banda es un uruguayo apodado “Cachorrinho” que está preso en Brasil. Este cabecilla mató a dos policías uruguayos y a otro brasileño. Por este último homicidio fue capturado y encarcelado del lado norteño en 2008.
Según indicaron fuentes de la investigación a El País la banda liderada por “Cachorrinho” perdió peso en la disputa por el territorio. “Os manos están arrasando con todo y eliminado a las personas que pertenecen a la otra facción”, sostuvo una fuente policial.
De igual manera, aclaró la fuente, “las dos banda son extremadamente peligrosas”.
Las facciones ocupan un territorio y tratan de adueñarse de las bocas de drogas para la comercialización de los estupefacientes y el tráfico de armas. Las policías de Rivera y de Brasil trabajan conjuntamente cada vez que ocurre un homicidio y montan operativos para detener a los sicarios en el marco de la guerra narco.
Detenciones, operativos y sicarios a prisión
En el marco del homicidio de un hombre de 58 años en el barrio Treinta y Tres Orientales, la Policía montó el operativo “Mutante”.
Luego de seis allanamientos, la Policía detuvo a varias personas, incautó drogas, dinero y autos.
Dos personas fueron imputadas por la Justicia por un delito de homicidio muy especialmente agravado y enviadas a prisión preventiva como medida cautelar a la espera de su juicio.
La Policía ahora va tras los pasos de quien dio la orden de cometer el asesinato.
Sobre finales de marzo otro hecho similar a ese homicidio se registró cerca de la frontera con Santana do Livramento. En ese entonces cuatro delincuentes armados llegaron a la casa de una mujer, dispararon unas 60 veces y luego incendiaron la casa La mujer logró escapar. La Policía también adjudica este atentado al grupo “Os manos”. Según los investigadores esa banda intenta eliminar a familiares o allegados a los de “Bala na cara”.