Operativo "Panizza"
Por lo menos tres familias “dominan” el barrio; venden drogas y extorsionan a los vecinos.
La familia Comas de la Cruz de Carrasco no es la única investigada por la Policía. Hay por lo menos otras tres bajo la lupa de policías. El tráfico al minoreo de drogas es el principal negocio en dos complejos habitacionales tugurizados. El segundo negocio más rentable es la venta o el arrendamiento de casas cuyos moradores originales fueron desalojados por la fuerza.
El modus operandi es simple: delincuentes copan una casa y luego la negocian. En la mañana de ayer, la Policía detectó que una casa había sido subdividida en tres partes: una habitación se "arrendaba" a $ 3.000; dos habitaciones y un baño en $ 6.000. Y el resto de la casa en $ 5.000. Es decir, solo de esa vivienda sus "dueños" obtenían $ 14.000 de ingresos por concepto de "arrendamiento".
En otras ocasiones, los delincuentes "vendían" una casa mediante el pago de una entrega y cuotas de $ 4.500 o 100% financiada pagando el comprador unos $ 9.000 mensuales. Cuando este pagaba su deuda, era amenazado de muerte y lo obligaban a salir de la casa con lo puesto. Ahí la propiedad era vendida a otra persona. El precio de venta, sin documento alguno, rondaba los $ 90.000.
En la mañana de ayer, varias unidades policiales ingresaron en la Cruz de Carrasco. Uno de los objetivos era la familia Comas. La Policía tenía órdenes de allanamiento para casas de la familia. Pero ninguno de sus integrantes fue capturado. Los policías no encontraron drogas ni armas en sus viviendas.
Una fuente del caso dijo a El País que la Policía tiene denuncias contra integrantes de la familia Comas por amenazas para que abandonen sus casas. Es decir, hay indicios de que habrían cometido delitos, según la fuente.
En marzo de 2018, la Justicia condenó a Nicolás Comas, mayor de edad, por los delitos de rapiña especialmente agravada, dos delitos de extorsión y un delito de porte de arma de fuego. En tanto, un menor de la misma familia fue internado en un hogar del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa) por los delitos de amenaza y extorsión.
No todos los delincuentes llevan el apellido Comas. Algunas personas investigadas tienen distintos apellidos, pero son parientes de los Comas o se han unido en pareja con integrantes de esa familia.
Para la Policía, los Comas son el grupo referente en la Cruz de Carrasco, aunque no tienen un poder de fuego y una estructura similar a los Chingas o los Kamala de los Palomares de Casavalle. Sin embargo, lograron establecer una dinámica de control en ese barrio para armar su negocio (extorsiones y ocupaciones ilegales de los espacios públicos).
"Se censaron 64 viviendas en situación irregular", dijo a El País el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, Gustavo Leal. Agregó que 50 de ellas fueron construidas sobre el colector Panizza, lo que impide su mantenimiento. "Todas tienen conexiones irregulares de agua y energía eléctrica", agregó.
Es posible que hoy se formalice la investigación penal contra algunos de los detenidos, afirmaron fuentes del caso a El País.
Los allanamientos.
Un grupo de 254 policías sitió el barrio buscando pistas sobre narcos y asesinos. Todo comenzó cuando salió el sol y concluyó con la detención de ocho personas residentes en la zona.
Participó personal de Zona II, Grupo de Reserva Táctica, Dirección de Información Táctica (DIT), la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas, Inteligencia, Policía Aérea y el equipo de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior. Técnicos de UTE y OSE realizaron inspecciones en las viviendas.
El jefe de la Zona Policial II (barrios costeros y zonas aledañas), Alfredo Rodríguez, explicó que el operativo "Panizza" consistió en 18 allanamientos de casas. Al mismo tiempo se realizó un censo entre las fincas regulares e irregulares del barrio.
"La calle está cortada, no se permite el tránsito de vehículos, a esos lugares es imposible ingresar la asistencia policial o el servicio médico. Fueron ganando espacios hasta llegar a una senda que solo es transitable caminando. La idea es reinstaurar la autoridad policial y administrativa, de UTE, OSE y Antel", indicó Rodríguez.
Se confirmó que en un edificio que estaba destinado a la construcción de una escuela había 11 casas. En tanto, se encontraron tres viviendas dentro de una antigua policlínica.
De acuerdo a la información obtenida en el censo, la zona investigada tiene una población de 176 personas.
En el operativo, la Policía incautó una escopeta calibre 16, municiones, revólveres, pistolas de distintos calibres, armas de aire comprimido y un chaleco antibalas. También se ubicó una balanza y drogas de distinto tipo prontas para su comercialización.
Según la fuente, el operativo "Panizza" fue el comienzo de una investigación que alcanzará otras áreas del barrio.
Un barrio donde no existe propiedad privada
En 1978, los complejos habitacionales CH 50 y CH 56 contaban con salones comunales, una guardería, una policlínica, canchas de fútbol y dos plazas. Cuatro décadas más tarde, el lugar está irreconocible. Casas fueron construidas de a pedazos, encima de calles y plazas. Los lugares comunes desaparecieron.
Hoy pequeños pasajes separan las viviendas. El lugar es absolutamente inaccesible para un vehículo. "Los pasajes en la Cruz de Carrasco son más pequeños que los de los Palomares de Casavalle", dijo a El País el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, Gustavo Leal.
El jerarca señaló que en la Cruz de Carrasco se instaló una cultura de la ilegalidad que desbordó algunos límites imaginables (ocupaciones de plazas, salones comunales, canchas de fútbol y el pasaje del colector "Panizza" que dio nombre al operativo de ayer). Los complejos habitacionales 50 y 56, denominados "Grito de Asencio", fueron construidos a mediados de la década de los setenta del siglo pasado por el dictador Juan María Bordaberry. En 1975 fueron entregadas las primeras 50 viviendas; 108 en 1977 y 88 en 1978. El propietario de esos predios es el Banco Hipotecario del Uruguay. "En ese barrio no existe la propiedad. Se pasan las casas con papeles firmados a mano", dijo Leal.