Redacción El País
Unos 25 guardias penitenciarios y efectivos de la Guardia Republicana, hicieron el lunes una requisa ordenada por la Fiscalía de Estupefacientes de 1er Turno, cuya titular es la fiscal Mónica Ferrero, en procura de teléfonos y drogas en una celda donde se aloja una traficante de drogas. El operativo generó enfrentamientos entre internas de la Unidad N° 5 (Cárcel de mujeres) y los policías. En los desmanes un efectivo sufrió lesiones. Varias internas denunciaron a los policías por malos tratos.
El operativo se enmarcó en una investigación que realiza Ferrero contra una organización de traficantes de drogas que trae cocaína desde Bolivia o Colombia, la alija en depósitos ubicados en el sur del país y luego, cuando los volúmenes son importantes, los envía a Europa escondidos en barcos.
Al día siguiente de la requisa en la Unidad N° 5, el comisionado parlamentario, Juan Miguel Petit, se entrevistó con cada una de las reclusas, quienes denunciaron malos tratos de los funcionarios actuantes.
Horas más tarde, Petit presentó una denuncia penal ante la Fiscalía para que investigara si existieron situaciones de abuso de poder por parte de los funcionarios policiales actuantes o no.
Consultado por El País, Petit declinó hacer declaraciones sobre lo que ocurrió en la Cárcel de Mujeres. Autoridades carcelarias tampoco quisieron hacer comentarios tras advertir que la situación se encuentra bajo investigación fiscal.
En 2003 una española buscó armar organización
El tráfico de drogas hacia Europa no es un fenómeno nuevo. En 2003, policías de la Jefatura de Canelones capturaron a una narcotraficante, de nacionalidad española, que pretendía armar una organización distribuidora de drogas hacia Italia. Días antes, la mujer se había contactado con varios traficantes uruguayos para conformar la banda.
En las primeras averiguaciones, la Policía de Canelones detectó que se trataría de una lugarteniente de un cartel de narcotraficantes, presumiblemente boliviano, que pretendía conformar una red de distribución de drogas en territorio italiano. Fue detenida con dos kilos de cocaína.
En el country
La banda de traficantes investigada sabe que en el puerto de Montevideo no funciona ningún escáner y por ello pretendía pasar la máxima cantidad de droga posible, según dijo una fuente del caso a El País.
El gobierno ya anunció la compra de tres escáneres para el puerto de Montevideo, luego de que grandes cargamentos de drogas fueran incautados por policías de España, Francia y Alemania, tras haber sido embarcados en Uruguay. El lunes 10, trascendió que la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas (Dgrtid), a pedido de la fiscal Ferrero, había incautado 265 kilos de cocaína pura en el marco de la operación “Los Titanes”. La investigación demandó tres meses de trabajo a los investigadores de la Dgrtid. Se realizaron 11 allanamientos en Montevideo, Canelones y Rivera. Fueron detenidos sie- te uruguayos y cuatro colombianos.
Entre ellos se encuentra un empresario uruguayo vinculado al transporte de camiones, con un “gran poder adquisitivo” que reside en La Tahona. En 2012 este sujeto ya había sido detenido y condenado por la incautación de 323 kilos de cocaína. En la operación “Los Titanes”, los policías detectaron una modalidad inédita para el país: los 265 kilos de dicha droga venían disimulados dentro de tablas de encofrado y se encontraban escondidos en una casa ubicada en Cerro Norte. El sistema de ocultamiento sí era conocido por la Policía brasileña, dijo a El País una fuente del Ministerio del Interior.
El jueves 13, trascendió que la fiscal Ferrero investiga la vinculación entre el hallazgo de los 265 kilos de cocaína y el narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, prófugo de la Justicia internacional desde que logró huir de Dubái con un pasaporte uruguayo.
“Se trató de un importantísimo golpe al narcotráfico”, dijo el subsecretario del Ministerio del Interior, Guillermo Maciel, durante la conferencia de prensa convocada por este tema.
La vinculación de Marset con la sustancia parte del empaquetado que presentaba la cocaína. En su envoltorio figuraba la frase “King of the south” (Rey del sur), como se hace denominar el grupo de Marset.
La organización desbaratada estaba integrada por ciudadanos uruguayos y colombianos, y se encargaba principalmente de pasar la cocaína por la frontera, ingresarla a Uruguay, acopiarla y prepararla para enviar a Europa.
Se estima que en ese continente esa cantidad tiene un valor de más de US$ 10 millones.
Otro de los uruguayos detenidos estaba requerido por la Justicia desde febrero del 2022 por estar vinculado a una organización criminal que generó la operación “Pegaso”, en la que se incautaron 1.361 kilos de cocaína.
Una tonelada de cocaína oculta en tarrinas que fue incautada
El 5 de mayo de este año, personal de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas (Dgrtid) fue convocado por parte de la Fiscalía de Estupefacientes de 1er Turno de Montevideo a colaborar con la División Investigaciones de la Prefectura Nacional Naval y la Dirección General de Aduanas en virtud de haberse incautado casi una tonelada y media (1.474 kilos y 148 gramos) de clorhidrato de cocaína en el puerto de Montevideo.
La droga estaba acondicionada dentro de 36 tarrinas que habían sido cargadas mediante la modalidad “rip off” (metodología de ocultamiento que utiliza contenedores para el tráfico ilegal de droga) en un barco de la línea marítima Grimaldi con intenciones de ser enviadas a Europa.
A raíz de esto se efectuaron tareas de investigación que derivaron en un allanamiento en el barrio Maracaná, donde se detuvo a un hombre de 54 años. Fue encarcelado por tráfico de drogas.