Dolor y llanto inundaron las inmediaciones del Club de Golf del Cerro luego de que familiares y allegados de Agustina González confirmaran que el cuerpo encontrado en la tarde por la Guardia Republicana era el de ella.
“No puedo creer cómo no lo vimos, nosotros buscamos por ahí”, dijo entre lágrimas una de las familiares de Agustina, al ver el sitio donde fue encontrado su cuerpo. “Déjenme verla, no puedo creer que sea ella, no puede ser”, gritaba otro allegado a la víctima.
Un grupo de perros del grupo K9 de la Guardia Republicana la encontró sin ropa en una zona con cañas, mucha vegetación, y de muy difícil acceso para el personal policial.
La búsqueda se retomó ayer sobre el mediodía, y se extendió durante toda la tarde hasta que sobre las 17 horas dieron con el lugar donde estaba el cuerpo de Agustina, gracias a los perros.
La joven de 25 años había sido vista por última vez en la madrugada del domingo, cuando su familia la escuchó discutir con su novio. Él estaba celoso por la relación de ella con un vecino. Al escuchar los gritos, el padre fue a ver qué estaba pasando, pero ya no se encontraban allí.
La familia de la víctima mencionó que existían testigos que los habían visto pasar hacia el Club de Golf del Cerro, aunque “no quisieron declarar por miedo”, según dijo su abuela de Agustina en una entrevista con Canal 10.
En el lugar se llevaron a cabo rastrillajes desde la tarde del jueves, en los que colaboró el novio de Agustina en calidad de testigo, ya que se presumía que había sido la última persona en verla con vida.
El hombre había sido detenido en la tarde del miércoles, aunque ante la falta de pruebas fue dejado en libertad en la mañana del día siguiente. De igual manera, la Policía lo colocó como el principal sospechoso, debido a las contradicciones en su declaración.
Primero negó haberse ido con la joven. Luego dijo que ella estaba bien y que se había quedado el domingo debajo de un puente. En tercer lugar, y luego de un interrogatorio en Interpol, afirmó saber que la chica había sido asesinada, aunque negó ser el culpable.
Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que el novio había consumido pasta base durante la jornada en que ocurrieron los hechos, lo que pudo haber afectado su percepción a la hora de indicar posibles lugares donde podía estar el cuerpo.
Luego del hallazgo en la tarde de ayer, el joven fue puesto bajo custodia policial y luego detenido, una vez más, para ser indagado.
Sospechosos
Durante los primeros interrogatorios, el joven colocó sobre la mesa dos nombres de vecinos que, según contaron a El País familiares presentes durante la búsqueda, “viven en frente de la casa” de la víctima.
Ayer en la tarde también se ejecutó una orden de detención para ambos vecinos. Uno de ellos fue detenido, mientras que el otro consiguió escapar y está siendo buscado por la justicia.
Vecinos con los que pudo hablar El País, aseguraron que estas dos personas “son las responsables de los problemas del barrio”.
La investigación se encuentra en una etapa primaria y buscará recabar toda la información posible para determinar quién o quiénes fueron los responsables de la muerte de Agustina.
La víctima
“Tierna e inocente”. Así describieron a Agustina sus familiares, que se encontraban presentes en el lugar, desconsolados y sin poder creer el destino de la joven de 25 años.
Niños, adolescentes, adultos y personas mayores se hicieron presentes ayer en el Club de Golf del Cerro al enterarse del hallazgo del cuerpo.
Agustina tenía una relación ya de diez años con su novio. Ambos tuvieron dos hijos, uno de cinco y otro de seis años.
El cuerpo fue descubierto gracias a perros
Desde el jueves los investigadores se encontraban realizando rastrillajes en las inmediaciones del Club de Golf del Cerro. Luego de una exhaustiva búsqueda que culminó en la tarde de ayer, consiguieron dar con la ubicación del cuerpo.
El jueves, durante el recorrido, el principal sospechoso marcó varios puntos en los que dijo que “podía estar el cuerpo”, aunque ninguno de ellos fue el correcto. Luego de caminar varios kilómetros señalando puntos, el personal policial finalizó la búsqueda sin éxito, pero volvió al día siguiente.
A diferencia del día anterior, ayer trabajó un equipo K9 de la Guardia Republicana -con perros-, que fue fundamental para encontrar el cuerpo.
Adentrada la tarde, buscaron en algunos pozos marcados como lugares donde podría haber algún indicio, aunque nada fue encontrado. “La zanja del diablo” le llaman al lugar en el que buscaron posteriormente, una zanja muy tupida de pasto, con mucha basura, y donde vecinos aseguran que “todo lo malo iba para ahí”. Tampoco se encontró nada.
Finalmente encontraron el cuerpo en un espacio con cañas, tupido de vegetación y al lado de algunas casas abandonadas.
El descubrimiento se dio gracias al equipo de perros, ya que en la jornada del jueves los efectivos, junto con el sospechoso, habían pasado muy cerca de ese lugar, sin advertir nada extraño.