La guerra entre las bandas de narcotraficantes en Cerro Norte ha vuelto a ser noticia en los últimos días, esta vez por la muerte de un bebé de un año, hijo de uno de los líderes de la banda Los Colorados. La madre del niño, también fue baleada y se está recuperando en el Hospital Maciel. Lejos de terminarse el conflicto, la Policía se prepara para mitigar lo que pueden ser nuevos tiroteos e intentos de venganza por parte de la familia afectada.

"Una fatalidad colateral". Así fue definido el episodio ocurrido el pasado sábado por fuentes policiales en conversación con El País. Es que para los investigadores no existió un episodio puntual que haya desatado el repentino ataque que terminó con la muerte del bebé y dejó a su madre luchando por su vida, sino que es parte de una lucha que se viene desarrollando ya desde hace tiempo.

El objetivo de los grupos criminales, entiende la Policía, es ganar territorio y poder en el negocio del tráfico de drogas. Por un lado, está la familia de Los Suárez, que comenzó siendo liderada por el conocido delincuente Luis "Betito" Suárez, y por su medio hermano actualmente preso, "Ricardito" Cárceres. Hoy no hay elementos que vinculen al "Betito" con el manejo de la banda, y se presume que dejó "el negocio", el cual habría entregado a "personas de confianza".

Aliada con la de los Suárez está la banda de Los Albín, y aunque ambas coinciden en apellido con los principales grupos criminales de Villa Española, fuentes policiales indicaron a El País que no se trata de las mismas.

Enfrentados a ellos se encuentran Los Colorados, una banda más nueva, que se presume tiene un poderío es un tanto inferior, aunque intenta pelear de igual a igual por el territorio.

Si bien se han registrado homicidios que afectaron a las dos bandas principales en esta disputa, Los Colorados han sido los más golpeados. En julio, fue asesinado el delincuente conocido como el Colo, hombre de 59 años y padre del líder de la banda, mientras se encontraba dentro de su camioneta en el barrio Maracaná.

Tras su fallecimiento, uno de sus hijos se posicionó como el líder. Esto debido a que uno de sus hermanos está en prisión, y el otro fue víctima de un brutal ataque en el que le dispararon doce veces, aunque sobrevivió.

Pero la muerte de El Colo no fue la única pérdida familiar que tuvo el actual líder narco en las últimas semanas, ya que el bebé y la mujer atacados a balazos el sábado eran su hijo y su pareja. Según presumen los investigadores, el ataque con alto poder de fuego —se encontraron casquillos de fusil calibre 5.56— iba dirigido a él. El bebé fue asesinado de tres balazos, mientras que la mujer recibió cuatro tiros, y si bien estuvo grave en el CTI del Hospital Maciel, su estado de salud mejoró en las últimas horas.

"Antes estaba el código de que a la familia no se la tocaba, ahora esa barrera se rompió y no les importa quién se ponga adelante", dijo uno de los informantes encargado de la investigación de estos casos.

Se trata de dos bandas enemistadas y dispuestas a jurarse venganza hasta eliminar una a la otra, que conviven en un espacio de pocas cuadras. Es que la "zona caliente" se encuentra en una suerte de rectángulo delimitado por las calles Santa Cruz de la Sierra, Porto Alegre, Puerto Rico y Santín Carlos Rossi.

El conflicto se vio recrudecido en los últimos meses, y esto se debió a que Los Colorados tuvieron la intención de ganar territorio en lo que refiere a la venta de droga, lo que provocó que la familia Suárez los vea como una amenaza.

Así se viene desarrollando esta guerra, con golpes duros para ambos bandos, con cada vez menos piedad por quién sea la víctima, y por la que vecinos de la zona dicen ser "rehenes" de tiroteos constantes.

Foto: Leonardo Mainé.