Continúa la investigación sobre el siniestro que ocurrió la primera semana de enero en Manantiales, Maldonado. El accidente entre dos vehículos en la ruta 104 terminó con la vida de dos jóvenes argentinas y varios de los involucrados en el hospital. Ayer se conocieron los exámenes toxicológicos de los conductores de los autos: ambos tenían alcohol y otras varias drogas en su cuerpo al momento del choque.

Por su lado, Nicolás Rocca, que sobrevivió al accidente frontal y era conductor de uno de los vehículos, la camioneta Nivus, tenía 0,10 gramos de alcohol por litro de sangre, además de la presencia de psicofármacos y drogas (morfina, éxtasis, MDA y metanfetamina). El joven argentino no puede irse de Uruguay ya que le retuvieron sus documentos y, a su vez, está inhabilitado de comunicarse y acercarse al resto de los involucrados en el siniestro.

En el examen, al que accedió El País, sus responsables señalan que, en individuos vivos, el alcohol es metabolizado disminuyendo su concentración en sangre. También indican que la morfina fue hallada en concentración terapéutica. Cabe recordar que la presencia del alcohol en sangre de Rocca ya había sido constatada tras el siniestro a través de una espirometría.

Más temprano se conoció el análisis de Josefina Ferrero, conductora del otro vehículo, un Ford Ka, quien falleció en el choque. La argentina había consumido cocaína, metanfetamina, ketamina, éxtasis y cannabis previo a la colisión frontal. Además, se detectó alcohol en sangre y orina.

Cuando la Policía inspeccionó ambos vehículos, momentos después del siniestro, halló dos envoltorios de nylon que tenían cocaína rosa (Tusi) en uno de los autos.

El choque frontal se dio la primera semana de enero. Ocurrió en la intersección de la ruta 104 -que desemboca en El Chorro- y la calle Las Ballenas, a la altura del kilómetro 1.

Cuando los otros conductores que iban por la ruta vieron el accidente, frenaron sus autos, se bajaron y llamaron al 911. Entre ellos había un médico que fue el que llamó a la Emergencia y además constató la muerte de Micaela Trinidad y Ferrero.

En el Ford Ka viajaban las dos jóvenes que fallecieron, junto a otras dos amigas (Melanie Larraburu y Camila Palacios), que fueron rescatadas por Bomberos y enviadas a un centro asistencial por las lesiones presentadas.

En la camioneta Nivus circulaba Rocca y sus acompañantes: Nazarena Sierra, Melina Antún, Juan Pablo Sentero y Josefina Elissondo, todos de entre 25 y 35 años. Los cinco lograron salir por sus propios medios del vehículo, pero presentaron lesiones y fueron trasladados al hospital.

Todos los involucrados habían estado en un “after” en un country privado de este balneario, que es el más concurrido por los turistas argentinos y brasileños.

Hace un mes le tomaron declaración vía Zoom a Rocca. Tras esa instancia, su abogado, Pablo Donnángelo, señaló: “Nico es una víctima más de un accidente tremendo. Está muy acongojado, está viviendo sus horas más difíciles. Él estuvo a 5 centímetros de estar muerto”.

“Es una tragedia y no podemos hablar más que de víctimas, Nico es una víctima más… Se quebró (durante la audiencia), él decía: ‘mis amigas se murieron’”, dijo Donnángelo, que además dijo que la defensa había encomendado una pericia de parte, debido a que entendía que “todo es bastante contradictorio” y que hay cosas que “no convencen, por la forma como quedaron los vehículos”.

Trinidad y Ferrero, las dos jóvenes que murieron en el accidente, eran dos amigas que compartían la pasión por el modelaje. Ambas eran influencers; tenían 24 mil y 28 mil seguidores al momento del hecho, respectivamente.

Su amistad no era reciente, se conocían hacía tiempo y habían decidido recibir el año nuevo junto a sus otras amigas en Punta del Este. Eso quedó reflejado en el último posteo que Micaela subió a su Instagram en el que mostraba lo que fue la fiesta de la última noche de 2022.

Una de las que comentó ese posteo fue Josefina, que escribió: “Me muero del amor por esta gente, no se vayan nunca de mi vida, hermoso empezar el año así”.