Redacción El País
Una nueva polémica en torno al exjefe de la seguridad presidencial Alejandro Astesiano se suscitó en las últimas horas. En este caso, referida a un cordero faenado que ingresó a la cárcel de Florida previo a la Navidad. El director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), Luis Mendoza, dispuso una investigación administrativa para determinar a quién estaba dirigida la comida, y quién permitió su ingreso.

Según dijo en rueda de prensa, se busca determinar con "urgencia" quién permitió el ingreso "sin la debida autorización de la dirección" de la cárcel.

"La información de urgencia de la investigación administrativa va a dar como resultado quiénes son los responsables y a quién iba dirigido ese animal faenado que fue consumido", añadió Mendoza.

El abogado de Astesiano, Ignacio Durán, confirmó a El País que habló con el exjefe de la seguridad presidencial y que él mismo le confirmó que "el cordero era para él".

Según dijo, fue "para compartir con el resto de los reclusos el 24" de diciembre. Sin embargo, aseguró que estuvo todo dentro de la norma: "Hablé con Astesiano y me confirma que fue debidamente autorizado".

La autorización la solicitó "con la guardia de la unidad" penitenciaria, y lo mismo hizo "un familiar de otro recluso", que "también fue autorizado".

Días atrás, Durán dijo que solicitará a la Suprema Corte de Justicia que revise la decisión de la jueza de Florida María Victoria Abraham, que le negó a su defendido el pedido de salidas transitorias por las festividades de Navidad y Año Nuevo.

A juicio de Durán, Astesiano cumplía con "todos los requisitos" para que se le concedieran estas salidas.

Foto: Darwin Borrelli

La cárcel de Florida fue inaugurada en 2019 y desde ese momento ha alojado a algunos de los presos con mayor exposición mediática del Uruguay. Primero, el futbolista Nicolás Schiappacasse cumplió allí prisión preventiva, en 2022, investigado por los delitos de tráfico interno de armas, receptación y porte de arma de fuego en lugares públicos. Luego Astesiano fue trasladado a este centro para transitar su condena de cuatro años y medio. El último recluso de alto perfil es el exsenador nacionalista Gustavo Penadés, investigado por delitos sexuales.