Por Maite Beer
Una mujer, un hombre y una niña de unos siete años están parados al costado del puente que está a la altura del kilómetro 93 de la ruta Interbalnearia, en Maldonado. Los tres miran hacia abajo y la escena es catastrófica: un ómnibus de Copsa volcado en la cuneta que dejó un fatal desenlace. La mujer tiene el rostro compungido y se sujeta la cabeza. No puede creer lo que ve. El vehículo está tumbado con los vidrios rotos. Está destruído en ambas partes, pero sobre todo en la de adelante.
En este ómnibus, de la línea Este, viajaban sus tres hijos pequeños y la hija de su pareja, de 15 años. La mujer está desesperada por saber si esta adolescente es la persona que falleció a raíz del accidente, pero la Policía no se lo confirma. Aunque es en ese momento -mientras habla con El País- que alguien le avisa, a través de una videollamada, lo peor: sí, ella es la chica que murió. La mujer se deshace en lágrimas y minutos después de la noticia cruza la ruta, hacia el lado derecho, y se sube a su auto con el hombre y la niña.
Los otros tres niños están a salvo, no tuvieron que ser derivados a un centro de salud. Pero la chica de 15 años estaba contra la ventana que quedó en el suelo y por eso sus heridas fueron fatales. Los cuatro estaban en los asientos delanteros y, luego de que sucediera el accidente, los tres sobrevivientes le contaron a su madre que el chofer estaba usando el celular, según contó ella a El País.
Las autoridades, sin embargo, no dieron ninguna información sobre las causas del siniestro, dado que la investigación es muy reciente. Lo que se sabe es que el Coche 4 que iba en dirección al Este (y pasaba por Piriápolis) de repente se descarriló y se cruzó hacia la senda contraria, golpeó la baranda de protección de la ruta y rodó por la bajada que había en ese tramo hasta quedar tumbado de manera lateral. En ese instante no había autos en la vía de retorno a la capital y por eso el ómnibus no chocó contra ningún otro vehículo.
El siniestro cortó el tránsito y las personas que circulaban por la ruta frenaron para llamar a la Policía y auxiliar a las víctimas. Los bomberos fueron los que llevaron a cabo el rescate para que los 22 pasajeros pudieran salir del ómnibus. El chofer y la chica de 15 años estaban atrapados y por eso los bomberos tuvieron que llevar a cabo una maniobra especial. Además, otro pasajero tenía un brazo aprisionado y para liberarlo tuvieron que usar un gato hidráulico.
Una vez que lograron sacar a todas las personas, constataron que había 20 heridos, cuatro de ellos graves, incluyendo al chofer. Los heridos fueron trasladados a hospitales de Pan de Azúcar, Piriápolis y la ciudad de Maldonado.
La que estaba en la situación más crítica era la adolescente de 15 años, que fue reanimada en el lugar. Tiempo después se declaró su muerte ahí mismo.
Después
A las siete de la tarde ese tramo de la ruta sigue convulsionado. Los autos tienen que ir a paso de hombre cuando pasan por el lugar del siniestro porque uno de los carriles está cortado por la Policía Caminera. Los autos no solo pueden ver la baranda de seguridad totalmente abollada, sino también al ómnibus volcado con la parte de abajo mirando hacia la ruta.
A medida que el cielo se tiñe de amarillo, naranja y rojo, los equipos de Policía Científica, Bomberos, comisarías de la zona y Copsa trabajan en el lugar. Los policías técnicos entran y salen del vehículo, tomándole fotos y sacando muestras mientras que los bomberos se ocupan de sacar el equipaje de las personas que allí viajaban. Dos hombres de camisa colocan en fila las maletas y mochilas al costado del ómnibus y una agente anota en una planilla lo que un empleado de la empresa de transporte le dice.
Aunque ninguno de los pasajeros está allí, sus pertenencias personifican la tragedia. Le recuerdan a quienes allí están que en ese ómnibus iban padres y madres, niños y personas mayores. Entre las cosas hay una valija roja, una sombrilla, una silla de playa, un paraguas, una matera y ropas de varios colores. Los trabajadores de Copsa apilan estas pertenencias para luego devolvérselas a sus dueños.
Entre tantos uniformados hay una mujer de vestido marrón. Se trata de la fiscal de Maldonado de 2º turno, Jessica Pereira, que mira con atención los detalles del siniestro y conversa con la Policía. Observa mucho más de lo que habla y da vueltas al vehículo.
A las ocho de la noche ya han pasado tres horas desde que los agentes de la Policía Científica comenzaron a inspeccionar el ómnibus blanco y azul para obtener todos los elementos necesarios, pero nunca llegó el equipo de Accidentología Vial. Todo el estudio lo realizó el equipo de Maldonado.
La imagen de la cabina del chofer genera escalofríos. El vidrio está hecho pedazos y en el piso hay una botella de refresco, una bolsa de papel de panadería y unos auriculares blancos. Los papeles del vehículo, “Pasa por Piriápolis” y “Coche 4”, también están en el pasto y tienen manchas de sangre al igual que el asiento que está dado vuelta.
“Si caía de pico no quedaba nadie vivo”, dice a El País un trabajador de la Policía Caminera mientras que saca los conos que estaban obstruyendo el carril y segundos después, cundo ya es de noche, aparecen las tres grúas de Uruguay Rescates que llegan para remolcar el ómnibus.
Maldonado se ha visto marcada por los accidentes de tránsito en este verano, luego de la muerte de dos modelos argentinas en un choque frontal ocurrió en la intersección de la ruta 104 -que desemboca en El Chorro- y la calle Las Ballenas, a la altura del kilómetro 1, en Punta del Este. El hecho, que sucedió el pasado 4 de enero, ha llevado a una larga investigación por parte de la Justicia. Es esperable que este nuevo accidente también sea minuciosamente indagado.
Aclaración: en una primera versión de esta nota se indicó que en el ómnibus viajaban 34 pasajeros, pero desde la empresa se aclaró a El País que eran 22 las personas que iban en el ómnibus. A los involucrados y los lectores, las disculpas del caso.
Primera causa de muerte entre los jóvenes
Los accidentes de tránsito son unas de las principales causas de muerte tanto en Uruguay como en el mundo. Según un informe que realizó la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) en 2021, este tipo de siniestro se ubica en el segundo lugar entre las causas de defunción de las personas de cinco a 14 años de edad; ya entre los que tienen de 15 a 24 años son la primera causa y cuando se trata de las personas de 25 a 44 años estos accidentes siguen en el podio, aunque en el tercer lugar. El 2022, el departamento de Accidentología Vial de Policía Científica realizó 2.076 intervenciones en todo el país mientras que en el 2021 trabajaron en 1.718 casos. Es decir que el aumento fue casi del 25% mientras que hubo un incremento del 35% de siniestros en los que intervino en el interior del país. Este departamento actúa solo en los accidentes más graves.