Redacción El País
Pasaron ya casi 20 días desde que Mariana Rivero, de 24 años, dio señales de vida por última vez. Las cámaras de seguridad la encuentran el 20 de octubre en el barrio Tres Ombúes, a punto de ingresar a la casa de su exnovio, de 23 años, con quien estuvo tres años en una relación que había finalizado hacía pocos días

La información indica que la joven fue hasta allí a buscar unas pertenencias que había dejado, pero las mismas cámaras de seguridad que la vieron llegando al lugar, no la vieron salir. Según fuentes de la investigación consultadas por El País, se revisaron incluso los registros fílmicos de los ómnibus que pasan por la zona, pero tampoco arrojaron resultados.

La llegada a la casa de su exnovio fue sobre el mediodía, y el último mensaje que salió desde su celular se emitió cerca de las 18:00. Decía que iría a Tres Cruces, pero en ese lugar nunca se la vio.

Los investigadores ni siquiera dan por cierto que haya sido ella quien escribió el mensaje, y del celular no hay rastros. El teléfono que sí logró incautarse fue el de su exnovio, pero de momento no arrojó información de relevancia.

En medio de este desconcierto, hay una escena que hizo abrir los ojos de la Policía y la Fiscalía. El joven declaró que el día después de la desaparición de Mariana viajó en taxi a Punta Yeguas para arrojar escombros. Entonces la Policía no solo rastrilló su casa, sin encontrar rastros, sino que hizo lo mismo en un descampado de Punta Yeguas, también sin mayores elementos. No hay rastros de ropa ni de sangre; en definitiva, ningún indicio.

Según pudo saber El País, la Policía logró dar con el taximetrista que presuntamente realizó el viaje, que declaró. Sin embargo, como casi todos los elementos de análisis en este caso, tampoco aportó datos relevantes: que el joven llevaba una valija, que lo dejó en el lugar y que volvió para atrás.

En medio de este desconcierto, las miradas de los investigadores apuntan al exnovio de la joven, pero más allá de toda sospecha, no hay indicios y mucho menos evidencias que puedan colocarlo como indagado.

“Él no se ha ido” y “está siempre” dispuesto a declarar, indicó una fuente. “Lo que se le pregunta, él contesta”, agregó y manifestó que debe mantenerse el “principio de inocencia”.

Los investigadores reconocen que “a medida que pasa el tiempo cada vez hay menos esperanzas” de encontrar con vida a la joven desaparecida, pero siguen buscando. “Hipótesis hay varias”, pero nada claro.