En las últimas horas de la noche del martes se dio un copamiento en una chacra del balneario Playa Grande, en Maldonado. Este hecho desató gran preocupación entre los vecinos del lugar, pero también de los balnearios cercanos ya que el martes anterior se había dado un copamiento similar en Solís.

El de este martes ocurrió cerca de las 23:00 horas, cuando tres delincuentes ingresaron armados y con pasamontañas a una chacra de 60 hectáreas ubicada en la calle 1 de Playa Grande.

Dentro de ella se encontraban un hombre de 66 años, una mujer de 57 y su hijo de 13. Según información policial, los delincuentes exigieron una elevada suma de dinero, que las víctimas dijeron no tener, por lo que fueron maniatados en diferentes habitaciones.

Luego de buscar objetos de valor durante varios minutos, los delincuentes se retiraron de la propiedad con US$ 4.000, $ 200.000, un reloj de oro, dos revólveres calibre 38 y una camioneta marca Toyota que fue encontrada en la tarde de ayer deba- jo del puente ubicado sobre el kilómetro 93 de la Ruta Interbalnearia.

Cuando estuvo seguro de que los delincuentes ya se habían retirado, el hombre todavía atado llamó al encargado de la chacra para darle aviso de lo sucedido. Fue este último quien alertó a la Policía sobre las 01:00 horas del miércoles, por lo que los efectivos arribaron al lugar y se encontraron con que aún estaban las tres personas atadas.

Luego de realizarse una revisión médica se notificó que ninguna de las víctimas presentó heridas.

Tras este episodio, la Policía de Maldonado emitió rápidamente la medida de “cierre departamental”. Entre otras acciones, incluye la realización de controles vehiculares en distintos puntos con el objetivo de encontrar a los delincuentes.

Además, según contó a Canal 10 la encargada de prensa de la Jefatura departamental, Paola Hernández, “personal de investigación de zona operacional 1 trabaja en el hecho con el análisis de cámaras y declaraciones”.

El día en el que se llevó a cabo el copamiento en Playa Grande -28 de noviembre- se cumplía una semana desde que se dio un hecho similar en Solís.

En este caso, habían maniatado a una pareja -un hombre de 60 años y una mujer de 56- con un cable, aunque a diferencia del episodio reciente, allí sí hubo comportamientos violentos por parte de los delincuentes que derivaron en lesiones -ninguna de gravedad.

Luego de estar media hora buscando objetos de valor, el grupo agresor se retiró y el hombre consiguió desatarse. Salió de la casa gritando y pidiendo auxilio a los vecinos, que lo vieron correr ensangrentado debido a múltiples golpes que le habían dado en la cabeza. Las víctimas describieron la escena como “muy violenta”.

Otra de las diferencias entre los casos es la suma de dinero robada, ya que a la pareja de Solís únicamente le consiguieron robar $ 1.200 y US$ 20, sumado a dos laptops, dos celulares, un revólver calibre 38 y algunos objetos de un galpón.

Si bien los balnearios se encuentran a 15 minutos de distancia entre sí, hay varios aspectos que tienen en común luego de estos episodios.

Tanto los vecinos de Playa Grande como de Solís han manifestado gran preocupación con respecto a la presencia de desconocidos en los balnearios.

“Empezaron a aparecer algunas personas que no habíamos visto nunca y que sabemos que no son de la zona”, había dicho tras el copamiento una vecina de Solís a El País. Luego del episodio del pasado martes, en Playa Grande manifestaron la misma preocupación.

Uno de los principales miedos, según contaron algunos vecinos, es la posible llegada de delincuentes violentos a lugares en los que estas situaciones no son habituales.

También se generó alerta en la Policía departamental, que decidió reforzar el área y aumentar los operativos pensando principalmente en el comienzo de temporada. También se espera aumentar el personal sumando funcionarios de otras unidades.

Vecinos de Solís se reunieron con autoridades policiales para plantear su alerta no solo frente a estos casos de copamiento, sino también para pedir mayor presencia policial en el balneario debido a robos en serie a casas vacías que comenzaron a crecer en las últimas semanas.

En conversación con El País definieron la reunión como “corta y receptiva”, en la que se les anunció que en diciembre asumirá una nueva comisaria.