En la mañana de este miércoles fueron detenidos dos funcionarios policiales de Montevideo por presunto tráfico interno de armas y municiones. Si bien la primera hipótesis fue que podían estar vinculados a la banda de Los Albín del barrio Villa Española, información que los investigadores recabaron en las últimas horas cambió el rumbo de la investigación.

Tras allanamientos en sus viviendas, los dos funcionarios —uno perteneciente a la Dirección de Hechos Complejos y otro al Grupo de Respuesta Táctica— fueron detenidos. Si bien en los procedimientos no se incautaron elementos materiales, ambos fueron detenidos debido a evidencia previa.

Además, según dijeron a El País fuentes del caso, se hizo una “apertura de teléfono” a uno de ellos, lo que “aportó mucha información fundamental” para su detención y posterior investigación.

Con respecto a la forma en la que trabajarían los detenidos, las fuentes consultadas por El País confirmaron que se presume que actuaban “de manera coordinada” y que “más personas pueden estar involucradas”.

La hipótesis inicial que se manejó para la investigación fue una posible vinculación de los policías con la familia Albín, de Villa Española, pero esto cambió en las últimas horas.

Luego de recabar nuevas evidencias, la mira se movió hacia Colonia, donde presumen que funciona un grupo criminal que trabajaría en conjunto con los policías involucrados.

Además de la presunción de tráfico de armas y municiones, fuentes del caso dijeron a El País que están en investigación posibles interferencias de uno de los detenidos en procedimientos policiales con el objetivo de favorecer a esta banda.

En la tarde de este miércoles se realizará el control de detención por parte del fiscal de Flagrancia Raúl Iglesias, que se espera que el jueves formalice a los sospechosos.

Estefania Leal/Archivo El Pais

Según pudo saber El País, la investigación comenzó de forma interna en la Jefatura de Policía de Montevideo, liderada por el jefe, Mario D´elía.

Además de los dos policías detenidos este miércoles, los procedimientos comenzaron hace algunos meses, cuando se incautaron armas y grandes cantidades de municiones en la casa de otro funcionario policial.

Cuando iba a ser detenido, el hombre tiró su celular por la ventana y fue arrestado por desacato y luego internado por problemas de salud.

Después de varias semanas de investigación, el policía fue condenado mediante proceso abreviado a nueve meses de prisión por el delito de tráfico interno de armas y municiones.

Estefania Leal/Archivo El Pais