El Guardián bajo la lupa: ¿cómo funciona el sistema y qué dice el MI de las suspicacias sobre escuchas?

El presidente del FA, Fernando Pereira, dijo que no puede estar seguro que no estén oyendo sus llamadas; Martinelli sostiene que el sistema es inviolable y explica cómo opera.

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Centro de monitoreo de tobilleras
Centro de monitoreo de tobilleras electronicas, unidad especializada del Centro de Comando Unificado de la Policía.
Foto: Francisco Flores/Archivo El País

El sistema informático El Guardián, una vez más, está en centro de la polémica después de que se conociera que Fiscalía investiga el acceso irregular a escuchas de llamadas. Desde la oposición, el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, cuestionó esta semana: “¿Estoy en condiciones de decir que no tengo el teléfono pinchado? No”. Sus dichos levantaron críticas desde el Partido Nacional. Ahora, ¿cómo funciona el sistema?, ¿el Ministerio del Interior puede intervenir los celulares?, ¿cualquier policía puede acceder a las conversaciones?

Hay una cadena de autorizaciones previas antes de que se dé la interceptación de las llamadas de un celular. Y hay un punto en el que el director general del Ministerio del Interior, Nicolás Martinelli, hace hincapié: nadie de la cartera, por sí solo, puede intervenir un equipo ya que no tienen las herramientas informáticas para hacerlo. Las encargadas de acceder a las llamadas son operadoras telefónicas, que actúan a pedido de un juez y no del ministerio, añadió el jerarca a El País.

El proceso que puede finalizar en la interceptación de una llamada comienza a partir de una investigación policial. Una vez que el funcionario de la Policía toma la decisión de que es oportuno que se “pinche” un número de teléfono con el objetivo de indagar algún ilícito, desde el Ministerio del Interior se hace la solicitud al fiscal que está atendiendo la causa. Este es el primero de varios pasos que se deberán dar hasta que se efectivice el pedido, si es que se otorga.

Una vez que llega a Fiscalía la solicitud, el fiscal analiza las pruebas y decide si se sigue adelante con el proceso. En caso de que la respuesta sea a favor del pedido de la cartera, porque entendió que era pertinente, transfiere la solicitud al juez.

Ahí se vuelve a dar un nuevo paso de verificación de la información, en esta oportunidad por parte del magistrado. Y si entiende que se debe interceptar un teléfono, emite una orden que va directo a la operadora telefónica, sea de Antel, Claro o Movistar.

Pero ahí no termina la revisión de la información, marcó el jerarca de Interior. La operadora telefónica vuelve a hacer un análisis del pedido en su departamento jurídico o legal. En ese sentido, Martinelli explicó: “Revisan, por ejemplo, que el juez sea el competente. A veces pasa que un juez de paz da la autorización, entonces ven por qué se dio así. Puede ser que justo el juez de paz estuviera subrogando al de penal, porque este está de vacaciones”.

Una vez que está toda la información verificada, la operadora telefónica hace lugar al pedido de interceptación, y lo realiza en el celular que corresponda. Martinelli hace hincapié en que son Antel, Claro y Movistar las que pueden tomar las llamadas que hace una persona desde su celular, no el Ministerio del Interior.

La información que captura la operadora telefónica llega a un data center y ahí, por primera vez en la cadena, entra en juego el sistema informático El Guardián.

¿Cuál es el procedimiento que siguen los funcionarios del ministerio para ver las llamadas? Hay varios equipos que trabajan con El Guardián, todos independientes entre sí, explicó Martinelli. Supongamos que hay tres grupos de personas que interactúan con el software, cada uno con sus propias investigaciones. Cuando un integrante de un equipo A ingresa al sistema, solo puede ver las operaciones a las que está autorizado; es decir, los audios de los teléfonos a los que solicitó la interceptación legal.

También se puede escuchar una llamada en vivo, indicó el director general de la cartera, sin perjuicio de que después quedará grabada en el sistema junto con las otras.

El funcionario del Ministerio del Interior analiza las llamadas en el marco de una investigación, y decide cuáles les sirve. Los audios seleccionados los encripta para enviarlos al fiscal del caso en un pendrive, con una contraseña que solo tiene él y el juez correspondiente. Por lo tanto, si la memoria externa se pierde y “cae en manos equivocadas, la persona no tiene posibilidad de ver la información”, comentó el director general.

Caso por el que El Guardián volvió a ser noticia

El Guardián volvió a estar en el centro de la polémica después de que dos funcionarios policiales fueran sumariados y denunciados penalmente por acceso irregular a escuchas del sistema. ¿Qué sucedió? “Una persona que trabajaba en el equipo A estaba en el interior del país y quería acceder a la investigación que tenía, pero no se había llevado la computadora. Y, como no se puede acceder a El Guardián desde un celular, le pidió a un compañero que ingresara por él. Pero esta persona (del equipo B) no puede ver las investigaciones del otro grupo. Por lo tanto, el del equipo A le tuvo que pasar la clave para que le buscara lo que necesitaba”, explicó. “Eso fue lo que pasó. Un compañero, de forma equivocada, porque no debió hacerlo, le dio las claves a otro”, añadió el jerarca.

La Fiscalía, no obstante, aún investiga el móvil del funcionario que ingresó con la clave del otro usuario.

“Capaz que yo tengo acceso a tres investigaciones, las operaciones Capricornio, Acuario y Sagitario. Y de repente te di la clave para que me dieras un dato de una de ellas. Pero, como estoy en varias operaciones, cuando ingresás al sistema podés ver toda la información. Entonces, capaz que, además de entrar a la que te pedí, entrás a ver la otra, que era la que le interesaba”, planteó Martinelli.

Se conoce cuáles fueron los movimientos del sujeto B dentro de El Guardián. Y es que en el sistema queda el registro de lo que hace cada uno de los funcionarios. “Desde la computadora de la que se ingresa al sistema, incluida la hora a la que se hace; hasta cuál audio reprodujiste y hasta el minuto que llegaste a escuchar. Así como también si se descarga información”, señaló.

Detectaron la infracción de los funcionarios porque hay sistemas de control. Cada uno de los grupos individuales que interactúan con el sistema se audita de manera periódica. Es el propio equipo que se controla a sí mismo. En este caso, uno de los “referentes” realizó un monitoreo y encontró que un usuario ingresó desde Montevideo cuando, en realidad, la persona estaba en otro departamento del país, “o entró a una hora un poco rara, o se suponía que no debía entrar porque no estaba en la oficina”, dijo Martinelli.

Centro de monitoreo policial
Centro de monitoreo policial.
Foto: Archivo El País
Además

“No hay una interferencia y no te vas a dar cuenta”

El presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, aseguró esta semana que “no podría decir que no” tenía el “teléfono pinchado”. Y añadió en FM Del Sol: “De hecho se me corta cada pocos minutos”. Por su parte, el director general del Ministerio del Interior, Nicolás Martinelli, indicó que la persona no se entera cuando se le intercepta la llamada.

“Una de las cosas que decía Pereira era que se escuchaba mal. No tiene nada que ver. Es la propia operadora la que te hace la intercepción. O sea, no hay una interferencia en el teléfono. No te vas a dar cuenta si se está escuchando”, indicó.

El control que realiza la Suprema Corte de Justicia

El sistema de escucha de llamadas lo audita la Suprema Corte de Justicia cada tres meses. “Se revisa que todas las autorizaciones que hicieron los jueces coincidan con las intervenciones que hicieron las operadoras”, señaló a El País el director general del Ministerio del Interior, Nicolás Martinelli. Y añadió: “Desde el año 2017 -desde cuando se hace- hasta ahora, jamás hubo un desfasaje. Jamás”.

“Lo que me importa que quede claro es que toda la cadena del sistema, desde que inician las investigaciones, aprueba el fiscal, autoriza el juez, va la solicitud a las operadoras, hasta que las operadoras hacen el proceso de intervención de la llamada, todo funciona perfecto y no tiene una sola vulneración”, indicó.

Martinelli explicó que, a grandes rasgos, hay dos tipos de software de interceptación de llamadas: pasivos e invasivos. El Guardián es pasivo ya que no interviene en las llamadas sino que almacena los datos que envían las operadoras telefónicas. En el mundo hay otros que intervienen en el teléfono de manera directa como el Pegasus, pero no es el caso de Uruguay.

En 2019, el senador del Frente Amplio Charles Carrera señaló que El Guardián es el “nuevo sistema (que), a diferencia del anterior, es mucho más garantista ya que es auditable en un 100%”. “Este hecho, ha sido reconocido por la Auditoría Interna de la Nación que de manera categórica expresó lo siguiente: ‘De acuerdo a los procedimientos realizados, que implicaron la verificación de la existencia de una orden judicial para todas las interceptaciones informadas por las operadoras telefónicas en el período de alcance, se pudo concluir que todos los teléfonos interceptados a solicitud del Ministerio del Interior, cuentan con una orden judicial originada a partir de alguna investigación judicial’”, recordó en una publicación en el sitio web del Movimiento de Participación Popular.

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