Todo el barrio Maracaná sabe la razón que llevó a varias personas acercarse armadas hasta el final del pasajé “El Ombú” y disparar por la ventana de una pequeña casa de cuatro por cinco metros con paredes hechas de bloques, revoque de cemento y techo de chapas de lata. Los vecinos callan porque saben que quien habla, muere.

El dueño del inmueble, que resultó herido en el ataque y permanece internado, tiene 17 años. Según dijeron sus familiares a El País, el joven vivía hasta hace poco en la casa del frente con su madre y había adquirido la vivienda con el afán de independizarse.

En la noche de ayer, se encontraban por lo menos siete jóvenes y el niño de 11 años dentro de la casa. Algunos de los muchachos fumaban pasta base, mientras que otro trataba de arreglar un moto sentado en el suelo, según dijo un testigo del hecho a El País.

Lo que sabe todo el barrio Maracaná y lo que hoy ya es una hipótesis manejada por la Policía, es que el ataque se debió a que dos de los jóvenes asesinados ayer dispararon varios tiros a un traficante del barrio hace dos meses. El narcotraficante se salvó de milagro y ayer decidió vengarse, señaló la fuente.

Según información en poder del Ministerio del Interior, sobre las 23:00, en una vivienda de construcción liviana, murieron un hombre de 40 años, un joven de 18 y dos menores, uno de 16 años y un niño de 11.

La información también indica que el hombre de 40 años tenía un antecedente penal por rapiña.

El joven hospitalizado tiene 17 años y sufrió varias heridas de arma de fuego en tórax, piernas y brazos, y corre riesgo su vida.

La denuncia fue realizada por la madre del joven de 17 años quien se encuentra internado en el Hospital Maciel. La mujer manifestó que otras personas habían realizado disparos a su casa.

En la escena del crimen se encontraron varias vainas de proyectiles de arma de fuego.