Redacción El País
Continúan los coletazos de la última huida del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, que fue el pasado fin de semana Santa Cruz de la Sierra, cuando logró escapar de su casa una hora antes de que comenzara un operativo policial para capturarlo. Ahora las autoridades bolivianas dicen tener tres hipótesis sobre su paradero, aunque temen que esté custodiado por un grupo paramilitar, debido a que las armas halladas en los allanamientos son de guerra y tienen potencial para destruir chalecos antibalas y vehículos blindados, según informaron este miércoles.

El ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, dijo que las primeras dos hipótesis indican que podría “estar en dos zonas dentro del territorio nacional”, que no se animó a decir cuáles son para no poner “sobre alerta” a Marset, ya que “podría fugar” nuevamente. “Una tercera hipótesis” indica que “ya habría abandonado las fronteras”, y por tanto dijo que ya está en conversaciones con ministros de seguridad de la región, por ejemplo el de Interior de Uruguay, Luis Alberto Heber, con quien afirmó haber “conversado de manera directa”.

Señaló que Marset es “una persona de alto valor para los países de la región” y que “tienen bastante poderío económico”. “Tiene una capacidad económica inusual, nunca antes vista en nuestro país en temas de actividades ilícitas”, expresó y agregó que las armas encontradas son de calibre 5.56 y 7.62, “que básicamente son utilizadas en campamentos militares”. Afirmó que son “armas de guerra que pueden destruir chalecos antibalas y equipos blindados”.

“Por tanto se ha instruido a los grupos de Inteligencia y operativos que vayan con todo el armamento reglamentario a realizar los allanamientos en las distintas zonas del país”, aseveró Del Castillo en declaraciones al programa Fama, Poder y Ganas, de Radio Activa Bolivia.

El ministro dijo que Marset cuenta con “un poder económico mayor al de Pedro Montenegro”, un narcotraficante que también operó en Bolivia y que finalmente fue condenado en Brasil. Además, encontró como coincidencia que tanto Montenegro como Marset consiguieron “una cédula de identidad falsa” en su país.

Sobre esta situación, Del Castillo dijo que “lamentablemente estas organizaciones criminales” tienen la suficiente capacidad económica como para corromper “a rangos intermedios” de distintas oficinas estatales, dándoles “recursos adicionales a los que perciben legalmente”.

Mientras tanto, el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, abonó la teoría de que Marset está acompañado de un grupo paramilitar. “Estamos en la certeza de que existe un grupo paramilitar con armas de guerra encargado de su protección”, informó en entrevista con el medio estatal Bolivia TV.

Según el medio local El Deber, hasta ahora las incautaciones realizadas en allanamientos afectaron el patrimonio de Marset en aproximadamente US$ 8,8 millones. Los vehículos incautados se valúan en US$ 2 millones, mientras que los inmuebles rondan los US$ 6,8 millones. Otros elementos incautados son celulares que en total suman US$ 3.000, y también aparecieron US$ 7.000 en dinero en efectivo, informó el sitio web.