Redacción El País.
Una joven denunció que, al salir del gimnasio, dos hombres le robaron su celular. A las horas, recibió un llamado de una mujer desde su número de teléfono. Le exigió un pago de mil pesos para devolvérselo y la citó para concretar el encuentro. Finalmente, la Policía la detuvo y la Justicia la terminó condenando por un delito de receptación a la pena de seis meses de libertad a prueba.

El hecho ocurrió el 18 de setiembre, cuando la dueña del celular se presentó en la Jefatura de la Zona Operacional IV y denunció que dos hombres de ropas oscuras, que estaban arriba de una bicicleta cada uno, le arrebataron su celular Iphone 13 de color blanco cuando salía del gimnasio, así se desprende de un comunicado de la Jefatura de Policía de Montevideo.

La víctima tenía el celular ubicado, dado que tenía el GPS activado, desde otro celular. A su vez, una mujer la llamó desde su número de teléfono exigiéndole el dinero a cambio de devolverlo y la citó frente al estadio de Cerro, Luis Tróccoli, donde concretarían la transacción.

Sin embargo, cuando debía concretarse el supuesto encuentro, la Policía identificó a dos mujeres que presumiblemente eran quienes tenían el celular. Las revisaron y, efectivamente, una de ellas llevaba el teléfono entre la ropa.

Aunque se detuvo a ambas, fue una de ellas —de 43 años— quien resultó condenada a una pena de seis meses de libertad a prueba por el cargo de receptación.

El delito de receptación se comete siempre que una persona adquiera un producto robado a sabiendas de su origen delictivo.