NARCOTRÁFICO
El récord de incautaciones de cocaína, sin embargo, ocurrió en el 2019 cuando interceptaron 12 toneladas; nueve de este total se incautó solamente en dos oportunidades.
El Ministerio del Interior, encabezado por Luis Alberto Heber, continuamente enfatiza que uno de los puntos claves en la estrategia de seguridad que lleva adelante el gobierno es un ataque incisivo a las bandas que trafican droga, lo que se traduce en una apostar por una mayor incautación. En lo que va del 2022, se incautaron 3.548 kilos de cocaína, incluyendo los 653 kilos que se confiscaron este lunes en el puerto de Montevideo.
A esto se suma que en este periodo de gobierno (2020, 2021 y lo que va del 2022 con datos del Ministerio del Interior cerrados a octubre) se incautaron 2.266 kilos de pasta base. Por otro lado, solo en 2022 se incautaron unos 17 millones y US$ 682.000 en efectivo.
El récord de incautaciones de cocaína, sin embargo, ocurrió en el 2019 cuando interceptaron 12 toneladas; nueve de este total se incautó solamente en dos oportunidades. En una de ellas hallaron tres toneladas de cocaína -con un valor de US$ 740 millones- en el puerto de Montevideo. Estaban en un contenedor que tenía como destino final la ciudad de Cotonou en Benin (África). Y el 28 de diciembre de ese año, por otro lado, se incautaron seis toneladas de cocaína -con un valor de US$ 1.340 millones- luego de que examinaran un contenedor del puerto y de que allanaran una estancia en el kilómetro 292 de la ruta 21.
Desde el Ministerio del Interior explicaron a El País que toda la droga incautada se traslada a una sitio de máxima seguridad y se quema, mientras que el dinero se utiliza para la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas. Con él se compran aparatos, como computadoras, o se invierte en la lucha contra el narcotráfico.
La última incautación
El lunes se incautaron 653 kilos de cocaína en le puerto de Montevideo, cargamento que tenía un valor de US$ 25 millones. Se trató de una acción conjunta entre la Prefectura Nacional Naval y la Dirección Nacional de Aduanas bajo la dirección de la fiscal de Estupefacientes, Mónica Ferrero. Se encontraron 600 ladrillos en un barco que venía desde Paraguay y transportaba carne congelada con destino final a la ciudad de San Petesburgo (Rusia) y pasaban por el puerto de Amberes (Bélgica).
A su vez, ayer por la mañana Aduanas de Argentina incautó otros 100 kilos de cocaína en el puente de Salto Grande. La droga era transportada en un camión de doble piso que también provenía de Paraguay y pertenecía a una empresa de carne congelada.
La incautación del lunes en el puerto se logró luego de un trabajo de Inteligencia, según indicaron las autoridades. Inició luego de que el 17 de octubre se incautaran 335 kilos de cocaína que también venía desde tierras paraguayas en un cargamento de carne refrigerada. A partir de esto, se le informó a Aduanas que vendría otra “importante carga”, dijo en conferencia de prensa el director de Aduanas, Jaime Borgiani.
Fue así que se ordenó el escaneo de la carga y “de esas imágenes surgieron indicios de que podía haber mercadería que no era la declarada”. La examinación de contenedores solo se realiza en el puerto de origen y se puede abrir en el puerto de tránsito solamente si hay una alerta, la cual fue informada por la fiscal Ferrero.
Aduanas ya estaba investigando a esta empresa de carne paraguaya que pasaba por el puerto de Montevideo porque había antecedentes de que transportaran “cargas contaminadas”. De hecho, una fuente de la investigación dijo a El País que se cree que la empresa “es montada” y se utiliza para el tráfico de drogas. Aún así, todavía no hubo ningún detenido.
Parte de las incautaciones provienen de Paraguay y uno de los motivos es que casi no hay puertos que pertenezcan al Estado, sino que son sitios privados. “Eso potencia la corrupción y la posibilidad de transportar cargas ilegales”, explicó la fuente.
Precintos “truchos” para evitar sospechas
“Encontramos un elemento que hasta ahora no habían aparecido que son precintos clonados para ser colocados después de la supuesta descarga de la droga”, informó el director de Aduanas el lunes de noche en conferencia de prensa. Los precintos se colocan en el contenedor una vez que son examinados en el puerto de origen para demostrar que la carga no fue adulterada, pero en este caso se usaron precintos “truchos” luego de adulterar la carga con el cargamento de cocaína.