MUERTE DE POLICÍA
El gesto político de Lacalle Pou de concurrir al velatorio prueba que, a seis días del discurso sobre que se respaldará a la institución, pasó a los hechos, dijeron fuentes policiales.
Escenas de dolor, preocupación, rostros crispados. Imágenes que quedaron del velatorio de la policía Daniela Da Silva (31), que murió el sábado tras ser herida por delincuentes que la rapiñaron.
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, en un hecho político inusual, concurrió al velatorio de Da Silva, fallecida por un disparo que le realizó un rapiñero el día anterior para robarle el arma de reglamento.
El gesto político de Lacalle Pou prueba que, a seis días del discurso frente a los jefes de Policía sobre que se respaldará a la institución, pasó a los hechos, dijeron fuentes policiales.
En el pasado, el exministro del Interior, Eduardo Bonomi, concurrió a varios sepelios de policías asesinados por la delincuencia. No obstante, ayer participó en el velatorio de Da Silva toda la plana mayor del Ministerio del Interior, así como los jerarcas de todas las unidades policiales de Montevideo. También asistieron los jefes de Policía Víctor Trezza (Canelones), Juan Pioli (Maldonado), Orestes Leles da Silva (San José), Rubén Saavedra (Florida) y Gustavo Silveira (Treinta y Tres).
Pasada la hora 9 de la víspera, 200 policías saturaron la sala y los alrededores de la sede de la empresa fúnebre, mientras que 20 efectivos estaban formados como guardia de honor a la espera de la llegada del ministro del Interior, Jorge Larrañaga y otras autoridades de la cartera.
La tensión era evidente. Los policías, reunidos en grupos en función de su grado y tanda, hablaban en voz baja. Los temas eran dos: la muerte de Da Silva y la escalada de violencia contra los policías que ya lleva un año.
Larrañaga llegó y con gesto adusto dio la mano a varios jerarcas policiales y personal subalterno. Con pocas palabras dijo que el presidente Lacalle Pou arribaría en minutos. Caminó unos metros y se acercó a familiares de Da Silva. Escuchó en silencio las palabras cargadas de dolor de los familiares por la pérdida. Daniela da Silva dejó una hija de nueve años.
A las 10:14 horas arribó Lacalle Pou. Lucía un traje azul oscuro, camisa blanca, corbata celeste y zapatos marrones. Acompañado por Larrañaga y otros autoridades ministeriales, el mandatario ingresó a la sala velatoria para encontrarse con familiares de Da Silva. Poco después se retiró.
En la florería ubicada frente a la sala velatoria, compañeras de Daniela da Silva adquirieron una corona con el siguiente mensaje: “Siempre serás una luz”. Otros compañeros también adquirieron coronas: “Tus amigos de la Tanda 33”. Y el Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo (Sifpom) compró otra corona con la frase: “Tus compañeros te recordaremos siempre”.
Mujeres policías, colegas de Da Silva, salían de la sala velatoria sollozando o con lágrimas en los ojos. Da Silva era una policía muy solidaria, con una sonrisa a flor de labios. Se hacía querer fácilmente.
Revistaba en el cuerpo que brinda seguridad a sedes diplomáticas.
El cuerpo de Da Silva fue trasladado al Cementerio del Norte. Allí recibió honores de una guardia de la Policía.
Dos policías retirados dijeron unas palabras. Uno de ellos señaló que la Policía no podía retroceder ante la delincuencia y llamó a todos los efectivos a lucir con orgullo el uniforme.
Larrañaga entregó una bandera uruguaya a los familiares de Da Silva. Se trata de un presente que el Ministerio del Interior entrega a los parientes de policías abatidos por la delincuencia. El gesto les generó una profunda congoja.
Leen proclama en apoyo a familia
Integrantes del Sindicato Único de Policías del Uruguay (SUPU) se concentraron ayer en Plaza Independencia para leer una proclama en “apoyo y respeto” a los familiares de Daniela da Silva. Jorge Díaz, representante del SUPU explicó que se convocó a que esa misma lectura se hiciera simultáneamente en las principales plazas de los 19 departamentos de Uruguay.
“Hoy nuevamente nos hemos convocado pacíficamente como forma de brindar respeto y apoyo a toda la familia de nuestra compañera asesinada Daniela da Silva, también a manos de la delincuencia”, decía la proclama en su primer párrafo.
El texto señaló que hombres y mujeres policías se han transformado en los últimos tiempos “en un blanco perfecto para los delincuentes”. “Situación que vivimos permanentemente, día a día, llegando a costar incluso nuestra propia vida”, agregó.
El SUPU expresó que “no hay palabras de consuelo para aliviar tanto dolor por tan irreparable pérdida”. En ese sentido el texto indicó: “Nos preguntamos ¿hasta cuando? Y decimos basta: ni un policía menos”.
Además se puntualizó que “existe falta de garantías claras por falta de las autoridades, principalmente por los representantes y actores políticos”.
“Si se respetan los derechos humanos fundamentales de los trabajadores policiales y de la sociedad en general, como hacen con los delincuentes, la inseguridad tiene solución. Terminemos con la impunidad de la delincuencia que ya nos ha sobrepasado en todos los aspectos”, finalizó la proclama.
La Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh) tiene a estudio 12 denuncias por casos de abuso policial a ciudadanos. Uno de los directores de la institución, Wilder Tayler, dijo a El País que “en estos primeros días de gobierno hay una especie de surgimiento de denuncias” de este tipo, “por lo menos en sus comunicaciones a nosotros”, añadió. El director contó que en las denuncias presentadas “se repiten interpelaciones ofensivas o con lenguaje muy duro y grosero”, así como “actitudes muy agresivas” a ciudadanos, sobre todo a jóvenes en plena vía pública.
Paralelamente, indicó que la mayoría de los casos denunciados ocurren luego de que los efectivos policiales solicitan la cédula de identidad. Ayer en el programa “Las cosas en su sitio” de radio Sarandí, un funcionario municipal, denunció que el jueves pasado fue víctima de una golpiza por parte de un grupo de policías en los accesos a Montevideo. Además, según la denuncia que presentó, fue herido en una pierna por un arma de fuego, lo que fue certificado por un médico forense. El sindicato de trabajadores municipales (Adeom) está al tanto de lo ocurrido y este martes analizará el caso, confirmó a El País la secretaria general, Valeria Ripoll. El municipal contó que sobre las 22:00 horas del jueves los policías lo pararon por un “control de rutina”. Una oficial le pidió los documentos, los que afirmó haber entregado. Luego, le preguntaron cuál era su ocupación y respondió que era funcionario municipal. También recordó que iba vestido con la ropa de trabajo. Otro de los oficiales empezó a alumbrar la moto para “chequearla”.
Explicó que el vehículo no tenía nada fuera de lo normal, más allá que un pegotín del Frente Amplio en la matrícula. El funcionario contó que no lo trasladaron a una comisaría porque llegaron “dos móviles más”. Adeom resolverá hoy qué medidas tomar en una reunión del Consejo Ejecutivo. Allí discutirán si “Adeom también realiza la denuncia, si se plantea al Pit-Cnt tomar algún tipo de medidas (o) pedir reunión con el ministro (del Interior)”.
Paralelamente, el expresidente y actual senador colorado, Julio María Sanguinetti, respondió a dirigentes de la oposición frenteamplista que critican los operativos policiales realizados por el nuevo gobierno. “Señores del Frente Amplio, ustedes dejaron al país con más de 400 muertos y 30.000 rapiñas por año. Deberían llamarse a silencio y dejar actuar al nuevo gobierno en materia de seguridad”, sostuvo Sanguinetti en un mensaje difundido por redes sociales. En el Frente Amplio cuestionan los operativos.
Hay pistas
Todas las unidades policiales intervienen de alguna manera en la investigación del crimen de Daniela da Silva a manos de dos rapiñeros. La investigación es liderada por el Departamento de Homicidios Complejos. El sábado 7, el ministro del Interior, Jorge Larrañaga, dijo a El País que había pistas sobre la identidad de los matadores de la policía. “Pero no va a haber lugar en donde no los busquemos. Que sepan claramente. Que sepan con toda claridad que los vamos a buscar y a encontrar. Que este crimen no va a quedar impune”, dijo Larrañaga.