Guerra narco en Cerro Norte: condenan con libertad a prueba a responsable de aguantadero con 1.500 balas

"Las guardaba para alguien más", dijeron a El País fuentes del caso en referencia a una de las bandas; esperan que se recrudezca el conflicto tras el asesinato del padre de uno de los líderes.

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Operativo policial en Villa Española
Vehículo blindado de la Guardia Republicana.
Foto: Estefania Leal

Los procedimientos policiales y judiciales continúan con el objetivo de poner fin a la guerra entre dos clanes familiares que se enfrentan por el control del territorio en el barrio Cerro Norte. Luego de semanas en las que se realizaron varios allanamientos, consiguiendo detener a más de 20 personas, algunos de los detenidos enfrentaron audiencias de formalización o incluso condenas.

Uno de los casos que más llamó la atención durante los operativos fue la incautación de más de 1.500 cartuchos de nueve milímetros, casi $ 800.000 y US$ 7.000. También se encontró una pistola marca Browning, cinco cargadores, 11 cartuchos calibre 223 y tres celulares.

Por este caso, un hombre de 30 años fue detenido y llevado ante la Justicia. Su defensa, encabezada por los abogados Bruno Terra y Marcelo García, llegó a un acuerdo abreviado con Fiscalía. Se lo condenó a 18 meses de prisión por el delito de tráfico de arma de fuego y municiones en la modalidad de depósito, que gracias al acuerdo cumplirá en la modalidad de libertad a prueba.

El lugar donde se encontró el arsenal de balas era una leñería, aunque funcionaba como aguantadero de municiones. "Las guardaba para alguien más", dijeron a El País fuentes vinculadas al caso. Es que el hombre trabajaba para una de las bandas de narcotraficantes que se están disputando el territorio de la zona desde hace algunos años, aunque el conflicto volvió a recrudecerse en las últimas semanas.

Objetos incautados en los allanamientos de este lunes en Cerro Norte
Objetos incautados durante un allanamiento en Cerro Norte.
Foto: Ministerio del Interior.

Si bien el condenado fue detenido y residía en Cerro Norte, debió fijar domicilio en la casa de un familiar en el barrio Cerrito de la Victoria, ya que su vivienda habría sido prendida fuego por la banda rival, según dijeron los informantes.

Además de la fijación de domicilio, deberá cumplir con arresto domiciliario entre las 20:00 y las 06:00 durante los primeros seis meses de pena, y tendrá que hacer tareas de trabajo comunitario con una carga de dos horas semanales por 10 meses.

Además

Balaceras y allanamientos

Si bien la zona del Cerro y Cerro Norte está siendo blanco de disputas entre dos bandas vinculadas al comercio de droga desde hace varios años, a mediados de junio este conflicto volvió a tomar fuerza.

Cerca de la medianoche del 18 de junio vecinos registraron y subieron a redes sociales videos en los que se escuchaban importantes balaceras. Según expresaron los vecinos en otras publicaciones a través de las redes, esta situación se habría repetido en el correr de los días.

En respuesta a esto, el Ministerio del Interior —que ya tenía intervenida la zona con personal policial y de la Guardia Republicana— llevó adelante investigaciones en conjunto con Fiscalía que derivaron en numerosos allanamientos. Las personas detenidas llegaron a ser 21, entre ellos varios menores de edad.

Un nuevo imputado

En el marco de los operativos que la cartera llevó adelante en el barrio, se formalizó la investigación contra otro hombre por un asesinato ocurrido el 16 de junio.

Ocurrió en la intersección de las calles Camino Sanfuentes y Camino Dellazoppa, por donde la víctima de 24 años y con tres antecedentes se encontraba pasando al momento de recibir diez balazos en varias partes del cuerpo. Junto al cuerpo se encontraron casquillos y droga.

Este caso también se vio motivado por un conflicto territorial por drogas, aunque la escala habría sido a nivel de bocas barriales, según dijeron fuentes policiales a El País.

Cerca de donde cayó la víctima funcionaba una boca con la que tenía vínculo el principal sospechoso, agregaron los informantes. El joven de 24 años estaba siendo esperado, y al momento en el que pasó por allí fue atacado.

El presunto homicida estaba requerido y fue encontrado en uno de los allanamientos.

Operativo policial
Patrullero de policía durante operativo.
Foto: Estefanía Leal/El País.

Recrudecimiento del conflicto

La Policía espera nuevos cruces para los próximos días. Este pronóstico es producto de que en la tarde del jueves fue asesinado el padre del líder de la banda Los Colorados, que se enfrenta a la banda que antes era liderada por Luis "Betito" Suárez.

El hombre de 59 años, que contaba con varios antecedentes e indagatorias, se encontraba en su camioneta por Camino Cibils y Ruta 1, cuando llegaron dos hombres en moto y dispararon más de 20 veces.

Minutos más tarde, en la zona de Porto Alegre y Pasaje 102 del barrio Cerro Norte, otro hombre de 26 años y con varios antecedentes fue baleado. Se maneja la posibilidad de que haya sido un ataque de represalia instantánea, aunque la hipótesis principal que maneja la Policía es que este hombre sería un "perro" —persona sin jerarquía usada para "hacer mandados"—, también de la banda de Los Colorados, según dijeron fuentes a El País.

Además de estos hechos el jueves, que se sumaron a un ataque a tiros contra una vivienda, el viernes se registraron tiroteos en la vía pública.

Si bien el barrio ya se encuentra intervenido por el Ministerio del Interior, se saturará aún más en los próximos días con el objetivo de reducir estos episodios.

Además

El asesinato "por error"

Uno de los casos que sigue bajo investigación de la Policía y Fiscalía es el homicidio de un joven de 28 años frente a su pareja y su hija, también en Cerro Norte. Dos semanas después de su muerte, la principal hipótesis es que los matadores "le erraron" de objetivo.

Si bien ya hay dos personas imputadas como presuntos participantes, todavía se sigue buscando al resto de los implicados, quienes ingresaron a la casa de la víctima haciéndose pasar por policías. "Hicieron el procedimiento como si fuese un allanamiento, le pidieron que levante las manos y le pegaron siete tiros", dijo a El País una fuente del caso.

"No tenían el perfil que estamos acostumbrado a ver a los sicarios", señalaron los informantes haciendo referencia al "notorio entrenamiento" que tenían los homicidas.

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