ESTUVO 12 AÑOS PRÓFUGO

El hermoso chalet de dos pisos, de color ladrillo y techo de tejas, está a resguardo de las miradas en el barrio Aeropuerto. Tiene un muro de piedra y varios tipos de pinos que rodean la propiedad. Nada hacía suponer, sin embargo, que allí estaba escondido el asaltante de bancos más buscado de Brasil, Igor Machado, de 47 años, a quien solían llamar “Nené”, quien fue capturado por la Policía el pasado martes.

Nené es considerado en Brasil un pionero en el uso de ametralladoras pesadas, explosivos y subfusiles para atacar camiones blindados.

En la casona, ubicada a poca distancia del lago Calcagno y del aeropuerto de Carrasco, los investigadores de la Dirección de Crimen Organizado e Interpol encontraron un negocio de producción de marihuana de envergadura. Es obvio que Nené quería cambiar de rubro. La cantidad de plantas que tenía así lo prueba.

El listado en poder de la Fiscalía expresa que, distribuidos en ocho habitaciones del chalet, había 250 plantas de cannabis, 270 plantines, siete bolsas de cogollo, decenas de litros de fungicida y fertilizantes, 10 aires acondicionados, un revólver y una pistola de aire comprimido.

“Estaba todo armado para crear un laboratorio para producir marihuana en grandes cantidades”, dijo a El País una fuente de la investigación.

El delincuente brasileño tenía documentos con nombres falsos. Y no hay registro en Migraciones de su entrada a Uruguay.

Junto con Nené, los policías capturaron a un joven de 21 años, también brasileño, cuyas iniciales son M.M.M.

En una conferencia de prensa realizada ayer en el Ministerio del Interior, se informó que se trataba de su hijo. Se cree que, para protegerlo, Nené no se resistió cuando llegaron los policías al chalet.

El miércoles 30, mediante un juicio abreviado, M.M.M. fue condenado a cuatro años de penitenciaría por los delitos de producción de estupefacientes y tráfico interno de armas.

En tanto, su padre fue a prisión a la espera de su extradición.

Nené enfrentará, además, una causa penal en Uruguay por eventual tráfico de drogas, utilización de documentos falsos y tráfico interno de armas de fuego.

Machado figuraba en la lista de los más buscados por la Policía brasileña, ya que debido a su “currículum” siempre organizaba grandes atracos.

El comisario de la Sección Robos de Departamento Estatal de Investigaciones Criminales (DEIC) de la Policía brasileña, Joel Wagner, dijo al diario Zero Hora que Machado “es un delincuente importante” porque domina las técnicas de uso de armas pesadas y de explosivos, y tiene contactos que le indican los objetivos que debe atacar.

A principios de los 90, la prensa brasileña comenzó hablar de Nené Machado. Hijo de un policía militar, se inclinó por las actividades criminales. Su nombre salía a menudo en informativos de televisión y en las tapas de diarios y revistas de Brasil.

Su jugada más osada fue asaltar al comisario Nelmo Bonnett, entonces director del Departamento de la Policía Metropolitana de Río Grande del Sur. Es decir, atracó a un conocido jerarca policial brasileño. Hasta ese momento solo tenía antecedentes por hurtos.

Fue capturado. Estuvo un tiempo preso y luego salió en libertad. En 1996 realizó un asalto a un banco en la ciudad de Sombrío. Huyó hacia Curumin (Litoral Norte de Brasil). La Policía lo persiguió, realizó un corte de rutas. Durante el operativo hubo un intercambio de disparos donde fallecieron tres delincuentes y dos policías resultaron heridos. Nené fue encarcelado. La Policía le incautó subfusiles rusos y americanos.

Machado se volvió a fugar. En 2011 ya tenía en su legajo criminal seis robos a bancos y camiones blindados usando explosivos y ametralladoras calibre 50. El resto de su historial se compone de asaltos, nuevas capturas y fugas de cárceles.

En 2009 escapó por última vez. Entonces, la información que manejaba la Policía brasileña era que Nené había mantenido contactos con traficantes en la “triple frontera”.

Larrañaga destacó “voluntad” de su cartera para combatir el narcotráfico

El ministro del Interior, Jorge Larrañaga, brindó una conferencia de prensa ayer para dar detalles del operativo que permitió la detención del peligroso delincuente brasileño y la desarticulación de un laboratorio clandestino dedicado a la producción de marihuana.

Acompañado del director nacional de la Policía, Diego Fernández, y del director de Interpol, Juan Rodríguez, el ministro destacó la “voluntad” que tiene la cartera que dirige para combatir el narcotráfico.

“(Esta conferencia es para) Trasladar a la opinión pública nuestra voluntad de combatir al narcotráfico y también la importante detención que Interpol realizó”, dijo el jerarca.

El ministro indicó que ya se puso en contacto con el embajador de Brasil en Uruguay para dar cuenta de le detención del “peligrosísimo delincuente”.

Explicó que era buscado desde hace 12 años, luego de que se fugara. Sin embargo, aclaró que la requisitoria de Interpol con alerta máxima data de 2017.

En tanto, el director de Interpol, Rodríguez, dijo que “se logró un exitoso procedimiento que a la postre va de la mano de combatir el narcotráfico” y especificó que ese flagelo es “una preocupación real” para la Policía y el Ministerio del Interior.

“Nuestra organización obtuvo información de que el delincuente estaría en Uruguay y usaba su nombre, pero también documentación a nombre de dos personas más”, aclaró. El brasileño fue detenido en los límites de la capital y Canelones.