Redacción El País
Desde setiembre, la Policía tenía una operación en curso denominada “Corona”. El foco estaba puesto en Walter Omento Velázquez, de 58, que posee nueve antecedentes penales, dos de ellos por tráfico de drogas. En 2014 ya había sido capturado en el operativo “Chimango”, cuando integraba una banda que pretendía ingresar al país grandes cantidades de cocaína, pasta base y marihuana para suministrar a “bocas” en Cerro Norte, 40 Semanas, Costa de Oro y Ciudad del Plata.
Según supo El País de fuentes del caso, Omento Velázquez integra un clan familiar que opera en el departamento de San José.
La vigilancia sobre ese individuo era total. Sin embargo, al no tener escuchas telefónicas, los investigadores policiales debían esperar que se moviera para ir tras sus pasos.
El martes 12, Omento Velázquez se desplazó hacia Soriano. Los policías no sabían si venía un embarque de droga en camino o solo se trataba de una práctica para afinar la “logística” de la banda. De todas formas, se desplegó un operativo de inteligencia y vigilancia bajo el supuesto de que el cargamento de droga llegaría en una avioneta.
La hipótesis de los policías fue acertada. Sin embargo, Omento Velázquez y su grupo llevaban una buena distancia a los efectivos que lo seguían. Es que la geografía uruguaya -es muy llana- y los caminos de tierra -que levantar polvareda- impedían un seguimiento a poca distancia.
“Se realizaron tareas de Inteligencia que permitieron identificar integrantes de la organización, logística y modus operandi”, informó ayer el Ministerio del Interior en un comunicado de prensa.
En el operativo, se desplegó personal antidrogas coordinado con miembros de las jefaturas de Soriano, Flores, San José y Río Negro, Policía Científica, Unidad Aérea y Guardia Republicana.
Mientras esperaban el momento de la entrega, los policías avistaron una aeronave en la que presumieron que se trasladaba el cargamento de cocaína, aunque aseguraron que por la lejanía no pudieron confirmar si aterrizó.
“Se vio que sobrevolaba e hizo un movimiento que lleva a pensar que pudo haber aterrizado, aunque no lo podemos precisar”, dijo ayer ante los medios de comunicación el director de la Policía Nacional, José Azambuya, relatando que la avioneta “desapareció durante una fracción de tres minutos” y luego la vieron volar otra vez.
Fugado
El Ministerio del Interior informó ayer del operativo a través de una conferencia de prensa en la que, además del Director de la Policía Nacional, hizo uso de la palabra el director de Investigaciones, Juan Rodríguez.
El ministro Nicolás Martinelli saludó a los oficiales que participaron de la operación. Además, estuvo presente el subdirector de la Policía, Johnny Diego.
Azambuya explicó que, dentro del estudio que se había llevado a cabo, “no se contaba con la participación de una aeronave”. Luego de realizados varios seguimientos, se reportó que los traficante de drogas estaban transportándose en una moto Zanella y dos camionetas -una Fiat Strada y una Peugeot Partner- a través de un camino vecinal ubicado entre las ciudades de Cardona y Trinidad sobre la ruta 57.
Al verse rodeados, dos delincuentes dispararon a los policías. Sin embargo, personal policial interceptó una de las camionetas y la moto logrando detener a un hombre brasileño de 29 años -con cinco antecedentes penales- y a dos menores de edad. Además, incautaron un revólver y una pistola.
La otra camioneta consiguió escapar, pero luego chocó contra un vehículo de la Policía. El conductor consiguió huir nuevamente, por lo que se montó un operativo ya programado para la búsqueda en casos de fuga. “Se utilizó el apoyo aéreo y triangulaciones de antenas para tener la información de los teléfonos”, dijo Azambuya que confirmó que finalmente el hombre mayor de edad cayó detenido sobre la noche.
Horas atrás había sido encontrada su camioneta, en la que estaban los bolsos que guardaban 443 kilos de cocaína en forma de ladrillos.
Un quinto individuo aún continúa prófugo.
Si bien aún no existe total seguridad, se estima que el cargamento -valuado en US$ 3 millones en el mercado uruguayo- tendría como objetivo su traslado hacia Europa, donde aseguran que puede llegar a valer 15 millones de euros.
De lo cuatro detenidos, los dos mayores quedaron a disposición de la fiscal de Estupefacientes de 1er Turno, Mónica Ferrero, mientras que los menores están a cargo de la fiscal de Soriano, Stella Alciaturi, quien dispuso su envío a un centro de INAU como medida por los delitos de asociación para delinquir, tráfico interno de armas y asistencia al narcotráfico.
Se cree que el cargamento pudo provenir de Bolivia
Al igual que con el destino de la cocaína -que si bien se entiende que se trató de un intento de envío hacia Europa, también existe la posibilidad de que quisieran enviarlo a África-, el origen de la droga es incierto. De igual manera, se presume que el punto inicial del cargamento pudo haber sido Bolivia. “La mayoría de la droga que llega a Uruguay lo hace desde ese país”, dijo Juan Rodríguez durante la conferencia.
Los ladrillos de cocaína que transportaba una de las camionetas incautadas, llevaban la inscripción “Can-Am”. Las autoridades policiales, aseguraron que “no hay registros de otras incautaciones con esta inscripción a nivel nacional”. Igualmente, afirmaron que se trabajará en conjunto con Interpol para confirmar o descartar si existen relaciones con narcotraficantes de carácter internacional.
Consultados sobre si el cargamento puede tener un vínculo con el narcotraficante Sebastián Marset, reafirmaron que “se debe esperar a los trabajos de análisis e Inteligencia para poder sacar conclusiones”, y dijeron que hasta el momento “se cuenta con varias hipótesis”.
En Uruguay, el líder del clan familiar -un hombre de 58 años- fue capturado, y si bien cuenta con antecedentes penales -entre ellos uno por estupefacientes- estos no son por haber trasladado grandes cargamentos de droga.
Se hizo una coordinación entre varias unidades
Durante la conferencia, el director de la Policía, José Azambuya, explicó la importancia que la fuerza le otorga a los operativos conjuntos entre unidades. Definió como necesaria la realización de “equipos sólidos” que reúnan a varias de ellas. “Toda la logística, recursos humanos y tecnología tienen que estar abocados a tener los mejores resultados”, dijo. Además, hizo referencia a que “recuperar información e indicios para las investigaciones de la Fiscalía lleva mucho tiempo”.
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