El asesinato de un joven de 22 años, quien fuera baleado junto a su bebé; el de Geral Froste, adolescente de 14 años juvenil de Montevideo City Torque; y el de un hombre de 59 años al que le dispararon mientras vendía fuegos artificiales han prendido las alarmas en cuanto a lo que sucede en el barrio Nuevo Ellauri.

Los interruptores del programa Barrios sin violencia, impulsado por el Ministerio del Interior y llevado adelante por dos ONG, actúan ahora intentando que no se repitan más sucesos trágicos como estos, al tiempo que intervienen tras estos con el objetivo de mediar y frenar una posible escalada de violencia.

El barrio Nuevo Ellauri forma parte de los barrios denominados como Zona 1, que tienen su base en el Centro de referencia de Políticas Sociales Aparicio Saravia, donde operan los interruptores de violencia.

Desde la coordinación del proyecto dijeron a El País que se actúa en dos líneas. "Por un lado, en este caso intentamos acercarnos como programa a la familia de la niña, ver qué necesitan y si se les puede facilitar algún tipo de atención", contaron, y agregaron que por otro lado se "aborda el conflicto en sí".

"Se hace igual que con el resto de los conflictos. Entender de qué va, ver si tenemos alcance para mediar en las dos partes o contener a una de las partes, elaborar una estrategia y actuar", concluyeron.

Actualmente están trabajando con un grupo de vecinos que participa del programa, con el objetivo de acceder a la familia.

Desde la puesta en práctica de este proyecto, en abril pasado, aunque están formalmente en el terreno desde junio, hasta este lunes, se registraron 178 intervenciones, de las cuales 14 fueron en los barrios Nuevo Ellauri y Plácido Ellauri.

Los conflictos mayoritarios fueron por drogas o deudas, problemas vecinales y violencia doméstica. También se registraron intervenciones por represalias, y un conflicto en la vía pública sin historia previa.